
¿Se habrá imaginado George Lucas, ilustre cineasta estadounidense y creador de una de las sagas cinematográficas más importantes de la historia del Séptimo Arte, La Guerra de las Galaxias, que su denominación de las fuerzas malignas que acechaban a Obi Wan Kenoby, Yoda, Han Solo, la Princesa Leia y Luke Skywalker, tendrían resonancia para definir a los malvados personajes que a continuación conoceremos? Al parecer no, porque "El Lado Oscuro de la Fuerza" no sólo tiene significancia en las salas de cine, videoclubs, dvd´s o vhs, sino que en el rincón más escondido de este puerto que se cae a pedazos. Tres herederos del Gran Emperador pululan por las frías calles de Centenario, Pedro Montt y Barros Luco buscando a su próxima presa. ¿Será usted, seré yo, quién?
Lo cierto es que en octubre del 2006 las pantallas de Canal 2 de Televisión San Antonio, un espacio donde converge lo más propio de nuestra idiosincrasia sanantonina cobijó a un personaje funesto que durante los últimos años había pasado sin pena ni gloria por algunas radios y el propio medio audiovisual.
Su figura, su semblanza, su carácter y sobretodo su estilo directo, ordinario y grotesco devolvieron a los sanantoninos al periodo más esplendoroso de Eduardo Guillermo Bonvallet, el pseudo comentarista deportivo, pseudo entrenador y fracasado jugador nacional que hizo el ridículo en el Mundial de España 82 al igual que el resto de los dirigidos por Luis Santibáñez. El Deja Vu era evidente.
Su nombre: Jorge Acevedo. De figura menuda, lentes que le cubren un ojo caído por la diabetes y siempre con papeles en la mano, porque si hay que reconocer algo es que siempre tiene antecedentes nuevos que aportar y los enuncia con fundamento, éste comenzó a despotricar contra todo plan de emplazamiento de un recinto de azar en la ciudad.
Anteriormente les comenté que el trío del demonio como se les ha llamado un par de veces, estaba integrado también por otros dos singulares "empresarios" de la zona: Luis San Martín y Alberto Tapia. Uhmmmmmmmmmmmmmmmmm algo me huele raro en todo esto!!!!!!!. Y cómo sería de otra forma si al tal San Martín era primera vez que lo nombraba y al tal Alberto Tapia no me sonaba ni por si acaso.
Pero como buen periodista o mal encubridor de secretos según se le quiera ver, intenté averiguar quiénes eran realmente estos personajillos que reventaban el ráting del alicaído canal que pasaba por su época más dura en cuanto a auspicios.
Partamos por quien da la cada lunes y jueves a las 22 horas: Jorge Acevedo. Este lacayo de los intereses empresariales de nuestro querido puerto ha estado por más de veinte años en algunos medios de comunicación nacionales y comunales. Sin duda su mayor logro fue haber sido contacto de cancha en la década del ochenta cuando Julio Martínez, Pedro Carcuro, Sergio Silva y Sergio Livingstone la rompían en las emisoras santiaguinas con la transmisión del campeonato nacional de fútbol.
Una vez ya habiendo recalado en este puerto, dio un giro descabellado hacia el acontecer político local generando un monólogo donde no dejó títere con cabeza debido a su fiereza al momento de denunciar irregularidades, mediante los micrófonos de la extinta radio Océano, propiedad del cadáver político Carlos Hidalgo.
UNO QUE TIENE LA LENGUA MÁS LARGA QUE EL BILLETE
Luis San Martín, ¿qué se puede decir de él? Que en su rol de empresario ha sido quien ha llevado la batuta en las acciones legales para detener el proyecto de 25 millones de dólares que ha impulsado Ivisa.
Además posee importantes inversiones en la zona, siendo la más relevante el Café Caoba de Llo Lleo y San Antonio, así también en marzo de 2006 fue víctima de un confuso incidente en su casa cuando un grupo de delincuentes (La banda de los Juan Gallo) violentó a su esposa e hijos para luego robar especies y joyas avaluadas en 25 millones de pesos.
Según las malas lenguas, este importante hombre de negocios quien ha dicho a los cuatro vientos que la instalación de un casino en el Paseo Bellamar impediría la visibilidad desde la avenida Ramón Barros Luco, contrariando así el plano regulador, estaría total y absolutamente quebrado. Ante ello habría recurrido a un viejo y conocido hombre de préstamos: Alberto Gabriel Tapia Carrasco.
EL PELIGRO ME ACECHA
Debo reconocer que hace unos años supe de la existencia de un tipo muy peligroso, por su supuesta condición de mafioso, usurero y narcotraficante, o sea, quien la movía en San Antonio. Pero no supe hasta el año 2006 que su apellido no era "Cordero", como todos le decían, sino que Alberto Tapia, flamante empresario de transportes.
La primera vez que lo vi eran más de las siete de la tarde, venía de grabar para el programa "Sin-Vergüenzas" y hacía frío, mucho frío. Quizás por esa razón, Alberto Tapia estaba envuelto en un abrigo café y su prominente pelada la tapaba con un gorro de lana, que no hacía para nada juego con su vestimenta.
Sus ojos engañadores y furiosos, por un instante se detuvieron a través de la ventana del auto en mi humanidad. Supe de inmediato que ese tipo no era de los mejores ni los más limpios. Una de mis acompañantes de inmediato me alertó de su presencia: "mira quién está ahí, el Cordero, el dueño de San Antonio, todo el mundo le debe plata a él, no hay nadie acá que no le deba". Yo, choro de puerto, le contesté "ustedes le deberán, yo no le debo nada". Raudo bajé del vehículo y sin mirarlo jamás entré por la puerta principal del Canal 2. Reconozco que tuve temor de que ese tipo estuviera tan cerca mío y que intuyese mi ánimo de sublevación provocado minutos antes en el auto.
Socio mayoritario de la Sociedad de Radio y Televisión San Antonio Limitada (léase Canal 2 y Radio 93.3 FM), este empresario se ha hecho acreedor de una fama nefasta en base a una, según muchos coinciden, operación de venta de facturas, boletas y sobretodo préstamos ilegales.
Como si fuera poco la política ha sido un campo en el que Alberto Tapia tampoco ha dejado de explorar. Sin ir más lejos durante las últimas elecciones municipales del 2004 apoyó económicamente, junto a un grupo de inversionistas (entre los que se encontraba el propio Luis San Martín, Cristián Ovalle, Jorge Valdebenito, Jorge Acevedo y Juan Azócar), al actual jefe comunal Omar Vera Castro.
No es un misterio que tras quedarse con el sillón alcaldicio sanantonino, Vera les dio la espalda en su proyecto estrella: el apoyo político a la propuesta de casino que se ubicaría en Pelancura, camino a Cartagena.
Qué pequeño es el mundo!!!!!!
Ahí estaba la respuesta a tanta persecución y obstinación a que no se construyese el centro de juegos y apuestas.
A su haber, ya se cuentan dos "triunfos morales", ambos con resultados de paralización del proceso de licitación y obras.
El primero ocurrido en noviembre del año pasado, es decir, a sólo semanas que se adjudicaran las nuevas plazas por parte de la Superintendencia, y que habló de la paralización de dicho proceso, luego que el Sexto Juzgado Civil de Santiago acogiera un recurso de protección presentado por Thunderbird, los canadienses que quedaron fuera de competencia con su proyecto de azar en Algarrobo.
El segundo en tanto estipulado por el Segundo Juzgado Civil de San Antonio y ocurrido la semana recién pasada que detuvo las obras por supuestas irregularidades sufridas por el plano regulador al cual se le habría borrado en su publicación en el Diario Oficial "que ninguna construcción impida la visibilidad al mar desde la avenida Ramón Barros Luco".
Al parecer las influencias de este oscuro espectro de maldad, interés y desidia terminará por sepultar las expectativas de todos quienes alguna vez soñamos con tener un polo de desarrollo como un casino o un centro comercial acorde a las necesidades de una ciudad con carencias, hay que reconocerlo, pero con avidez de surgir.
La última apuesta de la noche implicaría que al Ivisa no tener el capital ni los recursos para empezar a construir, la Superintendencia y la Municipalidad deberían presionar a la firma argentina para que traspase los papeles de adjudicación a otros socios. O sea, que venda su parte.
Adivinen quiénes entrarían a la nueva licitación coo principales interesados en explotar el rubro de las apuestas. Jaque mate, este juego ha concluido.