
El jueves 3 de julio pasado, la comitiva que encabezaba el alcalde de La Serena, Raúl Saldívar Auger, llegó temprano a la ceremonia de lanzamiento del sitio web oficial de la Cámara de Comercio y Turismo de la comuna. Y es que a pesar de tener una voz crítica en temas relativos con el ordenamiento del centro como el control de los perros vagos, los vendedores ambulantes, los partes municipales y la seguridad del sector, la relación durante la administración de Luis Carlos González había sido bastante fluida y de una relación cercana y de confianza.
No obstante, en un sector del salón principal de la sede ubicada en Brasil 381, se encontraba el entonces secretario de la entidad, quien no pasaba desapercibido con un chaleco con cuello amarillo. Era Daniel Cortez Donoso, quien ya se encontraba investido como el mandamás de la entidad gremial y que en cuatro días más asumiría con propiedad su nuevo cargo.
Si bien los márgenes de relación fueron los típicos de ceremonias política y gremialmente correctas, hubo espacio para la crítica, aunque después redundaron en abrazos. Prueba de ello es que Saldívar, haciendo espacio en su siempre apretada agenda, se quedó a compartir el cóctel que se había preparado. Fiel a su estilo saludable, el jefe comunal sólo amenizó aquella nublada mañana con un té, sin saber sería el último trago dulce que tendría en los próximos tres meses.
A pesar de que a la ceremonia asistió gran parte de la directiva, el recién electo timonel, Daniel Cortez, apenas cruzó miradas con sus pares y menos aún con Saldívar. Hasta ese momento los medios de prensa que llegaron casi al final de la cita buscando las cuñas para llenar sus páginas y sus informativos, no se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo. No obstante, el edil y el resto de los directores sí estaban al tanto del pensamiento crítico de Cortez hacia la gestión municipal. Y esta vez, con el máximo puesto del comercio en sus manos, no le dejaría pasar una al ex gobernador de Elqui.
EL INICIO DE LAS HOSTILIDADES
Si alguien pensaba que en la arena política y gremial existía un preámbulo de fair play, estaban muy equivocados, pues bastó que Raúl Saldívar abandonara la sala, desde donde ni siquiera cruzó miradas con el dueño de ópticas Murano & Burano, para que la locuacidad verbal del hombre de negocios fuera reconocida por todos.
Y es que en su primera entrevista a los medios como presidente de la Cámara, hizo notar su rígida postura en pos de mejorar a una actividad que el año pasado se vio golpeada fuertemente con el incremento de la energía, el bajo crecimiento, el alza en la tasa de interés, el encarecimiento de los insumos y la baja apreciación del dólar.
“Hemos sido presos de la inequidad y aquí pongo el ejemplo de una gran tienda que es socia nuestra y que por muchos años ha tratado de remodelarse en el centro de La Serena y no lo ha podido hacer, mientras que otra lo hizo en tiempo récord”, aseguró en aquella oportunidad.
Si bien no logró la primera mayoría en los comicios realizados a fines de junio y donde de los 76 socios habilitados para sufragar, sólo lo hicieron 36, obtuvo la quinta mayoría, siendo superado por el equipo de los históricos, que lideran Arturo Hanshing y Luis Carlos González. En todo caso, su disponibilidad para trabajar y dirigir a una entidad que representa a más de 3.500 pequeños empresarios de la capital regional y que quita bastante tiempo de los negocios personales, terminaron por convencer al resto de los 11 directores electos para allanarle el camino. Muchos hoy se arrepienten de haberlo hecho.
“Indudablemente hay que hacer un mea culpa, pero a estas cosas hay que sacarle provecho, reinventarse y ver qué está pasando”, indicó el director nacional de la Confederación Nacional del Comercio Detallista y Turismo, Carlos Orrego. Una opinión similar le merece estas circunstancias al ex presidente de la Cámara, Nicolás Yazigi, quien agregó que “sin lugar a dudas que hubo un error que los han asumido los directores”.
Pero lo cierto es que si hay una palabra que define a Daniel Cortez, ingeniero mecánico industrial que llegó hace cuatro años a La Serena, es la gestión. Dentro de su mente nadan muchas ideas que han permitido firmar importantes convenios con entidades de fomento y capacitación como Sercotec, Fosis, Sence y Corfo. “La idea es dejar una huella y crear lazos con distintas instituciones, pues debemos salir del letargo y mejorar las expectativas de los pequeños empresarios de la ciudad”, repitió en reiteradas ocasiones.
Prueba de ello fue su cita con el alcalde, que fue agendada sólo un mes después de asumir en el ente privado. Si bien fue a puertas cerradas, Cortez se hizo acompañar por un grupo de diez personas, donde se le expuso a la autoridad comunal las falencias a las que estaban sujetos. Allí, Saldívar conoció de cerca el temperamento y la decisión del empresario, quien no dudó en golpear la mesa en su propia casa.
Pero lejos de conformarse con una mera reunión, a las dos semanas nuevamente hacía valer su presencia en el concierto mediático comunal, exigiendo una pronta respuesta a los nueve puntos acordados con Saldívar. “En caso de que no haya respuestas, no dudaremos en llevar a cabo acciones por notable abandono de deberes”, aducía en la portada de diario El Día del sábado 16 de agosto.
UN TONO QUE INCOMODA
Lejos de la parsimonia y la consecuencia de un discurso potente aunque pulcro, el resto de los comerciantes que a esa altura se sorprendían cada vez más con los dotes de líder de Cortez, poco a poco se fueron incomodando, a pesar que otro “polémico” con ganas de llegar al sillón alcaldicio serenense, el ex DC Yuri Olivares, le manifestó su más ferviente apoyo al cometido de Daniel Cortez, el ingeniero poco a poco se fue quedando solo. El bloque de los históricos a los que regularmente se suman los representantes nacionales Nicolás Yazigi y Carlos Orrego, comenzaba a inquietarse y a ver con recelo el exceso de volumen en sus palabras.
No tomando mucho en cuenta las zancadillas que se le estaba haciendo por debajo, Cortez siguió haciendo lo que mejor sabe: Gestionar. Prueba de ello son los cursos de inglés que estaba “amarrando” para capacitar a los dependientes del centro.
Pero la gota que rebalsó el vaso fueron sus palabras relativas a que “en tiempos de elecciones, los políticos buscan no crearse problemas”. Y es que esa entrada al área prohibida dentro del gremio – la política- terminó por sumar a varios asociados de base en una campaña de destitución.
Fueron dos las veces en que la directiva se reunió con él y le pidió de palabra que renunciara, sin embargo, fiel a su estilo, Daniel Cortez, hizo caso omiso al emplazamiento, excusándose en que sólo los estatutos podrían sacarlo. Había que buscar su talón de Aquiles.
MÁS SABE EL DIABLO…
Como la directiva poco pudo hacer con el estilo avasallador y elocuente de Cortez, fue el más experimentado y poderoso del gremio, Nicolás Yazigi, actualmente vicepresidente nacional de la Confederación Nacional del Comercio Detallista y Turismo de Chile, el encargado de hallar ese flanco.
En innumerables veces se juntaron en la casona que alberga al comercio donde conversaron por largo rato. Yazigi quería hacerlo entrar en razón para que abandonara su actitud temeraria. No obstante, claramente su estilo ya estaba marcado y los esfuerzos del ex presidente fueron en vano.
Pero el camino a la destitución no fue fácil, porque Cortez sencillamente no se daba por enterado de las intenciones del resto de la directiva. Gran injerencia tuvo en ello su amistad con el secretario de la entidad, Mauricio Rodríguez. No han sido pocos quienes han articulado un supuesto blindaje por parte del dueño del restaurante “Donde El Guatón” para poder mantener a Cortez al frente del comercio de La Serena.
No obstante, el empresario no era invencible y fue su inscripción errónea la que le pasó la cuenta. En el análisis de sus antecedentes no pudo certificar que era comerciante. Comenzaba la cuenta regresiva y la ventaja de los históricos.
Al enterarse de que sus horas estaban contadas al frente del organismo, Cortez no dudó en diseminar toda su artillería, aunque con clase. “Si hay que buscar artimañas para sacarme del puesto, éste está ciento por ciento disponible. No tengo problema porque esto es gremial”, aseguró traspasando la responsabilidad a sus victimarios.
A pesar que el argumento de no haber sido comerciante es válido administrativamente, no lo es tanto bajo el punto de vista gremial, pues el empresario de ópticas fue por dos años secretario de la Cámara y nadie le refutó nada. Con estos antecedentes sobre la mesa, se configura un escenario marcado por un discurso que no acompañó nunca los valores tradicionales de una entidad que lleva 81 años y que no está para enemistarse con otros estamentos.
Nicolás Yazigi tuvo un dejo de sinceridad y agregó que “todo se va juntado (por el tono utilizado) y muchos consideramos que no era lo más acertado, especialmente frente a la autoridad”. Carlos Orrego tampoco queda fuera del debate, ya que una de sus cualidades cuando estuvo al frente en dos periodos, fue su calidad y calidez al momento de buscar consensos. “Daniel enfatizó los requerimientos del sector con su carácter y personalidad (…) Los reclamos que hace son adecuados, pero no han ido con el espíritu de esta organización, pues dependemos del municipio y de otras entidades públicas”.
Y la acotación de Orrego no es aislada, ya que Raúl Saldívar no hizo distinción entre las aseveraciones de Cortez y las de la Cámara. “No nos esperábamos un tono como ese de una entidad con la que hemos tenido óptimas relaciones siempre, ha sido un poco destemplado, pero no hemos obtenido otras versiones, por lo que creemos que interpretan al resto del organismo”, precisó.
En todo caso, el propio Cortez, defendió a ultranza su estrategia y mencionó que una de sus grandes fortalezas había sido el énfasis dado a sus palabras. “Si no hubiese tenido ese tono, no habrían respuestas y quedó demostrado que ejercer ese método de presión permitió obtener algo, como la respuesta a nuestro petitorio y la conformación de Elqui Emprende. Este gobierno escucha en base a la presión”, manifestó en su última actividad pública, precisamente la del lunes recién pasado, cuando sesionó por primera vez el consejo de Elqui Emprende.
Cuando el resto de la directiva ya decidió que transitoriamente será Arturo Hanshing quien lidere la instancia hasta que no se lleven a cabo nuevas elecciones, Daniel Cortez, sigue paseándose por el centro de La Serena con la firme convicción de que hizo algo para cambiar al comercio. “Estoy de acuerdo que las instituciones quedan y los hombres pasan, pero para mantener a una institución, los hombres deben hacer más que marcar el paso”, fue su reflexión final, donde no deja de tener razón.
LAS FRASES DE SU PERIPLO
“Nos parece muy pertinente poder colaborar con este hogar (Redes) que es fiel reflejo de la protección a los niños de nuestra región”. 23 de diciembre de 2007.
“No queremos gente para la foto (políticos). Mi pregunta es ¿qué han hecho por esta ciudad?”. 9 de julio de 2008.
“Queremos que las autoridades despierten de esta siesta y lleven a cabo un trabajo conjunto”. 9 de julio de 2008.
“Es una vergüenza que las grandes cadenas digan que no hay un peso para ayudar (Hogar Redes). Eso no se puede hacer”. 9 de julio de 2008.
“Se presentará un recurso de protección por notable abandono de deberes en caso de que no haya una posición firme por parte de la autoridad comunal hacia nuestro petitorio”. 16 de agosto de 2008.
“Lamentamos que la salida de los carros verdes sea después de las elecciones, ya que la Cámara no busca favores políticos, sino que respuestas concretas. Hay una falta de valentía y poder de decisión de la autoridad comunal. Eso genera descontento en el comercio y el turismo”. 4 de septiembre de 2008.
“O llegamos a un acuerdo definitivo o este matrimonio se divorcia y cada uno sigue por su lado (ante críticas al interior del órgano privado). Seguiré trabajando por el comercio por éste u otro camino, porque la necesidad de muchos no la voy a dejar por algunos pocos”. 4 de septiembre de 2008.
“Hay una falta de respeto a los asociados, quienes estaban empezando a confiar en la Cámara. Es a ellos y no a mí, a quienes se les debe dar una explicación”. 11 de septiembre de 2008.
“Hay socios que están pidiendo explicaciones porque la Cámara de Comercio perdió el foco”. 11 de septiembre de 2008.
No obstante, en un sector del salón principal de la sede ubicada en Brasil 381, se encontraba el entonces secretario de la entidad, quien no pasaba desapercibido con un chaleco con cuello amarillo. Era Daniel Cortez Donoso, quien ya se encontraba investido como el mandamás de la entidad gremial y que en cuatro días más asumiría con propiedad su nuevo cargo.
Si bien los márgenes de relación fueron los típicos de ceremonias política y gremialmente correctas, hubo espacio para la crítica, aunque después redundaron en abrazos. Prueba de ello es que Saldívar, haciendo espacio en su siempre apretada agenda, se quedó a compartir el cóctel que se había preparado. Fiel a su estilo saludable, el jefe comunal sólo amenizó aquella nublada mañana con un té, sin saber sería el último trago dulce que tendría en los próximos tres meses.
A pesar de que a la ceremonia asistió gran parte de la directiva, el recién electo timonel, Daniel Cortez, apenas cruzó miradas con sus pares y menos aún con Saldívar. Hasta ese momento los medios de prensa que llegaron casi al final de la cita buscando las cuñas para llenar sus páginas y sus informativos, no se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo. No obstante, el edil y el resto de los directores sí estaban al tanto del pensamiento crítico de Cortez hacia la gestión municipal. Y esta vez, con el máximo puesto del comercio en sus manos, no le dejaría pasar una al ex gobernador de Elqui.
EL INICIO DE LAS HOSTILIDADES
Si alguien pensaba que en la arena política y gremial existía un preámbulo de fair play, estaban muy equivocados, pues bastó que Raúl Saldívar abandonara la sala, desde donde ni siquiera cruzó miradas con el dueño de ópticas Murano & Burano, para que la locuacidad verbal del hombre de negocios fuera reconocida por todos.
Y es que en su primera entrevista a los medios como presidente de la Cámara, hizo notar su rígida postura en pos de mejorar a una actividad que el año pasado se vio golpeada fuertemente con el incremento de la energía, el bajo crecimiento, el alza en la tasa de interés, el encarecimiento de los insumos y la baja apreciación del dólar.
“Hemos sido presos de la inequidad y aquí pongo el ejemplo de una gran tienda que es socia nuestra y que por muchos años ha tratado de remodelarse en el centro de La Serena y no lo ha podido hacer, mientras que otra lo hizo en tiempo récord”, aseguró en aquella oportunidad.
Si bien no logró la primera mayoría en los comicios realizados a fines de junio y donde de los 76 socios habilitados para sufragar, sólo lo hicieron 36, obtuvo la quinta mayoría, siendo superado por el equipo de los históricos, que lideran Arturo Hanshing y Luis Carlos González. En todo caso, su disponibilidad para trabajar y dirigir a una entidad que representa a más de 3.500 pequeños empresarios de la capital regional y que quita bastante tiempo de los negocios personales, terminaron por convencer al resto de los 11 directores electos para allanarle el camino. Muchos hoy se arrepienten de haberlo hecho.
“Indudablemente hay que hacer un mea culpa, pero a estas cosas hay que sacarle provecho, reinventarse y ver qué está pasando”, indicó el director nacional de la Confederación Nacional del Comercio Detallista y Turismo, Carlos Orrego. Una opinión similar le merece estas circunstancias al ex presidente de la Cámara, Nicolás Yazigi, quien agregó que “sin lugar a dudas que hubo un error que los han asumido los directores”.
Pero lo cierto es que si hay una palabra que define a Daniel Cortez, ingeniero mecánico industrial que llegó hace cuatro años a La Serena, es la gestión. Dentro de su mente nadan muchas ideas que han permitido firmar importantes convenios con entidades de fomento y capacitación como Sercotec, Fosis, Sence y Corfo. “La idea es dejar una huella y crear lazos con distintas instituciones, pues debemos salir del letargo y mejorar las expectativas de los pequeños empresarios de la ciudad”, repitió en reiteradas ocasiones.
Prueba de ello fue su cita con el alcalde, que fue agendada sólo un mes después de asumir en el ente privado. Si bien fue a puertas cerradas, Cortez se hizo acompañar por un grupo de diez personas, donde se le expuso a la autoridad comunal las falencias a las que estaban sujetos. Allí, Saldívar conoció de cerca el temperamento y la decisión del empresario, quien no dudó en golpear la mesa en su propia casa.
Pero lejos de conformarse con una mera reunión, a las dos semanas nuevamente hacía valer su presencia en el concierto mediático comunal, exigiendo una pronta respuesta a los nueve puntos acordados con Saldívar. “En caso de que no haya respuestas, no dudaremos en llevar a cabo acciones por notable abandono de deberes”, aducía en la portada de diario El Día del sábado 16 de agosto.
UN TONO QUE INCOMODA
Lejos de la parsimonia y la consecuencia de un discurso potente aunque pulcro, el resto de los comerciantes que a esa altura se sorprendían cada vez más con los dotes de líder de Cortez, poco a poco se fueron incomodando, a pesar que otro “polémico” con ganas de llegar al sillón alcaldicio serenense, el ex DC Yuri Olivares, le manifestó su más ferviente apoyo al cometido de Daniel Cortez, el ingeniero poco a poco se fue quedando solo. El bloque de los históricos a los que regularmente se suman los representantes nacionales Nicolás Yazigi y Carlos Orrego, comenzaba a inquietarse y a ver con recelo el exceso de volumen en sus palabras.
No tomando mucho en cuenta las zancadillas que se le estaba haciendo por debajo, Cortez siguió haciendo lo que mejor sabe: Gestionar. Prueba de ello son los cursos de inglés que estaba “amarrando” para capacitar a los dependientes del centro.
Pero la gota que rebalsó el vaso fueron sus palabras relativas a que “en tiempos de elecciones, los políticos buscan no crearse problemas”. Y es que esa entrada al área prohibida dentro del gremio – la política- terminó por sumar a varios asociados de base en una campaña de destitución.
Fueron dos las veces en que la directiva se reunió con él y le pidió de palabra que renunciara, sin embargo, fiel a su estilo, Daniel Cortez, hizo caso omiso al emplazamiento, excusándose en que sólo los estatutos podrían sacarlo. Había que buscar su talón de Aquiles.
MÁS SABE EL DIABLO…
Como la directiva poco pudo hacer con el estilo avasallador y elocuente de Cortez, fue el más experimentado y poderoso del gremio, Nicolás Yazigi, actualmente vicepresidente nacional de la Confederación Nacional del Comercio Detallista y Turismo de Chile, el encargado de hallar ese flanco.
En innumerables veces se juntaron en la casona que alberga al comercio donde conversaron por largo rato. Yazigi quería hacerlo entrar en razón para que abandonara su actitud temeraria. No obstante, claramente su estilo ya estaba marcado y los esfuerzos del ex presidente fueron en vano.
Pero el camino a la destitución no fue fácil, porque Cortez sencillamente no se daba por enterado de las intenciones del resto de la directiva. Gran injerencia tuvo en ello su amistad con el secretario de la entidad, Mauricio Rodríguez. No han sido pocos quienes han articulado un supuesto blindaje por parte del dueño del restaurante “Donde El Guatón” para poder mantener a Cortez al frente del comercio de La Serena.
No obstante, el empresario no era invencible y fue su inscripción errónea la que le pasó la cuenta. En el análisis de sus antecedentes no pudo certificar que era comerciante. Comenzaba la cuenta regresiva y la ventaja de los históricos.
Al enterarse de que sus horas estaban contadas al frente del organismo, Cortez no dudó en diseminar toda su artillería, aunque con clase. “Si hay que buscar artimañas para sacarme del puesto, éste está ciento por ciento disponible. No tengo problema porque esto es gremial”, aseguró traspasando la responsabilidad a sus victimarios.
A pesar que el argumento de no haber sido comerciante es válido administrativamente, no lo es tanto bajo el punto de vista gremial, pues el empresario de ópticas fue por dos años secretario de la Cámara y nadie le refutó nada. Con estos antecedentes sobre la mesa, se configura un escenario marcado por un discurso que no acompañó nunca los valores tradicionales de una entidad que lleva 81 años y que no está para enemistarse con otros estamentos.
Nicolás Yazigi tuvo un dejo de sinceridad y agregó que “todo se va juntado (por el tono utilizado) y muchos consideramos que no era lo más acertado, especialmente frente a la autoridad”. Carlos Orrego tampoco queda fuera del debate, ya que una de sus cualidades cuando estuvo al frente en dos periodos, fue su calidad y calidez al momento de buscar consensos. “Daniel enfatizó los requerimientos del sector con su carácter y personalidad (…) Los reclamos que hace son adecuados, pero no han ido con el espíritu de esta organización, pues dependemos del municipio y de otras entidades públicas”.
Y la acotación de Orrego no es aislada, ya que Raúl Saldívar no hizo distinción entre las aseveraciones de Cortez y las de la Cámara. “No nos esperábamos un tono como ese de una entidad con la que hemos tenido óptimas relaciones siempre, ha sido un poco destemplado, pero no hemos obtenido otras versiones, por lo que creemos que interpretan al resto del organismo”, precisó.
En todo caso, el propio Cortez, defendió a ultranza su estrategia y mencionó que una de sus grandes fortalezas había sido el énfasis dado a sus palabras. “Si no hubiese tenido ese tono, no habrían respuestas y quedó demostrado que ejercer ese método de presión permitió obtener algo, como la respuesta a nuestro petitorio y la conformación de Elqui Emprende. Este gobierno escucha en base a la presión”, manifestó en su última actividad pública, precisamente la del lunes recién pasado, cuando sesionó por primera vez el consejo de Elqui Emprende.
Cuando el resto de la directiva ya decidió que transitoriamente será Arturo Hanshing quien lidere la instancia hasta que no se lleven a cabo nuevas elecciones, Daniel Cortez, sigue paseándose por el centro de La Serena con la firme convicción de que hizo algo para cambiar al comercio. “Estoy de acuerdo que las instituciones quedan y los hombres pasan, pero para mantener a una institución, los hombres deben hacer más que marcar el paso”, fue su reflexión final, donde no deja de tener razón.
LAS FRASES DE SU PERIPLO
“Nos parece muy pertinente poder colaborar con este hogar (Redes) que es fiel reflejo de la protección a los niños de nuestra región”. 23 de diciembre de 2007.
“No queremos gente para la foto (políticos). Mi pregunta es ¿qué han hecho por esta ciudad?”. 9 de julio de 2008.
“Queremos que las autoridades despierten de esta siesta y lleven a cabo un trabajo conjunto”. 9 de julio de 2008.
“Es una vergüenza que las grandes cadenas digan que no hay un peso para ayudar (Hogar Redes). Eso no se puede hacer”. 9 de julio de 2008.
“Se presentará un recurso de protección por notable abandono de deberes en caso de que no haya una posición firme por parte de la autoridad comunal hacia nuestro petitorio”. 16 de agosto de 2008.
“Lamentamos que la salida de los carros verdes sea después de las elecciones, ya que la Cámara no busca favores políticos, sino que respuestas concretas. Hay una falta de valentía y poder de decisión de la autoridad comunal. Eso genera descontento en el comercio y el turismo”. 4 de septiembre de 2008.
“O llegamos a un acuerdo definitivo o este matrimonio se divorcia y cada uno sigue por su lado (ante críticas al interior del órgano privado). Seguiré trabajando por el comercio por éste u otro camino, porque la necesidad de muchos no la voy a dejar por algunos pocos”. 4 de septiembre de 2008.
“Hay una falta de respeto a los asociados, quienes estaban empezando a confiar en la Cámara. Es a ellos y no a mí, a quienes se les debe dar una explicación”. 11 de septiembre de 2008.
“Hay socios que están pidiendo explicaciones porque la Cámara de Comercio perdió el foco”. 11 de septiembre de 2008.
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