miércoles, 18 de julio de 2007

Harry Potter y la Cámara Secreta: Cuando las segundas partes son mejores que las primeras



Siempre se dice que las segundas partes de libros, películas, discos o videojuegos nunca son tan buenos como las primeras entregas. Sin embargo ese juicio a priori se desvanece luego de que Joan Kathleen Rowling nos deleitara con el segundo libro del súper héroe juvenil, el mago Harry Potter.

Así, Harry Potter y la Cámara Secreta (que en realidad debiera ser la Cámara de los Secretos, Harry Potter and the Chamber of Secrets), implica un viaje a historias mucho más elaboradas, trascendentes y tenebrosas que la Piedra Filosofal.

Esta vez la trama se concentra en una misteriosa cámara la que guarda oscuras situaciones que podrían poner en riesgo al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Harry no sólo se espantará al ver cómo el equipo de quidditch de Slytherin tiene como nuevo buscador a su archienemigo Draco Malfoy, sino que el padre de éste, Lucius, le ha regalado a todos sus integrantes las modernas y rápidas Nimbus 2001 con las que amenazan con destruir el reinado deportivo de Gryffindor.

No obstante, la misteriosa fuerza del mal encarnada por el maléfico Lord Voldermort logrará posicionarse dentro del centro de estudios y además posesionar a algunos miembros de la Casa de Gryffindor para llevar a cabo sus sangrientos planes.

Durante las 288 páginas no sólo será posible encontrar aventuras, miedos, temores y preocupaciones, sino que también historias que conmueven como la de Myrtle la Llorona quien perdió la vida hace cincuenta años debido a unos extraños y poderosos ojos que la tumbaron para siempre en el fregadero de las niñas cerca de las mazmorras de Hogwarts.

Será precisamente aquella fuerza la que tendrán que sortear Harry, Hermione y Ron
para devolver la tranquilidad y la seguridad en el estudiantado, pues los hijos de sangre sucia, es decir muggles, serán las próximas víctimas del heredero de Slytherin.

Historia con diferentes matices y alcances donde la Cámara Secreta, será el eje central. Ello porque medio siglo después de ser abierta por primera vez, las fuerzas del mal darán nuevamente la voz de alerta y cercarán las aspiraciones de paz dentro de la cotidianidad de Hogwarts.

Figuras emblemáticas de la primera entrega como Hagrid o el mismo Dumbledore serán cuestionados por el Ministerio de Magia y el Consejo Asesor de Hogwarts respectivamente, por el acecho de peligro de la Cámara Secreta.

El guardabosques Rubeus Hagrid será llevado hasta Azkabán por ser sospechoso, tras cincuenta años, de abrir nuevamente la Cámara. El mismísimo Cornelius Fudge, titular del ministerio lo irá a buscar a su casa, cerca del bosque prohibido, para llevárselo.

Por su parte Albus Dumbledore, director de Hogwarts será relevado de sus funciones luego de que el consejo al que pertenece Lucius Malfoy, determinara que no era capaz de hacer frente a una amenaza tan grande como la apertura de la Cámara Secreta.

Las situaciones dramáticas no quedaron ajenas al texto de J. K. Rowling, ya que en su afán por encontrar pistas para averiguar quién estaba detrás de la cacería de brujas de los sangre sucia, Harry y Ron se internan en el bosque prohibido donde tendrán un cara a cara con una araña gigante que Hagrid había criado desde pequeña, pero que los ve como carnada ideal para sus hijos e hijas.

Eso sí, Aragog, el nombre del arácnido, le dará detalles relevantes para entrelazar los datos que el mago adolescente necesita para descubrir quién está detrás de los hechos.

Relato sabroso de principio a fin que ata cabos en cada uno de sus capítulos y logra embelezar al lector a tal punto de que a medida que transcurren las páginas, los sucesos se aclaran y permiten ser por un instante un detective que debe supervisar el desarrollo de la investigación.

Porque con la Cámara Secreta se logra concretar una historia mucho más atractiva que la Piedra Filosofal, porque la muerte –un hecho que muggles, magos y humanos- tememos, se apodera de Hogwarts y logra hipersensibilizar nuestros sentidos y tenernos ansiosos hasta entender el insospechado final.

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