martes, 3 de marzo de 2009

El frenético debut de Aaron Regent


El vuelo no hizo escalas. Es precisamente esa una de las ventajas que tienen los aviones privados que las grandes compañías mineras disponen para sus máximos ejecutivos. Cerca del mediodía del pasado jueves hacía su arribo sorpresivamente a la losa del aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento de San Juan, Argentina, el recién asumido presidente y Ceo de Barrick Gold, Aaron W. Regent, quien el 16 de enero pasado había reemplazado en el cargo a Greg Wilkins, quien dio un paso al costado por “severas condiciones medicas”, aunque hasta el último día de su mandato cargó con la mochila de no poder hecho andar el proyecto Pascua Lama, pionero en el mundo por estar circunscrito al tratado binacional firmado por Chile y Argentina el 29 de diciembre de 1997.
Pese que es la cabeza visible de la mayor compañía minera de oro del mundo, prefiere marcar una diferencia con el resto de los Ceos, quienes no dudan en hacer públicas sus apariciones y encuentros con las autoridades. Pero Regent no, muy por el contrario, a bordo de un remís (taxi o auto de alquiler) llegó hasta la sede provincial del gobierno de San Juan donde lo esperaba José Luis Gioja y el ministro de Minería, Felipe Saavedra. Estuvo reunido por más de cuatro horas y nunca quiso mostrarse a la prensa. Su comitiva que conformaban el director del proyecto, Ron Keetles y los altos gerentes Kelvin Dusniski, Julio Claudeville y Hernán Zabala pusieron en jaque a los periodistas que esperaban su salida.
Pero su astucia, evidenciada en su salida por una puerta lateral, sólo pudo ser registrada por un avezado reportero gráfico del Diario de Cuyo que lo retrata detrás de unos árboles. Pero, ¿qué ocurrió en el despacho de Gioja? De acuerdo a los antecedentes entregados por conocedores del contenido de la reunión, Regent vino a hacer una fuerte ofensiva para destrabar los conflictos tributarios que en los últimos años ha impedido que el yacimiento de 18 millones de onzas sea explotado en la cordillera de Los Andes y que implica mantener “congelada” una inversión superior a los US$2.700 millones.
De acuerdo a los trascendidos, tanto Gioja como Regent estuvieron afinando detalles para el inicio de la iniciativa en abril próximo, para comenzar así con la construcción en septiembre.
Y la sonrisa final que marcó la despedida de uno de los hombres más poderosos del planeta con el gobernador sanjuanino, dan una señal clara que esta vez habrá la esperada luz verde que anhelan en Toronto, San Juan y Huasco.
Esta semana desde Londres, Inglaterra, adelantó que “aún estamos en discusiones con ambos gobiernos para obtener el mejor paquete posible. Vamos a continuar haciendo eso y creo que somos optimistas”, sentenció. Añadió que “nos gustaría tomar una decisión de producción pronto, ya que es un proyecto muy fuerte, con costos muy bajos y retornos muy atractivos”.
En caso de que haya una decisión favorable este año, la producción comenzaría a fines del 2012 o comienzos del 2013.

EXPERTO EN MINERIA Y FINANZAS
Pero ¿cómo un hombre tan joven (43 años) llegó a un sitial tan alto? Lo cierto es que capacidades no le faltan, pues a su corta edad ha logrado especializarse en administración minera y finanzas, lo que le ha dado la confianza necesaria para ponerse como meta reducir los costos de Pascua Lama, algo impensando en momentos de crisis económica. “Existe una posibilidad de bajar algunas de las cifras, en cuanto a eso, lo veremos el otro mes o luego”, declaró hace unos días.
Y es que a diferencia de Wilkins, quien sólo llegó a Argentina para la inauguración de Veladero el 12 de octubre de 2005, Regent quiso de inmediato tomar el control en terreno y conocer el proceso productivo.
Fue la misma Vicepresidencia de Asuntos Corporativos de Barrick Sudamérica, la que en voz de su titular, Rodrigo Jiménez, ratificó el motivo de la travesía. “La visita se enmarca en la gira de reconocimiento de las operaciones de la compañía tras haber asumido y con la que busca interiorizarse en terreno de las particularidades de cada operación y proyecto”, anunció.
En relación con Pascua Lama, dijeron que Barrick sólo se referirá al cronograma durante el segundo trimestre del año.
Y es que su celeridad para interiorizarse de la dinámica de las minas y establecer relaciones directas con sus subalternos ha sido uno de los sellos de Regent en cada una de las empresas que ha estado. Fue así como este contador público ocupó entre 1993 y 1995 la vicepresidencia senior y presidente de Finanzas (CFO) de Brascam Limited y CFO de Great Lakes Power Inc. La primera de ellas permitió la conformación de la gigante brasileña Electrobras y la segunda posee más de 200 años en la prestación de servicio de maquinaria pesada.
Su arribo a la minería se produce de la mano de Falconbride, donde llega a ser presidente y Ceo en junio de 2002. Sin embargo, tiempo después la empresa se fusiona con Noranda Inc., dando vida a Falconbride Limited de la cual nuevamente Regent es ungido con la máxima investidura de una firma diversificada con operaciones en 14 países y una fuerza laboral de 8 mil trabajadores.
Prueba de su gestión es que dejó a Falconbride como una “mina de oro”, la que pronto despertó el apetito de otros consorcios. Fue así como el 2006 la empresa fue adquirida por la anglo suiza Xstrata Copper en 27 millones de dólares canadienses, el precio más alto pagado por la compra de una firma hasta ese momento. Los atributos financieros y de mercado se hacían notar con la mano de Regent.
Posterior a ello es que se desempeñó como socio general señor de Brookfield Asset Mangement Inc. y como Co-Ceo del grupo de infraestructura de esa firma. Bajo su administración la empresa logró activos globales por más de US$90 mil millones y contratos de trabajo para 14 mil personas.

LA RECALADA EN TORONTO
Canadá es una potencia en materia minera, pues no sólo en ese país se hacen los principales encuentros mundiales de la actividad, sino que el 60% de las compañías más importantes están circunscritas dentro de ese territorio. Por ende no sorprendió que Aaron Regent se mantuviera en ese país y recalara en la que es hoy la mayor empresa aurífera del mundo, Barrick Gold. A su llegada dio sus primeras impresiones:
“Barrick es una compañía minera dinámica y un ícono dentro de las firmas canadienses. En estos tiempos en particular, el oro es un bien único como reserva de valor, que está surgiendo como una clase de activo con una importancia creciente. Estoy muy contento de unirme a la compañía en un tiempo, a la vez emocionante como desafiante, para la industrial del oro”, comentó a fines de 2008 cuando el presidente del directorio y propietario de Barrick, Peter Munk, lo eligió como su ejecutivo principal.
Munk tampoco se guardó palabras de elogio para su hijo pródigo. “Las destacadas capacidades estratégicas de Aaron y su orientación altamente enfocada a los resultados calzarán muy bien con la cultura corporativa única de Barrick”, precisó.
Agregó que “la profesional y rigurosa búsqueda de nuestro directorio por un nuevo líder culminó con alguien que creemos trabajará de manera efectiva y colaboradora con el equipo gerencial (…) Está altamente calificado para preservar la posición líder de Barrick y de llevarnos adelante”.
Lo cierto es que más allá de las palabras, Regent sabe que lo espera una tarea titánica, pues deberá lidiar con un escenario económicamente adverso, pero ampliamente conveniente para el oro que ha sido el único metal que sigue con valores récord. Y por eso es que será su capacidad para enfrentar la adversidad e invertir cuando nadie lo está haciendo, lo que marcará la diferencia, aquel toque que le significó ser elogiado por muchos y respetado por todos.

LOS NIÑOS Y EL BALLET
Los estudios superiores de este amante de los números y las matemáticas los cursó en el Instituto de Contadores Públicos de Ontario y del cual es miembro de los egresados desde 1991. Sin embargo, uno de sus grandes anhelos ha sido el perfeccionamiento y la especialización, especialmente en materias comerciales y tributarias. Prueba de ello es que obtuvo un Bachelor of Arts en la University of Western Ontario. Junto con ello Aaron Regent es presidente del Instituto para el Desarrollo del Níquel y del C.D. Howe Institute. Eso sí, también tuvo un vínculo con Chile, ya que fue parte de la junta de directores de la compañía minera Doña Inés que controlaba Collahuasi y que poseen con un 44% cada una AngloAmerican y Xstrata Copper, mientras que el resto pertenece a la japonesa Mitsui.
Pese a ser un hombre muy ocupado y solicitado, es parte del directorio de la fundación Sick Kids (niños enfermos) donde comparte su preocupación por los menores junto a los banqueros Bob Aziz y Tim Jockey, además los empresarios John Francis y Tom Long. Asimismo, cada vez que tiene tiempo lo dedica a disfrutar del ballet, apoyando al conjunto nacional de su país, Canadá.

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