viernes, 26 de diciembre de 2008

Isabel Margarita Coll: La bancaria que conquistó el corazón de Limarí


Hay que ser sinceros, llegar hasta el Parador Curantú no es fácil. De partida hay que asomarse a cada callejuela que intersecta la avenida principal que da hacia Pedregal de Rapel, un pueblito perteneciente a la comuna de Monte Patria. Pero para que se hagan una idea, después del puente Río Tomes y tras apreciar una pirca rosada, se encuentra la calle Los Nísperos. Hay que subir un estrecho camino de tierra que gracias a las sombras de unos árboles refresca nuestro atareado recorrido, que a esa altura resulta sofocante por el intenso calor.
Después de un par de vueltas, se halla uno de los sitios revolucionarios en materia de turismo rural, pues presenta una alternativa nueva y novedosa que sólo se entiende por el carácter familiar que se crea entre residentes y visitantes.
Es así como a nuestro arribo a quien primero vemos es a Isabel Margarita Coll Gaete, quien como si fuera nuestra madre, tía o abuela, nos recibe con un afectuoso abrazo que hace, paradójicamente, más cálido el ambiente. “No se preocupen que los perros no son bravos”, nos dice, mientras vemos a tres canes de raza Kuvasz, más conocidos como pastores húngaros. Parados miden sobre 1,70 metros por lo que intimidan, aunque sus cariñosas lenguas que traspasan el protocolo inicial, los hacen especiales, al igual que esta hacienda.
Y es que Curantú tiene su historia. De partida el nombre está muy ligado a la cultura mapuche pues significa preparación en muchas piedras. Y es precisamente ese objetivo, porque el tiempo en el parador se detiene y nos devuelve a fines del siglo XIX, época donde hicieron su llegada familias españolas que dieron vida a lo que hoy es el valle más pujante en materia agrícola. Pero aún no es tiempo de introducirse en la historia de esos forjadores, ya que Isabel Margarita nos presenta a Lupe Cortés, su mano derecha para mantener este predio de dos hectáreas donde se aprecia una piscina que invita a sumergirse y una hamaca que recuerda que las horas y los días pueden pasar sin que nos demos cuenta.
Es hora de almuerzo y como aperitivo nos sirven un jugo de ciruelas recién hecho. Pero lo mejor estaba por venir, pues el almuerzo está casi listo. “Siéntense donde quieran”, nos invita Isabel Margarita o la Chabe como le gusta que le digan. Y para deleite nuestro, y tal como muchos de los Coll, Juliá. Bou y Prohens agasajaron hace siglos a sus comensales, la paella fue la carta de presentación de la gastronomía de Curantú.

DE LOS NÚMEROS A LA TIERRA
Dentro de un relato y una narración debe haber una historia interesante y parte de ella la comenzamos a conocer en la mesa donde degustando una cebolla en escabeche y un ají propio de la casa, sabemos algo de los pasajes que llevaron a Isabel Margarita a dejar de lado su vida en la ciudad y a poco andar, incorporarse al directorio del programa Limarí Emprende.
Con esta emprendedora podríamos haber estado conversando toda la tarde, porque sus narraciones dan cuenta de espacios temporales que unen a tres generaciones. De hecho, cuando era pequeña vivió durante toda su infancia en un predio que su familia paterna Coll Juliá, tenían en Pan de Azúcar. “Allí conocí y me impregné de lo que significaba el campo y me enamoré”, recuerda con nostalgia.
No obstante su amor por los animales y los cultivos, que perduran desde siempre, terminando el colegio sobrevino la repentina muerte de su padre, situación que, al igual que sus dos hermanos Alfonso y Gaspar, debieron cambiar sus proyectos de vida, lo que los obligó comenzar a trabajar para mantener a la familia conformada por su madre viuda sus dos hermanos y tres hermanas bastante menores, Maria Angélica, Beatriz y Gabriela.
Fue así como llegó hasta el Banco Central donde se especializó en los créditos de la Asociación Interamericana de Integración (ALADI) donde interactuó con reconocidos economistas nacionales como Enrique y Jorge Marshall, Roberto Zahler y tantos otros. “Si bien no terminé la carrera me mantuve durante 36 años”, asegura Chabelita, quien tiene una memoria única, ya que corrobora su ingreso al organismo en octubre de 1963.
Pero algo le faltaba en su vida, pues en su interior sabía que debía dar otro paso, uno más trascendental y simple.

LA VOLTERETA DE LA REFORMA AGRARIA
Con la llegada del nuevo milenio, las energías se renovaron y se redoblaron los esfuerzos para dar ese giro trascendental. Esto porque en 1999 Isabel Margarita renuncia al Banco Central y se empeña en volver a la Región de Coquimbo, pero no al antiguo predio de Pan de Azúcar, sino que a Monte Patria, donde uno de sus tíos tuvo un terreno que fue entregado a los campesinos con la promulgación de la Reforma Agraria. Si bien aún no sabe qué la motivó a internarse en el corazón de la provincia de Limarí, acuñaba en su corazón la intención de radicarse en la zona.
Fue así como un día se presentó ante “Chilín”, hijo de un ex trabajador del campo, quien desencajó a Chabelita con sus palabras: “Estaba esperando a una persona como usted para venderle el terreno”. Dicho y hecho.
Tras los trámites legales, Isabel Margarita comenzaba a “colonizar” estas tierras tal como lo hicieron sus antepasados hace dos siglos.
Y es que si se trata de historia, la sangre mallorquina que corre por sus venas está lejos de esfumarse. Tal como a fines del siglo XIX cuando Gabriel Coll Dalmau pisó las tierras regionales tras ser contactado por un sacerdote que le encomendó reconstruir la línea férrea que unía a Combarbalá con Illapel, la Chabe quiso reconstruir una línea turística nueva.
“Quise encontrarme con la paz y con mis sueños, aquellos que acuño en mi interior, para así reconciliarme con la naturaleza y sentirme parte de ella”, escribió en la página web que da vida a ese punto turístico (
www.curantu.cl).
Pero en esta narración no hay que olvidar que para formar una familia se necesitan dos. Es por ello que el joven Gabriel Coll Dalmau tuvo a su fiel compañera encarnada en Isabel Juliá Gomila, quien llegó producto que los cultivos de vides en Mallorca fueron atacados por la filoxera. “El mismo cura que trajo a mi abuelo le dijo que el clima en la zona era similar al de Mallorca, así es que se vinieron”, cuenta.
De esa unión nace el padre de Isabel Margarita, Alfonso, quien posteriormente se casa con María Angélica, quienes agrandan la familia con el nacimiento de seis hijos: Manuel Alfonso, Isabel Margarita, Gaspar Domingo, María Angélica, Beatriz y Gabriela Antonieta.

LOS ANHELOS DEL CROCHET

Durante estos ocho años que lleva promocionando el turismo rural del parador Curantú, Chabelita no ha olvidado a aquellas mujeres que cuando llega la temporada de cosecha de vides les toca estar extensas jornadas bajo el sol para generar un ingreso extra. Fue así como formó un taller junto a 10 de esas temporeras con las que teje a crochet y ha dado a vida a mantas que ya han concitado la atención del extranjero. Prueba de ello es que han exportado unas cuantas a Canadá a través de Tratados de Comercio Justo, acuerdo que ayuda a generar buenos precios a aquellos microempresarios que recién comienzan en la gestación de negocios.
Sin pecar de soberbia y mientras mira los entrelazados de las mantas, abre su corazón a las expectativas futuras: “Ojalá que pudiéramos ampliar la oferta y convertirla en un canal constante de comercialización que permita a estas mujeres dejar de ser temporeras”, reflexiona.
Siguiendo con su visión ambientalmente amigable con el entorno es que junto a 21 microempresarios del Limarí, aglutinados en una cooperativa que nació bajo el paraguas de Limarí Emprende con fondos aportados por Sercotec, desean implementar para sus respectivas empresas paneles solares que disminuirán en más de un 50% sus cuentas de luz.
Al pasar las horas el sol comienza a descender en intensidad, lo que es una prueba irrefutable que es hora de partir. Atrás quedarán los cientos de pollitos, conejos y aves que conocimos en Curantú. Para qué decir de los enormes perros de Chabelita o de las ciruelas y damascos que nos refrescaron cuando la sombra era escasa.
Mientras nos despedimos, Isabel agita sus brazos y nos dice que volvamos cuando queramos. Más allá de palabras de cortesía es un gesto de una persona satisfecha que creyó en sus sueños y anhelos. Y que, mejor aún, los hizo realidad.

SUS DESAVENENCIAS CON EL PARQUE
Uno de los capítulos que incomodan a Isabel Margarita es el uso que se le ha dado al parque que su padre junto a sus tíos Anita, Fernando, Gabriel y su abuelo Gabriel Coll Dalmau, donaron a la municipalidad de La Serena. De a acuerdo a su perspectiva, actualmente no se estaría respetando la intención que estos hijos de mallorquines tuvieron como objetivo inicial. “La donación se hizo con dos propósitos: honrar la memoria de mi abuelo Gabriel Coll Dalmau y entregar las casi 51 hectáreas para bosque y parque de manera que pudiera ser visitado gratuitamente por los habitantes y pobladores de La Serena y la región. Nada de eso se ha cumplido”, reitera con una posición rígida que ha conocido de cerca el alcalde Raúl Saldívar y funcionarios de la Intendencia, con quienes se ha reunido.
“Quiero llegar hasta las últimas instancias para que se cumpla el objetivo por el que fue entregado a la ciudad de La Serena”, corrobora Chabelita. “Mi único objetivo es que se instaure un espacio donde todos puedan disfrutar de sus rincones”, finaliza.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Los secretos que aún esconde Barraza


Nadie nos espera, no hay vendedores ambulantes ni menos grandes centros comerciales. Y es que llegar hasta la localidad de Barraza, ubicada en Ovalle, es como retornar a los inicios de la Conquista donde los españoles eran apoyados por los criollos en su lucha por relegar hacia el sur a los fieros indígenas. Los recuerdos se dejan sentir en cada una de las piedras que por siglos han permanecido sigilosas ante el paso de caballos, carretas, bicicletas y ahora último, vehículos.
Los ventarrones poco a poco se encierran en un casco histórico que no es más que la suma de tierrosas callecitas que albergan una que otra cortina desteñida por los efectos de un sol inclemente que obliga a refugiarse en las casas de adobe que aún se mantienen en pie. Y por qué no en aquellas que han sido remodeladas, pero que se mimetizan con los colores barrosos del siglo XVII. Pero no hay que subestimar a la cultura que por más de cinco siglos acompaña el andar de los barracinos.
Tal como un día lo pensó Antonio Barraza Crespo cuando llegó a este inhóspito territorio a inicios del 1600, la localidad necesitaba la ayuda de todos para mantenerse en pie. Esto, porque la principal amenaza era el actual emplazamiento del río Limarí, que hizo de las suyas en incontables ocasiones al desbordarse y llevarse consigo estructuras completas.
Por ello, este comendador -que tenía fuertes lazos con la corona española- levantó junto a sus hombres una iglesia para que los poderes divinos le ayudaran a combatir los efectos de la naturaleza. La llamó Parroquia de la Villa San Antonio del Mar y a Purísima Concepción, pensando que la conjunción de nombres erigiría una rígida fortaleza capaz de ganarle al agresivo afluente.
Las faenas de construcción se iniciaron en 1630, fundándola en 1631 y sólo terminándola en 1660. Las misas se hacían con agrado y las poco más de 200 personas que residían hacían rutinarias las jornadas dominicales de peregrinación hacia el templo. Eso sí, la naturaleza les tenía guardada una no muy grata sorpresa, ya que en 1690 el desborde del Limarí dejó al pueblo sin su más preciado tesoro: Su iglesia.
Pero con el tesón español que lo acompañó hasta el último de sus días, el obcecado Barraza Crespo la reedificó en 1691 para finalizarla en 1712. El círculo de la vida a veces guarda amargos pasajes como cuando el reconocido arquitecto italiano Joaquín Toesca tuvo que hacerse cargo de la tercera reconstrucción tras una nueva irrupción ribereña.

ENTRE TESOROS Y SANTOS
El año pasado se celebraron 30 años desde que la Iglesia de Barraza fue denominada patrimonio nacional. Lo cierto es que esta enigmática estructura sorprende con sus aún rígidos muros de adobe que poseen 1 metro de ancho y están entrepintados con colores originales de tonalidades pasteles. Incluso, un ángel sobre el altar parece darle la bienvenida a los visitantes con una leve sonrisa y una mirada perdida apuntando hacia un armonio que fue relegado a observar cómo pasan los años.
Patricio Olivares, oriundo de la zona, nos comenta que durante décadas buscadores de fortunas se adentraron en las dependencias divinas con la intención de encontrar el tesoro que piratas ingleses habían enterrado tras sitiar Coquimbo. “Pero nunca nadie encontró nada”, manifiesta sin dejar de mirar el piso.
A poco andar, las tumbas de familias connotadas de la época como los Barrios, los Durán o los Covarrubias, acompañan los recuerdos de una ciudad que lejos de entrar en el olvido, aguarda una de sus más afanosas luchas: Convertirse en zona típica.

LOS PASOS DEL PADRE PABLO
La ofensiva Aliada para derrocar al régimen nazi que atemorizaba a Europa en 1945 hizo que el sacerdote Pablo Diehl, dejase su Alemania natal para cruzar el océano Atlántico e instalarse en Barraza a done llegó en 1946. Esos miles de kilómetros no impidieron que este carismático hombre de fe se ganara el corazón de los habitantes de la localidad con quien aprendió a decir sus primeras palabras en español. Fue él mismo quien arreglaba el tejado cada vez que sucumbía por el peso de los años.
Su presencia hizo de los barracinos unos nuevos aspirantes a las creencias de Dios y a masificar las peregrinaciones durante las fiestas populares. “A él le regalaron el armonio que está en el museo”, cuenta Marcelo Carvajal, encargado del lugar, al que llegó hace seis años.
Con la muerte del padre Pablo en mayo de 1973, pareció que Barraza jamás lograría establecer esa conexión espiritual. Nadie discute que costó y que la huella de esta alemán de lentes gruesos y mirada fija sería difícil de enterrar. Y es que el cariño logrado y la influencia en dos generaciones no era obra de unos años, sino que de casi treinta.
En 1993 el Fondo de Desarrollo de la Cultura y las Artes financió un museo que recuerda los pasajes más importantes del pueblo donde se encuentran casullas sacerdotales del siglo XVIII, los primeros libros de bautizo y de matrimonio de 1698, los planos del pueblo y candelabros que nunca pudieron restaurarse tras el terremoto que afectó a Punitaqui en 1997.
Pero hay quienes han sentido pasos dentro de esta estructura. Incluso, los más temerarios que han observado hacia el interior cuando ya ha pasado la medianoche, aseguran haber visto al padre Pablo divagando por el lugar supervisando sus antiguas partencias. “Yo por lo menos nunca he visto nada, a lo más hay murciélagos (…) Es sólo una leyenda”, corrobora Carvajal.

LA DECAPITADA Y LOS DUENDES
Pero más allá de si es cierto o no, Barraza está lleno de mitos y creencias que dejan espacio a la duda. Es así como dentro del restaurante Cabildo Abierto existe un mural donde se personifica cada una de las leyendas con la que han crecido todas las generacion generaciones. Entre las más impactantes está la de los tres pequeños niños que al ser alcanzados por un caballo desorbitado murieron arrastrados por el animal en plena época de Conquista. No son pocos quienes aseguran que en ciertas tardes de niebla se pueden apreciar tres duendencillos que aparecen jugando con una cuerda. Supuestamente la que los mató.
Otro de los más recordados pasajes narrativos tiene que ver con una horrorosa muerte sentimental. Le ocurrió al comendador Sánchez Ordóñez quien encontró a su mujer engañándolo con un subalterno en los potreros de su hacienda. La reacción fue inmediata, decapitó a la infiel, apagando su sufrimiento con charcos de sangre derramada en una pila de paja. “Dicen que la mujer ahora aparece con la cabeza entre las manos”, rememora Patricio Olivares, dueño de Cabildo Abierto y a quien su abuelo le contaba estas historias cuando no podía dormir.
Así se suman otras como la gallina castillana que anda con pequeños pollitos dorados y donde comentan que quien la sigue encontrará el tesoro dejado por piratas que arribaron a la zona tras sitiar Coquimbo. Otra es el desplazamiento de una carroza con una novia dentro que enloqueció porque no pudo contraer el sagrado vínculo con su amado.
Patricio Olivares desean teatralizar todas estas historias en un anfiteatro que proyecta levantar hacia el 2010 y con una capacidad para 80 personas. “Queremos rescatar los mitos y leyendas del pueblo. Por lo menos ya hay material de apoyo y registros que avalan las narraciones, así es que llevarlo a las tablas será mucho más atractivo”, dice.

SABOR ÉTNICO
Para cualquiera que se halle en este pueblo ubicado a 30 kilómetros de Ovalle, y quiera probar la gastronomía local, el sitio indicado es el ya mencionado Cabildo Abierto. Pese a que el centro de expendio de comidas lleva apenas un año, la tradición de la familia Olivares Tabilo es centenaria. Esto porque el primer Tabilo fue un indio traído por Antonio Barraza Crespo y que se llamaba Lorenza –con a- y que llegó con cuatro mujeres. “Tenemos un pasado acá de siglos, lo que nos arraiga mucho más a esta tierra”, sostiene Patricio.
Su madre Aurora es la propietaria de la casa y es la encargada de complacer a los comensales con las más deliciosas preparaciones, especialmente luego de que éstos aumentaran de 80 a 220 por fin de semana, tras la emisión un programa de televisión que contó sus anécdotas. “Si bien no estábamos preparados para un alza tan importante, el cariño de la gente nos incentiva a seguir. No nos podemos quejar, hemos tenido muchas visitas y estamos haciendo algo que nos gusta”, añade la señora Aurora.
Entre los principales platos que se encuentran en este local lleno de maderas naturales de la zona, está la cazuela de ave, cabrito a las finas hierbas, ternera campestre, empanadas de camarón de río, pan amasado y postres. Todo por menos de $5 mil.
“Con esta apuesta queremos devolver a Barraza todo lo que ha olvidado, resaltar sus valores patrimoniales, culturales e históricos”, asevera Patricio, quien en todo caso, espera emprender el vuelo antes que se consolide el local, pues sus 14 años fuera del país lo llaman a fortalecer ese espíritu patiperro, aunque siempre con su Barraza en el corazón.

LAZOS PRODUCTIVOS
En Cabildo Abierto no sólo se encuentra espacio para disfrutar de una de las mejores gastronomías del Limarí, sino que también para el emprendimiento. Es así como han formado lazos con dos organizaciones de artesanos Fénix y Morieh donde venden las más bellas manualidades. “Lo importante aquí es la asociatividad y la colaboración”, resalta Marta Rodríguez, quien trabaja junto a su marido Víctor Cid en esta última agrupación. “Nosotros estamos devolviendo la mano a jóvenes a quienes les enseñamos nuestro arte”, confirma Cid, quien se ha especializado en la piedra combarbalita. Ana Fuenzalida -de Fénix- trabaja con lapislázuli, plata nacional y piedra natura.

Constructora e Inmobiliaria Elqui: Creando e innovando para la región


1988 sería un año de cambios. Mientras el país entraba a una etapa clave de su sistema político a través de un plebiscito, un joven ingeniero civil que hizo la mayoría de sus estudios en Concepción se desplazó 987 kilómetros para dejar atrás días lluviosos y bajas temperaturas para instalarse en una de las zonas que desde hacía dos décadas acaparaba la atención de miles de visitantes nacionales que habían encontrado en sus paradisíacos rincones una tranquilidad envidiable y un excelente clima que la hacían visitarla de vez en cuando.
Era Jorge Páez Guzmán, quien vio en el rubro inmobiliario una muy buen alternativa para ganarse la vida. Y, favorablemente, había elegido una zona con amplios potenciales para desarrollar ese rubro. Él mismo reconoce que en su corazón poco a poco comenzó a gestarse un sentimiento especial por una región que contrastaba con la que él había contemplado por años.
Fue en esta ciudad donde formó uno de sus mayores orgullos junto a su socio local, Patricio Rojas Sáez: Constructora e Inmobiliaria Elqui, la que hoy goza de excelente salud, a pesar de los vaivenes económicos que han amenazado con hacer tambalear hasta a los avezados empresarios. Sin embargo, por estos días están de fiesta y celebran veinte años desde el puntapié inicial.
Pero antes de comenzar a invertir y a trazar lo que sería el futuro de la empresa, había que definir una línea de trabajo y una política de construcción. No pasaron muchas semanas cuando ambos propietarios idearon un concepto que lo mantienen hasta hoy: Innovar con calidad.
Si bien el propio Páez reconoce que el modelo arquitectónico que se aplicaba a fines de los ochenta contrasta con el que actualmente ejecutan, siempre el factor común está en hacer las cosas mejor que el resto. “El esquema arquitectónico durante estos veinte años ha ido cambiando, porque este sector es muy dinámico y siempre se adecua a los atractivos que queremos entregar a la comunidad. Se ha enaltecido temas innovadores dentro de la vivienda, aunque sin descuidar la calidad”, precisa Páez.
Con la temática definida, sólo bastaba con poner en marcha las primeras iniciativas. Por esta razón es que se dio un especial énfasis en levantar espacios residenciales que confluyeran posteriormente en más inversión. En definitiva, crear barrios residenciales donde antes sólo abundaba el pasto.
Así sucedió con uno de sus más reconocidos proyectos desarrollados y que tiene que ver con el Conjunto Habitacional Barrio Universitario, cuyo emplazamiento fue en el camino antiguo Las Parcelas y rebautizado hoy como avenida Guillermo Ulriksen.
Fueron más de ocho años de trabajo en el lugar donde se abrió un potente polo de crecimiento urbano logrando una evidente conectividad de 600 casas con el centro de La Serena.
Pero esta primera apuesta no fue fácil, porque para gozar hoy de un sitio consolidado como fuente de inversión inmobiliaria, hubo que desembolsar bastante dinero para hacer grandes rellenos, muros de contención y movimientos de tierra. Pero esos escollos no movieron un ápice el objetivo de iniciar la expansión territorial de la ciudad.
Durante los años 2005 y 2007 hubo dos nuevas propuestas que afianzaron el desarrollo urbano, a través de los condominios de departamento del Barrio Universitario I y II.

UN BARRIO PARA LA CLASE MEDIA
Con la llegada de los grandes centros del retail a la zona centro de la capital regional y la cada vez más abundante migración hacia la Avenida del Mar del estrato más acomodado de la sociedad, Patricio y Jorge entendieron que a esta segregación social se sumaban los sectores más carenciados ubicados en zonas periféricas como Las Compañías o La Antena. Pero para cerra el círculo hacía falta una señal para que la clase media no se fuera a Coquimbo.
Con esa intención nació el Conjunto Residencial Serena Oriente I, que se emplazó adyacente a San Joaquín, construyendo más de 500 casas. “Queríamos fortalecer a Serena Oriente como un sector residencial para la clase media”, rememora Páez.
Atendiendo la buena acogida que tuvieron las viviendas, hoy en día ya se encuentra en marcha la segunda etapa que se ubica en avenida Cuatro Esquinas con Guillermo Ulriksen. Para esa fase se consideran 282 casas de entre 74 y 134 metros cuadrados.

EL TOQUE MÁGICO
El hecho que La Serena haya sido elegida la mejor ciudad para vivir, de acuerdo a un estudio reciente, sólo marca la tendencia de un apetito por llegar e instalarse con camas y petacas. Así lo han entendido muchos que después de años de trabajo han dejado en el baúl de los recuerdos peligrosas y sacrificadas exploraciones bajo tierra o toda una vida como esclavo de una oficina.
Y es que según la consultora Atisba, la capital regional capta demandas de primera y segunda vivienda de gente de Santiago y de la zona norte del país, específicamente Antofagasta, Calama y Copiapó.
El arquitecto y experto en urbanización, Iván Poduje, pronostica que hacia el 2020 la población de la conurbación La Serena – Coquimbo llegará a 514 mil personas, correspondiendo al 63% de la población regional. “Habrá un fuerte incremento en la gente que se apresta a llegar, por lo que hay que definir cuáles son los sitios con mayor potencial. Yo creo que es el sector Peñuelas – La Cantera, donde veo el arribo de centros comerciales y supermercados, que cubrirán las demandas de esas personas”, precisa Poduje.
Esta tendencia a ampliar el espectro de habitantes hace que muchas inmobiliarias provean de atractivas ofertas para captar ese nicho. Por ende, para evitar perder mercado o tener que rebajar en exceso los precios de las residencias, hay que marcar la diferencia y una de las mejores formas que ha logrado incorporar Constructora Elqui a sus sistema de trabajo es en la optimización del producto final.
“Toda la electrificación, la telefonía, la televisión y los cables son subterráneos, de manera que el cliente ve todo más despejado. Eso no se ve en otros proyectos donde se aprecia que está todo a la vista, ya que se siguen manteniendo cables en desuso y no lo retiran”, agrega Jorge Páez.
Este adelanto tecnológico le ha traído buenos dividendos, ya que los mismos clientes prefieren instalaciones sin contaminación visual. “Esto lo hemos hecho sin subir los precios (…) Y a pesar que esta apuesta puede llegar a costar cinco veces más de lo normal, pero estamos conformes porque estamos modernizando para la clase media”, explica el ingeniero.

LOS ALTIBAJOS
Jorge Páez y Patricio Rojas saben lo que son los golpes externos que cíclicamente cada una década se encarga de dar la economía mundial. Fue así como a fines de los noventa y cuando nuestro país comenzaba a sentir los severos efectos del desbalance de las bolsas asiáticas, Constructora Elqui tuvo que paralizar por cerca de 10 meses. “No se ejecutó ningún proyecto nuevo y no se vendió una sola casa”, recuerda Páez.
Para ello, el empresario tuvo que recurrir a expender saldos para mantener la firma. Por esta razón es que hoy muestra un evidente respeto a estos temblores bursátiles.
Y no es el único, porque Lorenzo Constans -presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, de la que Páez fue timonel de la Delegación La Serena entre el 2006 y el 2008- ha reiterado su visión crítica al respecto anunciando disminuciones de venta en torno al 15% hacia finales de año. “Seremos una de las actividades más golpeadas con esta crisis”, aclaró Constans a los medios nacionales la semana pasada.
Por ello, Páez cree que el empresariado regional aún no le toma el peso a lo que significa el poner en riesgo a un sector que crece anualmente a tasas del 8%. “Los empresarios regionales no han tomado con la seriedad que corresponde esta crisis, que en algún momento se va a sentir”, reitera Páez, quien sentencia que las velocidades de ventas se podrían reducir toda vez que la menor opción de acceder a un crédito podría mermar los proyectos inmobiliarios que terminan en diciembre.
Si bien en Constructora Elqui tuvieron la visión de empresa de encontrarse sin un stock muy grande, eso no ocurre con otras firmas. “Si esto continúa y no hay claridad en los créditos hipotecarios, habrá serios problemas para continuar con las iniciativas. A las empresas no les van a entregar créditos mientras no solucionen su stock”.
En todo caso y mirando la carpeta de su último orgullo, el Complejo Barrio Universitario III que significará el desembolso de cerca de US$50 millones para desarrollar ocho etapas de construcción en altura, Jorge Páez planifica sus próximos pasos, los que de seguro, tendrán las mismas características que han izado a su empresa como una de las más sanas de la zona: Trabajar fuerte, con seriedad, innovando y calificando con altos estándares.

RELACIÓN REGIONAL
Cuando uno llega a un lugar que no conoce son pocos quienes tienden la mano. Por eso es que cuando se encuentra un hombro sobre el cual descansar, resulta satisfactorio. Es así como han visto a Diario El Día los dueños de Constructora Elqui, ya que según propia confesión “se han puesto al lado y no en frente poniendo obstáculos”. Jorge Páez asimila que el medio escrito ha sido un “pilar fundamental en el desarrollo inmobiliario, porque han estado al lado de manera permanente, apoyándonos en todo sentido, especialmente en el avisaje, levantamiento de imagen y al momento de enfrentar el avance publicitario. Los he sentido muy cercanos siempre, nos han apoyado muchísimo en esta relación estratégica”.

Constructora e Inmobiliaria Ecomac: El estilo de crear barrios


Hasta antes de 1980, el panorama inmobiliario se remitía a un férreo control estatal donde no había espacio para el diseño, la expansión y la innovación. No obstante, con la promulgación de la Constitución de aquel año, la concepción constructiva se modificó para siempre en nuestro país, de la mano de una nueva política habitacional que cambió los contratos vigentes. De esta forma se edificó el sistema inmobiliario, donde se compraba el espacio, se realizaba el proyecto y se vendían las viviendas.
Comenzaba así la época dorada del sector, que estructuraría el poblamiento de lugares que hasta antes de esa modificación eran inhóspitos, alejados y escasamente atractivos para invertir.
Pero esta historia comienza mucho antes, pues hay que remitirse a un hecho coyuntural de la naturaleza: El terremoto y posterior maremoto de Valdivia en 1960. Sí, aquel de los 9.2, grados en la escala de Richter y que hasta la fecha ha sido el movimiento telúrico más fuerte del que se tiene registro. Y es que nuestro protagonista estuvo directamente relacionado con esa situación, pues tuvo que emigrar con su familia a Concepción, buscando un emplazamiento más calmo y lejos de la fuerza de la tierra.
Daniel Mas Rocha, patriarca de una de las empresas constructoras más importantes del Norte Chico, Ecomac, sabe lo que son los cambios y la materialización de los sueños.
Muy joven, se va a la capital a estudiar a la Universidad Técnica del Estado (hoy Universidad de Santiago) donde cursa sus primeras cátedras de Construcción Civil.
Destacado estudiante, creativo y muy proactivo, decide por la Región de Coquimbo, como su próxima “conquista”.
Incluso, aún recuerda su primer trabajo: El edificio donde por años estuvo la automotora Gildemeister en Coquimbo, la que todavía forma parte de sus recuerdos y que guarda como su pequeño gran tesoro. “Como empresa fue lo primero que hicimos”, recuerda.
Pero su orientación no era construir donde todos lo hacen, sino que quería explorar terrenos alejados que permitieran, en primer lugar, un confort y un descanso, para posteriormente potenciarlos como sitios residenciales masivos. Este sería desde ahora el sello de la compañía.
Si bien Ecomac lleva poco menos de veinte años con ese nombre, la empresa como tal se inició mucho antes con el nombre de Daniel Mas y Compañía, donde logró obtener un reconocimiento por la calidad de sus viviendas, la amplitud de los sitios, modernidad de diseños y eficientes sistemas de servicios complementarios. A ello, se le sumaba un estándar de calidad único a precios asequibles.
Entre las características que se han contabilizado en estos 43 años se cuenta una línea artística, que conjuga estilo, calidad y entorno. Esto ha sido clave en permitir crear barrios residenciales con una imagen de confortabilidad y comodidad a toda prueba.

MAPA INMOBILIARIO
El retorno a la democracia no fue fácil. Hubo incertidumbre, ya que se pensaba que la transición generaría duda en los inversionistas por la resentida economía heredada del periodo anterior. Pero lejos de amilanarse, la plana ejecutiva de Ecomac, liderada por el patriarca Daniel Mas Rocha y su hijo Daniel Mas Valdés, quisieron impulsar un espacio periférico: La Florida. Y es que el bichito les había picado cuando prestaban servicios externos con maquinarias de construcción.
Nacía de esa manera uno de los sectores residenciales más reconocidos y que se ha izado como un polo urbano de inversión y doblamiento que hoy alcanza el 9% de la población de La Serena con más de 7 mil personas. Su ubicación estratégica al frente del aeropuerto le ha dado identidad y reconocimiento.
Pero Ecomac no se ha quedado en los laureles, toda vez que hace años que venía tanteando nuevos terrenos. Hoy ya fijó sus ojos en avenida Islón a la altura de intersección del Puente El Libertador a la entrada de Las Compañías, otro punto de encuentro y fortalecimiento residencial de La Serena.
En ese espacio, la firma proyecta construir mil viviendas que levantará en un plazo de cinco años. Un primer atisbo de los modelos que podrán ser adquiridos, está considerado en la primera etapa con la materialización de 111 unidades, además de una moderna edificación en altura. Entre las ventajas que contendrá esta iniciativa se encuentra la cercanía con el centro, pues serán sólo dos minutos los que separarán a ambos puntos.

EL CRECIMIENTO SUSTENTABLE
¿Cuáles son las claves para mantener un nivel tan alto por más de cuatro décadas? La respuesta está dada al interior de la misma empresa, ya que así como se planifica la expansión urbana, también se han diseñado una concepción de trabajo en equipo y un aporte a la comunidad. Una de las herramientas más utilizadas son las capacitaciones, tanto administrativas como de obras, contando además, con beneficios médicos en las más diversas disciplinas y exámenes preventivos para detectar hipertensión, diabetes y otras patologías. Todo con el fin de cuidar a su principal capital: Su gente formada por profesionales, técnicos y administrativos
Asimismo, el compromiso con el fortalecimiento de las redes educaciones se relaciona con becas para los hijos de sus operarios de planta, cursos de oficio para sus cónyuges y una completa orientación para conocer detalles del subsidio habitacional.
Sin embargo, Ecomac ha querido hacer patente su agradecimiento con la acogida calurosa y cariñosa por parte de la comunidad de la Región de Coquimbo, a través del apoyo de quienes más lo necesitan. Nació así la intención de crear la fundación María Educa, la que cuenta con 1.100 alumnos desde kinder a segundo medio en sus tres sedes, ubicadas en Coquimbo y La Serena donde hay dos y que, de acuerdo a su programa de desarrollo, en dos años tendrá sus primeros egresados de cuarto medio.
Pero la elección de los sitios no fue al azar, porque los centros educacionales han sido instalados justamente en dos barrios creados y potenciados por Ecomac en la conurbación durante los últimos años: La Florida en La Serena y Bosque San Carlos en Coquimbo.Esta responsabilidad social empresarial es el corolario del desarrollo urbano que han implementado en la zona y que han sabido consensuar de la mano con un sustento urbano. Es el sello con los que hoy “reina” Ecomac en el competitivo rubro inmobiliario y el que le ha entregado una serie de satisfacciones, promoviendo el sueño de muchas personas de tener la casa propia, característica por la que, de seguro, la empresa será recordada para siempre.

Estrepitosa caída de los multifondos: La recesión de los pobres


Gonzalo Arancibia acostumbraba a programarse en los pagos de sus cuentas y en la solicitud de créditos para darse pequeños gustos y complacer a sus dos hijas. Hoy con 36 años y 16 cotizando en una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), se dio cuenta de algo: Nunca le había tomado el peso ni la relevancia que tiene la cotización de las acciones en la bolsa. Esto porque ante los gritos, los llamados y los cálculos al interior de una sala llena de hombres vestidos con terno y corbata le parecían un escenario, por así decirlo, aburrido.
No obstante, con la acumulación de 22% de pérdida que han sufrido las 40 acciones más transadas de la Bolsa de Santiago en los primeros diez meses del año y que se agrupan en el Índice de Precios Selectivo de Acciones (Ipsa), Gonzalo entendió que la crisis de los grandes capitales también tenía injerencia en su propio bolsillo. Esto porque el dinero que cotizaba mes a mes para su jubilación era reinvertido por su AFP en acciones, las que si bajaban, desvalorizaban su fondo.
Por ello es que se espantó al ver el registro de octubre, donde totalizaba $17 millones, es decir, seis millones menos de lo que tenía a principios de año. Su fondo A, el que concentra la mayor cantidad de renta variable, es decir, la que se transa en el mercado, había perdido un 21% en octubre, sumando una caída de 45% en el año.
Distinto es lo que le sucedió a Ricardo Pérez, quien de sus ocho millones de enero, sólo bajó $500 mil. “Yo no he sentido las pérdidas. Creo que hay más especulación que retrocesos en las ventas”, ratificaba seguro, porque su posición expectante desde el fondo D le da mayores resguardos.

ME CAMBIO O NO ME CAMBIO
Dentro de las múltiples jugadas que se trazan en este verdadero juego de ingenio, hay una consigna que ha tomado fuerza. Del total de afiliados que posee el país, cerca de 17 mil han emigrado del fondo A a uno menos riesgoso. Sin embargo, esa estrategia no es avalada por los economistas, quienes plantean que como el sistema –instaurado en agosto del 2002- es de largo plazo, tarde o temprano habrá un rebote y las series volverán a obtener números azules.
“Si vamos a los promedios históricos, nos daremos cuenta que son positivos, ya que los fondos fueron concebidos para rentar un 12% ó 13% a lo largo de la vida del cotizante, así es que habrá una recuperación después del 2010”, precisó el economista Luis Alberto Arjona.
Gustavo Mallat por su parte, sentencia que la peor decisión sería el modificar la base previsional. “Recomiendo a quienes pertenecen a A y B que no se cambien, ya que es el peor momento si les quedan 10, 20 ó 25 años por jubilarse. Lo mejor es resistir, porque de lo contrario estarán asumiendo la pérdida”.
Lejos de las detrimentos previsionales de dos dígitos que acumulan los fondos más riesgosos, Diego López (55 años) por ley no puede estar más allá del fondo D o E. En todo caso, ha asumido el recorte de su pensión en casi $2 millones, por malas maniobras de su AFP. Esta rebaja en sus ahorros lo ha hecho reevaluar si se jubilará a los 65 años, porque pese a que los fondos rentabilicen mañana mismo, no alcanzaría a recuperar lo perdido. “Creo que habrá que trabajar uno o dos años más para tener algo más de platita”, reconoció.

REVIVE LA AFP ESTATAL
Desde su creación en agosto de 2002, el sistema de pensiones ha logrado una estabilidad y si bien no ha salido muy bien parado de este gran batatazo bursátil, su diseño y mirada de largo plazo, le permite anteponer el mejor de los antecedentes: Sigue con números azules. Es así como el A rentabiliza un 13% en el histórico, lo mismo que el B que lo hace con un 9,5%, el C (donde se concentra la mayoría de los afiliados en Chile) logra un 7,2%, mientras que el D y E lo hacen con un 5,5% y un 3% respectivamente.
“Estamos viviendo una incertidumbre y volatilidad, pero para analizar las inversiones de las AFP se debe hacer con una perspectiva más amplia en el tiempo, ya que el comportamiento de los fondos, pese a la caída en la rentabilidad, sigue siendo muy positiva”, sostuvo el gerente de Estudios de la Asociación Gremial de Administradores de Fondos de Pensiones, Roberto Fuentes.
En este escenario de dudas y falta de confianza, los actores de mayor orientación social en el Gobierno, han reforzado sus argumentos para reimpulsar la creación de una AFP estatal. En ese ámbito, el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, se ha comprometido a enviar el proyecto al Congreso antes de que finalice el año, lo que fue bien recibido por el presidente de la CUT, Arturo Martínez. “Se asigna más justicia y mayor respaldo a los dineros de los chilenos. Asimismo, hay mayor transparencia y competitividad en el sistema”.
Eso sí, desde el punto de vista comercial, el reposicionamiento de la iniciativa ya causa estragos. Dentro de los fundamentos para cerrarle el paso al Estado se cuenta una buena evaluación de los privados. “No soy partidario de una AFP estatal, porque es un área donde los privados están operando y lo ha hecho bien. El Gobierno debería preocuparse de otros focos más importantes como la erradicación de la extrema pobreza”, afirmó Luis Arjona.
El académico de la Universidad del Mar, Gustavo Mallat, piensa similar, ya que las experiencias anteriores no han favorecido una buena administración de los fondos por parte del Estado. “En manos del Estado los recursos no se asignan ni invierten bien, ya que los contribuyentes del sistema jubilan con pensiones muy bajas. Además, la estatización de fondos se prestan para despilfarrar los dineros, hacer un gasto público ineficiente y financiar campañas políticas”.Ante ello, los expertos no ven siquiera cerca la estatización, tal como ha ocurrido en argentina con las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), donde habrá una capitalización al Estado de US$30 mil millones.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Pesticidas al acecho: El valle de Elqui bajo amenaza


No lo previó ni lo tramó, pero sí vio una oportunidad para hacerle saber a la primera autoridad del país su posición con respecto a los efectos que en 90 personas y una cantidad indeterminada de niños había tenido a la exposición recurrente a pesticidas durante más de una década. Y es que para el presidente de la organización Elqui Sustentable, Justin Blau, el 29 de mayo pasado será difícil de olvidar, toda vez que en inglés, se superpuso al cerco policial compuesto por seis efectivos que no lo dejaban ni a sol ni a sombra para conversar por algunos minutos con la Presidenta Michelle Bachelet. En la ocasión, donde se inauguró una escuela y dos gimnasios en Paihuano, le hizo ver su preocupación por esta situación que alteraba la calidad de vida de menores de edad. El compromiso presidencial se hizo patente casi de inmediato. “Me preocupa la salud de los niños de esta comuna”, le dijo Bachelet a Blau, quien quedó relativamente conforme.
No obstante, siete meses después y cuando ya se ha iniciado la temporada exportadora de frutas a destinos internacionales como Estados Unidos, Asia, Europa y Latinoamérica, el uso y a veces abuso de pesticidas ha hecho que el fantasma de la intoxicación vuelva a amenazar a quienes por años se han mantenido mudos.
Pero el miedo patronal, a los despidos, a la autoridad y a la ley está poco a poco llegando a su fin, luego que esta semana se interpusiera una demanda de indemnización por perjuicios a la salud de 90 personas por más de $9 mil millones en los tribunales de Vicuña. “Nos cansamos de tener que soportar que nuestros niños presenten vómitos, náuseas, dolores de cabeza y desmayos”, sostuvo Justin Blau.
Para llevar a cabo esta acción legal, Elqui Sustentable solicitó la asesoría legal a ByV Asociados, uno de los bufetes de abogados más reconocidos del país y que dentro de sus casos emblemáticos se encuentra la demanda contra el Estado por el mal servicio prestado por el Transantiago a 1.800 personas. El monto de esa demanda asciende a los $36 mil millones.
Junto con la acción emprendida en los tribunales de Vicuña, también se presentó un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de La Serena, la que en menos de 24 horas fue acogida a tramitación por parte del órgano que administra la justicia a nivel regional, lo que implica que solicitó un informe al recurrido (demandado). “Los derechos de nuestros representados y los de muchos vecinos del sector que se han visto afectados por las acciones y omisiones negligentes del recurrido”, señaló el abogado Felipe Betancourt. Añadió que “el derecho a la vida y el vivir en un medioambiente libre de contaminación junto con el grave daño a la calidad de vida de estas personas amerita una pronta solución”.

EL CERRO DEL TERROR
El sol que a plena mañana se siente entremedio de las cuestas que nos llevan hasta la localidad de Monte Grande, dependiente de Paihuano, se hace casi irresistible dentro de un vehículo, donde el oasis se refleja en un par de helados de agua y las ventanas abajo casi por completo. Si el hecho de estar dentro de una camioneta es una travesía difícil de cumplir, el hecho que los alumnos se mantengan en sus aulas con 30º Celsius a la sombra durante noviembre y diciembre, resulta la mayor de las epopeyas.
Y no se trata de clases circunscritas a un espacio determinado, sino que a un espacio obligado, ya que durante la primavera, se intensifica la aplicación de agroquímicos que hacen recluirse a los estudiantes dentro de las paredes de sus salas. “Varias veces hemos tenido que cerrar las ventanas y las puertas para poder hacer clases”, confirmó una de las profesoras de la escuela Gabriela Mistral de Monte Grande, la misma donde la poetisa dio sus primeros pasos como pedagoga.
Incluso, hace algunos años fue tal el efecto de los plaguicidas esparcidos con pulverizadores que debieron tomar cuadernos, lápices y estuches e irse hasta la plaza de la localidad, porque la sensación era insostenible. “Ni siquiera las puertas cerradas fueron impedimento para que el aula se pasara y el aire se hiciera irrespirable”, reafirmó la instructora, quien prefirió mantener bajo reserva su identidad.
En todo caso y en virtud del acercamiento y preocupación que ha manifestado el administrador del predio, hace dos años que ya no se presentan vómitos ni desmayos, aunque los síntomas persisten. “Una vez vino uno de los encargados del campo y nos alertó de que habría fumigación, por lo que se tomaron los resguardos del caso. “Nuestra intención no es perjudicar las faenas agrícolas, sino que buscar consensos en cuanto a la aplicación. Ojalá se deje de lado aquellos pesticidas peligrosos y se ocupen aquellos con denominación natural”, explicó la pedagoga.

MALFORMACIONES
Si bien en Monte Grande son muy pocos los que están dispuestos a hablar, por el temor fundado en la dependencia patrón – empleado, es este lugar uno de los que más se ha visto afectado, toda vez que confluyen en él la mayoría de los casos emblemáticos. Esto porque dentro de esta estela de efectos humanos que, supuestamente han causado las fumigaciones (la responsabilidad final deberá ser determinada por los tribunales), se encuentran dos niños que nacieron con el ano cerrado. A pesar de que aún nadie ha podido demostrar que obedecen a una exposición a los pesticidas, da la casualidad que las madres de estos menores fueron trabajadoras agrícolas por muchos años.
“Estos dos casos son dignos de analizar, ya que una de las principales consecuencias que arroja una exposición reiterada a los plaguicidas es la malformación”, aseguró Justin Blau.
Los casos, eso sí, no se detienen allí, porque el nieto de Yolanda, quien vive en Pisco Elqui y no sobrepasa los dos años de edad, nació con una severa alergia en la piel. “Esta lucha la estoy dando por mis hijos y por mi nieto”, aseguró esta mujer, quien es parte de las 90 personas que demandó a un importante empresario de Pisco Elqui.
Ella misma ha sentido en carne propia el tener que convivir periodos de alta exposición a químicos utilizados por el agro, ya que su vivienda colinda con un fundo. “Ando con jaqueca a pesar de no estar en mi casa. Estos plaguicidas se aplican toda la noche y eso que no tenemos grandes ventanales donde pudieran entrar. Ni siquiera vivir encerrados ha impedido que nos afecte”, aseguró con un dejo de amargura y preocupación.
Justin Blau agregó que “nuestro mayor objetivo es hacer ver al chileno que no sólo se muere cisne de cuelo negro, sino que las personas intoxicadas con agroquímicos también”.

VACÍO LEGAL
Una de las iniciativas en las que el diputado por el Séptimo Distrito, Marcelo Díaz (PS), abocó gran parte de su tiempo fue en la conformación de un proyecto de ley que prohibía la utilización de pesticidas 1a (extremadamente peligroso) y 1b (altamente peligroso). Su aprobación en la Cámara Baja fue expedita, lo que no se ha traducido en el Senado donde duerme en la comisión de Agricultura que preside Juan Antonio Coloma (UDI). “En el Parlamento hay intereses económicos que impiden que se legisle para resguardar la salud de la población”, manifestó Díaz, quien entregó todo su apoyo a las acciones judiciales emprendidas por Elqui Sustentable.
“He pedido durante meses que el presidente de la comisión de Agricultura del Senado nos reciba con los representantes de Elqui Sustentable”, añadió Díaz.
Si se trata de antecedentes, el legislador fue uno de los que se interiorizó en el tema e hizo público datos duros como que en Chile anualmente mueren 20 personas por causas relacionadas con productos químicos y 3.556 se intoxican en los predios nacionales, de los que el 40% debe ser hospitalizado.
Esta falta de normativa no redujo el espacio legal que ByV Asociados ha utilizado para seguir las acciones legales correspondientes, pues según sus argumentos se está ante un perjuicio evidente contra terceros. “Si bien la ley no se ha aprobado, toda persona que realiza una acción u omisión y que causa daño a otro debe indemnizar al perjudicado”, indicó el abogado Felipe Betancourt, quien se ha hecho acompañar en este procesos por sus colegas Dina Valenzuela y Jorge Gaponov.

PROCESOS EN REGLA
Para el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y la Sociedad Agrícola del Norte (SAN) el escenario es completamente distinto, ya que lejos de cualquier irregularidad se han antecedido muestras que descartarían cualquier ilegalidad en la aplicación de plaguicidas.
El encargado provincial de Elqui del SAG, Eduardo Quiroz, aseguró que los agricultores han cumplido cada una de las recomendaciones que se han realizado, no encontrando aún muestras con alto contenido químico.
Lo mismo dijo el presidente de SAN, Eugenio Munizaga, pues “acá existen certificaciones internacionales que refuerzan la idea de que se está cumpliendo con los marcos regulatorios de Estados Unidos y Europa”.
Esta semana a través de una declaración pública, la entidad gremial del agro aclaró que los productores cumplen todas las disposiciones que el caso requiere. No obstante, el diputado Díaz, llamó -especialmente al SAG- a no cerrarse a las peticiones de la gente. “Le pediría al SAG que no se pronunciara por anticipado y que acoja las legítimas denuncias ciudadanas”.A pesar de que este largo camino judicial recién comienza y faltan mucho antecedentes, el cese de actividades en el colegio sólo representa un alivio para cierta parte de los afectados, pues quienes viven en las inmediaciones de las superficies de fumigación deberán seguir durmiendo con el enemigo.

martes, 9 de diciembre de 2008

El aperitivo de caleta San Pedro


A inicios de la década del sesenta, Edmundo Cortés y Juanita Villegas se conocieron trabajando en el sector de Punta de Choros en La Higuera. El primero lo hacía cultivando sus áreas de manejo y zarpando de vez en cuando hacia altamar cuando faltaba el pescado para vender o simplemente cuando le pedían el favorcito. Doña Juanita en tanto, ayudaba en la recolección de especies para después distribuirlas en los precarios sitios de venta que por esos años capeaban la gélida brisa del amanecer y las bajas temperaturas de la noche.
Por años se desplazaban cerca de 40 minutos diarios para llegar hasta sus puestos de trabajo en antiguas camionetas Ford o bien en las micros que esperaban media hora antes, ya que ninguno de los dos vivía en la comuna límite con la Región de Atacama. Todo era por el mar y por ganarse unos pesitos para alimentar a su familia.
Tal como ellos, que residían un atracadero con muchas falencias y casi desconectados de la capital regional, la única manera de obtener ingresos era desplazándose a Coquimbo o La Higuera.
No obstante, poco a poco la llegada de nuevos pescadores a esos lugares, les fue restando protagonismo y por ende, productividad. Era el momento de tomar decisiones. Uno de esos días de principios de los setenta El Chatito Cortés como le decían a don Edmundo, se introdujo a las aguas que bañaban las costas de caleta San Pedro, localidad distante a 15 kilómetros al norte de La Serena y ahí se dio cuenta de lo que se estaba perdiendo. Tenía ante sus ojos una oportunidad única: Bancos naturales de machas.
“Somos el único lugar de Chile y posiblemente del mundo que logramos sacar una tonelada de machas en un mes”, rememora el presidente de la Asociación de Pescadores de Caleta San Pedro, Franklin Zepeda.
Lo cierto es que tal como don Edmundo, el correo de las brujas se encargó de divulgar el potencial marino que tenían. Desde esa época la caleta experimentaría un espiral de crecimiento que se ha visto interrumpido por postergaciones y olvidos políticos.
Doña Juanita, que por esos días se encargaba de criar a sus hijas, también dejó de lado Punta de Choros para quedar cerca de su casa.

LOS PRIMEROS PASOS.
Los hijos del Chatito y doña Juanita crecieron imbuidos del negocio de mar. Nolvia y María Cortés durante su juventud se instalaron en la plaza del sector con endebles y desteñidos toldos sacados de su hogar para comercializar lo que los abnegados hombres de mar extraían desde las costas.
“Nos costó, empezamos con muy poquito, pero en esa época nos alcanzaba y éramos felices”, recuerda Nolvia, quien no puede ocultar su satisfacción por haber pertenecido a una familia ligada siempre a la actividad pesquera. María, de igual forma, tuvo que acostumbrarse a acompañar todos los días a su hermana. Más tarde le siguieron sus hijas, María Fernanda y Karen, además de su prima Paola.
Mientras tanto, la regalona de doña Juanita, Dina, dejó las muñecas de lado para ayudar a su mamá cada vez que los avezados pescadores gritaban con sus pulmones llenos de energía que les ayudaran a vender los varios kilos de machas y locos que por ese tiempo se expendían sin problemas.
Pero ese reconfortante aliento productivo se vio empañado por años oscuros para el país. Se llegaba a una época donde el mutismo era la mejor compañera. Muchos callaron. Otros lo hicieron para siempre.
Esa mesura tediosa y extensa los hizo perder terreno. Las viejas casas ya no resistían los crudos inviernos, las embarcaciones poco a poco cedían a los roces con las rocas, los trajes ya comenzaban a rasgarse y los ánimos ya se encontraban por los suelos. Pero nadie los escuchaba.
Con el retorno a la democracia no hubo un cambio significativo, aunque poco a poco se comenzó a recuperar la voz y tratar de hacer un llamado de atención. No podía seguir en el olvido ni menos ser el patio trasero de una ciudad boyante como La Serena. No fueron pocos quienes pensaron en ir nuevamente a buscar opciones a La Higuera, pero las fuerzas ya no daban. Habían pasado casi treinta años y estaban todas más viejas.

PALABRA DE MUJER
Con una actividad pesquera reducida al máximo -porque sin recursos no fue mucho lo que pudieron hacer los hombres de mar, toda vez que no hubo apoyo científico ni financiero- fueron las mujeres de Caleta San Pedro quienes dijeron basta. Catalina Pérez, quien tomó el control de la junta de vecinos se propuso devolver el carisma a esta zona olvidada. No le fue fácil, porque en invierno eran muchos quienes, para no embarrarse los pies, preferían excusarse de participar en las reuniones. Costó y mucho.
Pero el tesón de esta dirigenta, fue más fuerte de la desidia y la indiferencia. Fue de a poco integrando a más y más personas, especialmente dueñas de casas y emprendedoras. Paralelamente la hija de doña Juanita, Dina Duarte, inauguró una agrupación cultural llamada “Jardín del Mar”.
A los meses después Nolvia y María, las retoñas del Chatito Cortés, no quedaron fuera de este frente que hacía presión para cambiar los antiguos toldos de la plaza, por un lugar que les diera la certeza de atender de la mejor manera a sus clientes.
Por esos años, el querido Chatito dejó este mundo, dejando un vacío tremendo en la familia Cortés. “Sé que ahora me está acompañando y apoyando desde el cielo”, recuerda con emoción Nolvia, quien no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran al recordar a su “papito”.
Al conseguir una presencia de más de cien personas, Catalina Pérez, contaba con el respaldo para ir hasta la municipalidad con el fin de tocar puertas para que los ojos políticos nuevamente se posaran sobre la caleta.
Tras algunas negociaciones con la Secretaría Comunal de Planificación y la Dirección de Desarrollo Comunitario, se comenzaron a ver los primeros frutos. Uno de ellos fue la pavimentación de las arterias principales. La alegría y la esperanza volvían como nuevos cardúmenes que llegan hasta la red.
Pero el comienzo de las faenas por parte de Serviu implicó que los puestos de venta de productos del mar tuvieran que salir. Un dejo de incertidumbre se apoderó de las más de 29 emprendedoras que allí laboraban.

EL PASO FINAL
La municipalidad liderada por el alcalde Raúl Saldívar, buscó no dejar sin espacio a las mujeres, por lo que consensuó un acuerdo estratégico con la inmobiliaria Serena Golf, mediante la cual esta última se comprometía a construir un moderno centro gastronómico.
Fue así como con una inversión de $120 millones se dio vida a una estructura de 232 m2 con una vista espectacular al océano. “La Recova del Mar” era el sueño que el Chatito Cortés y doña Juanita habían anhelado por años.
Las hijas de ambos emblemas vivientes de Caleta San Pedro postularon a uno de los diez puestos que se arrendaron. Nolvia y María se quedaron con uno y Dina con otro. El sueño se había concretado.
Durante la inauguración, del centro gastronómico, Dina Duarte sólo tuvo palabras de elogios para su gran tesoro: Su madre, la que sólo se asomaba por la ventanilla de vidrio entre medio de aceites, quesos, mariscos y masas. Ella, tal como siempre, esperaba deleitar a los comensales con una de sus especialidades: Empanadas fritas.
Y es que lo más probables es que el puesto 2 “Doña Juanita”, se llene de historias una vez que la jornada concluya, porque las cocineras noveles están ávidas de aprender de ella y de su trayectoria.
Nolvia y María también se encuentran contentas porque su puesto si bien es el último, marca la diferencia con su nombre: “El Chatito Cortés”, evidentemente en memoria de un hombre que luchó por años con las frías madrugadas y las solitarias jornadas en su área de manejo.
Cuando ya se ha quedado solo el lugar, Dina y doña Juanita se van juntas a su hogar esperando descansar para volver con más fuerza “Queremos que venga mucha gente, pero para ello debemos prestar un buen servicio”, reitera Dina.
Nolvia y María, no dejan de mirar el cartel del local y es que en ese fondo marino que se funde con unas letras cafés que rememoran el apodo de su querido viejito, ven el rostro de su padre, aquel que las llevó a conocer el mar, a respetarlo, a quererlo y a trabajarlo. Por lo menos el Chatito sabe que sus niñas lo recordarán a diario, tal como él lo hacía cada vez que salía de madrugada.

EL RENACER
Durante los últimos años, los estamentos públicos han invertido casi US$2 millones en la Caleta San Pedro. Es así como el próximo año el 100% de las calles contará con pavimento mediante una entrega de casi $300 millones gracias a la participación participativa. El camino de ingreso a la caleta ya fue restaurado por el Serviu por un costo de $546 millones y donde destacan 13.113 metros de calzadas, 3.729 de soleras, 3.424 de veredas y dos obras de evacuación de aguas lluvia. A ello se debe sumar el aporte de la empresa privada donde el rubro inmobiliario es el más relevante. “La Caleta San Pedro ahora está integrada y ya no es el patio trasero de La Serena. El sector se ha reactivado, siendo muy atractivo en términos de áreas de manejo, primera y segunda vivienda y un potencial turístico único”, indicó el alcalde (s) de la comuna, José Manuel Peralta.

Remodelación del Parque Coll: El naciente pulmón verde de La Serena


Cuando la conurbación La Serena – Coquimbo muestra evidentes grados de desarrollo inmobiliario, especialmente en edificios en altura y residencias consideradas como segunda vivienda, las que son rápidamente adquiridas por mineros jubilados y argentinos ávidos de disfrutar de los encantos naturales de la zona, hay quienes ven en esta parte del país una apuesta de más largo plazo y lejos del abismal avance del cemento y el ladrillo.
Es así como las áreas verdes se han constituido sólo como un adorno ante el grisáceo panorama que nos dan las carreteras y las principales arterias de un mundo que avanza como un bólido en el crecimiento estructural, pero a velocidad de carreta en cuanto a dotar de oxígeno a los principales centros urbanos.
No obstante, en el municipio de La Serena no se han conformado con ser fuente reciente de inversiones como el puente Zorrilla, que hizo desembolsar al Ministerio de Vivienda y Urbanismo nada menos que $8 mil millones, o la edificación en primera y segunda línea en la avenida del Mar o Pacífico a orillas de un océano que colapsa ante la intervención humana que no tiene límites en su afán por aumentar la plusvalía de sectores con una ubicación estratégica, pero aún vírgenes.
Y es que la ciudad necesita de contar con espacios de recreación, ocio, tranquilidad y aire limpio. Entre los principales lugares de ese tipo que se encuentran en el centro sólo se contabilizan los parques Pedro de Valdivia y Gabriel Coll, siendo este último el más abandonado. Pero eso no por mucho tiempo.
Esto, porque desde la Secretaría Comunal de Planificación se han llevado a cabo diversos debates en cuanto a devolver el sitial que merece este tradicional punto verde de la comuna. Es así como desde este año se han extremado los esfuerzos para promover un apoyo con fondos regionales para cambiarle el rostro.
De acuerdo a José Manuel Peralta, actualmente alcalde (s) de La Serena, la intención se basa simplemente en consolidar al parque Coll como un nuevo atractivo turístico. “Para ello se trabajará en cinco ámbitos: Iluminación, seguridad, administración, camping y baños”, aseguró la autoridad, quien recalcó que mediante esta apuesta se lograba responder a la responsabilidad social que impera en el gobierno local.
Y gran parte de esa preocupación por el entorno natural se basa en hacer frente y dar dura pelea al calentamiento global, el que amenaza con desconectar los patrones conocidos y hasta ahora proporcionados por la naturaleza. Por esta razón, ya se tiene en carpeta una propuesta general de al menos $1.500 millones que contemple zonas de parras para la enseñanza vitivinícola, un centro educativo de animales y una laguna artificial para que sea recorrida por botes.

DOS MIL NUEVOS RESIDENTES
No obstante, esta semana trascendió que si bien aún se mantenía intacta la iniciativa original, habría espacio para una nueva sorpresa: El levantamiento de un jardín botánico de más de dos mil especies nativas, el que tendría un costo estimativo de $500 millones. Para consolidar esa apuesta, se puso en valor la asociación que mantiene el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) con diversos estamentos internacionales. Uno de ellos fue el Real Jardín Botánico de Kew en Inglaterra, uno de los más grandes e importantes en su tipo en todo el planeta.
Como una manera de mantener vigente la cooperación, el intendente Ricardo Cifuentes recibió en el salón de audiencias de la casa del Gobierno Regional al jefe del Departamento de Horticultura y Educación Pública de Kew, el doctor Nigel Taylor y al coordinador para América de Kew, Michael Way.
Durante la oportunidad, la máxima autoridad regional se mostró llano a adoptar medidas de financiamiento para hacer realidad este anhelo. Así por lo menos lo percibieron los profesionales ingleses. “Al intendente le gustó la idea del jardín botánico, especialmente para potenciar la educación pública y preservar las especies de la región”, aseveró Taylor, quien adelantó que el proceso de pasar del papel al terreno es largo, aunque después se ve refrendada con una obra que perdura por siglos.
Dentro de este esquema de desarrollo natural, el jardín de Kew desempeñará un papel de ayuda técnica y de capacitación a quienes desempeñen las futuras labores de orientación.
Dentro de su itinerario por Chile, Nigel Taylor inspeccionó en terreno el lugar donde se haría efectiva la construcción y dejó en claro los aspectos referenciales con los que debía contar. “Hay que ver el tipo de planta, el acceso del público y el agua (…) Especialmente en esta región que se muestra muy seca”, sentenció el experto.
Durante el trayecto, el botánico del INIA, Pedro León, explicó que la superficie contemplada para la instalación de estos bancos naturales se estima en 7 hectáreas y donde el gran aval es el agua que escurre a ras de piso. “Hay que tener claro que dentro de los principales objetivos que se ha trazado es la conservación de la flora, hacer una divulgación hacia la ciudadanía y propender a una educación ambiental”, clarificó el investigador.

MÁS DE LO NUESTRO
Casi como el leit motiv de cada uno de los jardines botánicos del planeta, una de las máximas que más se escucharon durante la visita que hicieron los ingleses a La Serena, es que el factor principal que se explotará será el resguardo de las especies nativa. Por ello, es que ya se delinea una consideración a la flora árida.
Michael Way, el coordinador de Kew para el continente, se apresuró a establecer los pasos en cuanto a la decisión de qué tipo de especies se le debía dar jerarquía. “Es lógico que la flora que debe adoptarse en un potencial jardín debe se propia de esta zona, es decir, árida, pues representa lo más propio de vuestra naturaleza”.
En tanto, el director regional del INIA, Carlos Quiroz, es un convencido que no se está haciendo ningún acto altruista, pues corresponde como una obligación. “Pretendemos conservar, multiplicar y caracterizar las especies de nuestra zona árida, ya que queremos algo que muestre la identidad como región”, señaló Quiroz, quien adjuntó que al ser la Región de Coquimbo “un foco mundial de diversidad, es una obligación conservar, mantener y divulgar este patrimonio”.
Nigel Taylor, lejos de actuar motivado por un pensamiento político y de protocolo superpuso esas palabras e invitó a los habitantes de la zona para que le diesen mayor preponderancia a este elemento natural que nos diferencia de otros territorios del mundo. “Falta conexión con la naturaleza porque la mayoría de las personas viven en la ciudad, estando permanentemente desconectadas de las áreas verdes. América Latina es una fuente inmensa de diversidad y no se aprovecha de depositarlo en jardines”, acotó Taylor.

SE ACERCA LA COSECHA
Actualmente el proyecto aún no toma la fuerza que se esperaría, aunque por ganas no se queda, porque ya se han esclarecido algunos plazos que se quieren consumar. El primero de ellos es que se contratará el estudio de prefactibilidad, mediante el cual se estima que durante el 2009 se logre entrar a la etapa de diseño para así el 2010 se comience con su construcción. “Queremos que el 2009 concluyan las observaciones técnicas para así en el Bicentenario estar poniendo la primera piedra”, precisó José Manuel Peralta.
Lo cierto es que después de la reunión con el intendente Ricardo Cifuentes se despejaron bastantes dudas acerca del interés que generaba al interior del Gobierno Regional, pero dada la convicción que se la asignado, el futuro se comienza a despejar. Y es que los propios investigadores de Kew dieron luz verde a las obras, ya que sus principales interrogantes fueron resueltas. Prueba de ello fue la frase final de Nigel Taylor, quien analizó diversos factores para la implementación de una obra de estas características. Entre éstas se encuentra que tuviese buen acceso al público, dispusiera de servicios básicos, que el propietario del terreno (municipalidad) esté comprometido con la iniciativa, que exista una topografía variada y que haya disponibilidad de agua. “Acá hubo un cumplimiento del 100%”. Dicho y hecho.

Stella Segura: La dama del cobre


Una fría tarde de mayo, clima curioso para esa época del año en pleno valle del Limarí, se comenzaba a escribir una de las experiencias que más ha marcado a la actividad minera ovallina en los últimos años. Y es que la Asociación de Productores de la capital provincial es la segunda más antigua del país y una de las más eficientes.
Pero este logro no ha sido gratis, ya que por doce largas temporadas una mujer ha comandado a esta organización, permitiendo que se reconsidere a los pequeños mineros dentro del programa de colaboración, apoyo y desarrollo planteado por las autoridades.
Pero esta historia está directamente relacionada con el terremoto que sacudió a la comuna de Punitaqui la noche del 14 de octubre de 1997 y que costó 8 muertos por los 6,8º escala de Richter que se sintieron pasadas las 22 horas.
Tras este lamentable suceso natural, varios de los yacimientos emplazados en las comunidades aledañas, fueron severamente afectados por el movimiento de tierra. Muchos pirquineros vieron que el esfuerzo de años se iba a pique. A ello se sumaba el valor del metal rojo más bajo en décadas, pues su cotización no superaba los 0,6 centavos de dólar por libra.
Pero esta llovizna sobre piso mojado comenzó a mejorar, luego que se anunciara la entrega de US$10 millones para recuperar las faenas destruidas por el movimiento telúrico. Muchos de los 40 asociados creyeron que sus problemas se iban junto con los vestigios del sismo.
Pero no, faltaba mucho para que el panorama se recompusiera y asomaran leves atisbos de luz dentro de un túnel, tal como una mina subterránea recién explorada. Esto, porque el dinero ofrecido jamás llegaría y la desconfianza de los mineros hacia sus dirigentes fue total. Incluso hubo cartas que llegaron hasta la misma Sociedad Nacional de Minería (Sonami) para que tomara cartas en el asunto.

LA ASCENSIÓN DE LA REINA
La primera de ellas fue mandatar una auditoría de manera de que se transparentara la administración. La tarea fue encargada a Wilfredo Segura Pastén, contador auditor, quien junto a su hermana Stella concluyeron en un plazo de tres meses que había pérdida de documentos, dinero, bienes y material. La asominera de Ovalle hacía ascuas.
Ello implicó que la plana directiva de Sonami llegara a Ovalle para poner orden. Como Wilfredo Segura tenía compromisos fuera de la ciudad, le encargó a Stella que entregara el informe a los representantes de la entidad nacional. Debido al caos que imperaba, la molestia de los operarios y un precio que ya no sostenía los costos de producción, el representante de Sonami, Patricio Céspedes, le pidió a Stella Segura que se hiciera cargo del buque, pensando que debido al buen trabajo hecho por ambos, estaba imbuida de las labores de extracción de metales.
Pero esta administradora de empresas era muy poco lo que sabía. Honesta como siempre y directa como pocos, dijo que no se sentía preparada para tomar el desafío, ya que el único referente minero era el que le inculcaron sus padres cuando desarrollaban labores en las salitreras del Norte Grande hacía seis décadas. “Yo hablaba de hoyos, pues no entendía el idioma minero”, recuerda hoy.
Pero fue un hecho particular la que la hizo considerar la propuesta de Sonami, ya que por el trabajo de su esposo -que vendía patentes de propiedades mineras- se dio cuenta de lo cruel que puede llegar a ser el mercado para los capitales menores. “No se veían los retornos por esa plata gastada. Un día decidí ir a una reunión y veo una gente muy desvalida que no era tratada bien (…) Había que hacer algo”, manifiesta.
Profesional hasta para hacer favores, entre los requisitos que dispuso para asumir esa responsabilidad fue contar con dependencias adecuadas, un computador, una secretaria y un archivador para ordenar. Sonami respondió y le aseguró que su periodo sería sólo de transición hasta mayo del 1998 cuando se celebraran nuevas elecciones.

CON LA PALA Y EL SOMBRERO
Si bien su carácter decidido y luchador la instó a llegar a un trabajo, por lo general machista, poco a poco los mineros entendieron que esta incansable mujer tenías las herramientas para impulsar la actividad en Ovalle y el resto de la provincia.
“Costó muchísimo, me dediqué a recorrer en terreno la mina (Panulcillo) y otros yacimientos de la región, en primera instancia para aprender y segundo para recobrar la confianza de un gremio que estaba dolido y abrumado”, sentencia.
Ese trabajo cercano le permitió presentarse como postulante oficial al cargo de presidenta de la Asociación de Productores, desde donde fue elegida por unanimidad, aspecto que se repetiría en cada una de los comicios que ha participado. Por algo será.
Tras ser ratificada, no quiso ser menos y se abocó a interiorizarse en la minería.
Fueron meses de constantes viajes hasta la Universidad de La Serena donde conoció los aspectos básicos de la actividad. Pero quería aprender más y para ello, no dudó en inscribirse en el curso de seguridad minera dictado por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin). Desde allí salió con la especialidad de rescate, el que complementó posteriormente con el de geología y tronadura.

CONCIENCIA SOCIAL
Una de las principales motivaciones que llevó a Stella Segura a ser parte de un mundo desconocido fueron las severas carencias que observó en cada uno de sus recorridos. Operarios que apenas tenían para comer, hijos sin educación, familias desmembradas y una desesperanza marcada en la frente sudorosa de cada pirquinero que miró a los ojos, le calaron muy hondo. Tenía cuatro años al frente de la asominera y ya sentía ese dolor como propio. “Cuando una es gremialista, olvida a su familia, pero tiene la satisfacción de apoyar al más desposeído”, sentencia.
Luchadora e impulsiva como siempre, llegó a tocar la puerta del ministro del Interior de esa época, José Miguel Insulza, a quien sin rodeos le exigió solucionar el drama de aquellos mineros que no tenían dinero para pagar sus patentes. “Se logró con el Decreto Supremo 19.716 que los pirquineros pagaran un diez milésimo de UTM por una propiedad que no excediera de las 10 hectáreas”, precisa.
Junto con ello logró que el Gobierno Regional de esos años dispusiera de pensiones de gracia para pirquineros que se encontraban delicados de salud, así como también insertó a 30 mineros en el programa de generación de empleo y alimento de faenas. “Fue una muy buena negociación que hicimos con el entonces alcalde de Ovalle, Alberto Gallardo, y el seremi de Minería Raúl Cantuarias Chazarro”.

EL MOMENTO MÁS DOLOROSO
Si bien dentro de su docena de temporadas al frente de la actividad ha pasado por momentos altos y bajos, este 2008 ha sido un año de contrastes. Y es que en julio no cabía en sí, luego que el cobre marcara su máximo histórico al superar los US$4 por temporada. No obstante, los efectos de la crisis mundial llevaron al mismo metal a caer por debajo de los US$2 cuatro meses después. Hoy ya se cotiza cerca de los US$1,5 por libra.
Esto la ha llevado a encabezar las demandas del gremio en distintas mesas. Eso hasta el lunes pasado cuando junto a sus mineros bloqueó la ruta de ingreso a la mina Panulcillo, lo que significó la entrada en acción de las Fuerzas Especiales de Carabineros. Junto a otros cinco mineros fue detenida y golpeada al interior del bus policial. “Fue una emboscada cobarde del Ministerio del Interior, pues este nivel de represión la viví en otras épocas cuando era una adolescente. No me ha llamado nadie, el gobernador (Iván Hernández) sólo me ofrece apoyo, ni un llamado del intendente o disculpas de un ministro. Veo un país soberbio y ambicioso de poder, especialmente la política donde existen intereses personales”, reflexiona en cama desde su casa por las lesiones provocadas por personal policial.
De su voz tibia y apenada se nota que el dolor, lejos de instalarse en su cuerpo, se mantendrá presente para siempre en su alma. En medio de las negociaciones de Enami con Sonami en Santiago, reunión de la que se restó por estricta recomendación médica, plantea su futuro. “Seguir para mí es incierto, ya que no somos una entidad que persigue el lucro, sino que somos el nexo con la autoridad para ayudar al sector. Estoy dolida”, reflexiona con la voz entrecortada, aunque ya pensando en la próxima asamblea donde les comunicará a sus asociados el “triunfo” logrado en la capital.


ALZANDO LA VOZ


“El llamado a nuestros mineros es a que no se expongan, porque una vida no se recupera” (4 de noviembre 2008).

“Esta baja del cobre nos complica por el problema social y familiar que se generará, ya que no hemos visto una reacción oportuna por parte de las autoridades” (31 de octubre 2008).

“El sobrestock se ve reflejado en las varias horas que deben esperar los camiones, porque la planta no da abasto. Y esos costos extras se los endosan a los productores” (26 de junio 2008).

“Hay más de 600 personas ejecutando obras de la planta SX, por lo que resulta significativo el compromiso de la empresa pública” (23 de septiembre 2008).

“La capacitación debe ser aprovechada por los productores, ya que se hace necesario pasar de la mina al negocio minero” (23 de junio 2008).

“El seremi (Antonio Videka) resuelve y toma decisiones sin consultarnos, nos sentimos pasados a llevar” (25 de mayo 2008).

“No estamos diciendo que no se apoye con el royalty a la agricultura, pero nos gustaría que se potenciara la innovación y la transferencia tecnológica para la minería” (31 de enero 2008).

“Creo que la implementación de Delta no puede esperar más, ya que a veces para descargar un camión pasaban varios días. Ello, sumado a una planta obsoleta como Panulcillo, no nos hace ver con mucho optimismo las decisiones de las autoridades” (13 de enero 2008).

Pan de Azúcar: El paraíso de los caracoles


Si bien Hugo Guevara terminó exitosamente su carrera de Psicología en la Universidad del Mar, acuñaba un gusto implícito por las labores agrícolas, las que siguió de cerca cuando niño, aunque con el pasar de los años las dejó de lado para dedicarse plenamente a sus estudios de educación superior. No obstante, las vueltas del destino le tenían preparada una grata sorpresa.
Junto a sus padres y su familia -conformada por sus dos hijas y su esposa- dejaron atrás cientos de metros cuadrados de cemento, casas prefabricadas y la cercanía con los grandes centros comerciales para instalarse en un bonito predio de Pan de Azúcar donde la tranquilidad hacía gala entre enormes cerros. Allí comenzaba la mejor de las etapas de su vida.
Al poco tiempo de haber llegado a este lugar que se caracteriza por estar rodeado de una gran cantidad de especies verdes, arbustos y distintos tipos de árboles, nuevamente el switch de la agricultura hizo conexión en su cerebro, por lo que no pudo evitar plantar una que otra lechuga y un par de cebollines. Ciertamente que esta oportunidad le daba un respiro a su vida laboral.
Poco a poco fue aumentando el huerto y llegó a tener una considerable cantidad de vegetales. No obstante, y tras observar detenidamente por algunos días, se dio cuenta que cada mañana aparecían las hojas picoteadas y con caracoles encima. Creyó que era casualidad.
Eso sí, y con el correr de los días, el panorama se fue complicando toda vez que ya no eran dos o tres caracoles, sino que cientos. Su pasatiempo, el que había anhelado por años, no podía verse empañado por tan insignificante especie.
Cada amanecer se levantaba un poco antes de lo habitual para matar uno a uno a estos “invitados de piedra”, aunque sus fuerzas no le eran suficientes para luchar contra la plaga. Recurrió a internet para ver métodos de exterminio masivos y más efectivos.

LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO
Grande fue su sorpresa cuando se dio cuenta de que tenía en el mismo patio de su casa una oportunidad única de ganar dinero extra. Esto, porque si bien encontró buenos sistemas de control de plagas, al mismo tiempo corroboró que el mercado emergente que representaban estos ejemplares, los que son ampliamente consumidos en Europa. “Los comen más que la carne de vacuno, incluso”, precisa.
Raudamente se fue a Santiago a conocer los detalles de cómo exportar y así sacar provecho de la cantidad que alcanzaba los miles en su huerto de lechugas. El espíritu emprendedor heredado de su padre, el microempresario Héctor Guevara, se hacía notar más fuerte que nunca. Tal fue su entusiasmo que retornó a la región y de inmediato se puso a hacer jaulas, las que resultaron totalmente efectivas para la crianza de estas especies. Pero Hugo quería más.
Por esta razón se dispuso a tocar todas las puertas de los distintos servicios públicos de apoyo a la inversión y el fomento. Al principio no le fue muy bien ya que el desconocimiento por esta actividad fue el principal escollo que debió sortear. Lejos de rendirse siguió intentado. Y tal como dice la conocida máxima, tanto fue el cántaro a agua que una entidad lo acogió.

UN AMIGO EN EL CAMINO
Durante mediados de 2007, Hugo Guevara, dio con el mejor de los respaldos, ya que por esos días se encontraba abierta la postulación al Capital Semilla que promueve el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec). Dentro de la línea en la que deseaba ser beneficiado habían más de 500 postulantes, de los que finalmente se seleccionaría a bastante menos. Había luchado tanto por sus caracoles que esta no sería la ocasión de rendirse.
El mismo Hugo reconoce que no entendía mucho del plan de negocios, pues su formación humanista y social de psicólogo distaba mucho de una estrategia comercial. Para nivelar el proceso, Sercotec le entregó una capacitación, la que le permitió idear una buena propuesta.
Prueba de ello es que quedó entre los 80 preseleccionados. “Visitaron mi huerto, el que no era muy grande, ya que sólo tenía dos jaulas, pero les interesó mi plan de negocios y las perspectivas que éste tenía”, recuerda Guevara, quien más tarde fue informado de que había sido elegido dentro de los ganadores del capital semilla, adjudicándose $5 millones.
El ex director regional de la entidad, Eduardo Santander, recuerda muy bien los pasos que siguió este emprendedor de Pan de Azúcar. Dentro de las claves que descubrió el organismo hubo tres tópicos. “Primero que todo la capacidad del emprendedor fue decisiva, ya que tenía inversión anterior y estaba convencido de lo que quería. Segundo, apuntaba a mercados atractivos con nichos interesantes, lo que permite que el negocio sea rentable en el largo plazo. Y por último la innovación, debido a que su apuesta no se da en la región y salía de lo tradicional”, asevera Santander.
Con el dinero en su poder logró cubrir la mano de obra y comenzó a comprar, paradójicamente a lo que pensaba hace algunos meses, más caracoles. La gallina de los huevos de oro comenzaba a sacarle más de una sonrisa.

LLAMADA DE LARGA DISTANCIA
“Lo primero que hice fue ir a la oficina de ProChile para obtener una base de datos de empresas extranjeras que compraran caracoles”, rememora Guevara. Después, no tuvo problemas en esperar hasta las tres de la madrugada para llamar a España con la intención de interiorizarse del negocio. Sin embargo, sus ganas fueron frenadas por una voz al otro lado de la línea que pedía facturas y comprobante de ventas. Nuevamente se sintió apesadumbrado, pero no derrotado.
En vista de que era imposible concretar un trato desde Chile, puso sus esfuerzos a través de una distribuidora más grande. Así llegó hasta la empresa El Manzanito, la más grande e importante de nuestro país en la materia.
“Había visto un reportaje en la televisión, por lo que les mandé un correo electrónico ofreciéndole mis caracoles”, dice. Tras la aceptación de la compañía, con los recursos del capital semilla contrató a 15 dueñas de casa del sector, aunque poco a poco se dio cuenta de que se estaba quedando estrecho en los envíos. “Puse avisos en los diarios y las radios para comprar caracoles”, especifica este microempresario que no supera los 30 años.
Entre octubre del 2007 y enero de este año, Guevara mandó nada menos que 25 toneladas a El Manzanito. Pero sabía que no estaba logrando su objetivo.

LA HORA DE INDEPENDIZARSE
A pesar de que la firma de caracoles afincada en Buin (Región Metropolitana) le permitió rentabilizar su producción, Guevara sabía que podía hacer mejores tratos. Debido a esto, contactó también de madrugada a una distribuidora española a la que le leyó el etiquetado de la encomienda que le había llegado desde El Manzanito. “La mujer se da cuenta de que decía Pan de Azúcar, así es que le dije de inmediato que eran míos”, indica Hugo.
Pero mayor sería su gratificación cuando a los pocos días suena su teléfono a eso de las cuatro de la madrugada. Contesta aún dormido y una voz fuerte y con una marcada pronunciación de la zeta, le dice “he visto tus caracoles y quiero que me mandes una tonelada semanal”. Casi se cayó de la cama.
Desde ese momento tuvo que involucrar a personas de confianza que le ayudaran a sostener el negocio. Para ello su esposa Carolina Heise se hizo cargo de la administración y supervisión de la empresa, además contactó a su gran amigo, Rodrigo Troncoso, quien es su socio y gestiona la parte comercial de fletes y envíos desde Santiago.

LA CONSOLIDACIÓN
La obtención de los permisos lo llevó nuevamente a Santiago donde consiguió todos los permisos para exportar. Aún recuerda que mandó 11 toneladas y hubo más interesados, teniendo que cubrir una demanda de 3 toneladas semanales.
Actualmente desde España se ha hecho patente la intención de compra teniendo que mandar 5 toneladas al mes. “Hasta mediados de noviembre hemos enviado tres toneladas y en las próximas semanas debemos despachar dos toneladas más”, anuncia Hugo.
Eso sí, no todo es miel sobre hojuelas, porque la demanda ha reducido su oferta, complicando poder responder a sus clientes. Ante ello, en la actualidad se encuentra buscando asociatividad con otros productores regionales para que le suministren más ejemplares.”A todos quienes estén interesados, pueden contactarme al mail agroescargot@yahoo.es”, solicita.
Mientras tanto se encuentra abocado fuertemente a conseguir más apoyos para consolidar su emprendimiento en nuevos mercados como Bélgica, Holanda y Shangai (China), por lo que trabaja mancomunadamente con ProChile y la municipalidad de Coquimbo para así despachar nuevos cargamentos que llevan sus sueños de niñez y su esfuerzo de juventud.

LOS ADEREZOS
No sólo la exportación de este commodity ha generado el interés de Hugo Guevara, sino que también la posibilidad de darle un valor agregado. Es así como en estos momentos está ad portas de ponerle valor a una conserva de caracoles la que se expendería en los supermercados. “Hay que aprovechar el periodo de mayo y octubre cuando no se reproducen”, comenta el emprendedor quien tiene planes de abastecer a México, China y Corea del Sur. Pero una de las cualidades cosméticas que ha ganado terreno en el último tiempo ha sido la baba de caracol que corresponde a la técnica de helicicultura. Debido a ello es que sus esfuerzos están puestos en comercializar una crema. “Estoy a la espera de los resultados de la resolución sanitaria para ponerla a disposición del público en farmacias y supermercados”, agrega.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Preservación de la rana chilena: La nueva marcha de los pingüinos


En el año 2002, una nueva especie se insertaba dentro del ecosistema chileno. La Xenopus tropicalis o conocida popularmente como rana africana entraba sin miramientos a un hábitat desconocido y adverso, pero su gran poder de acondicionamiento y predación permitió que se aclimatara rápidamente. No obstante, lejos de incrementar el tipo de especies imperantes en nuestro país, supuso un marcado riesgo para uno de los baluartes de nuestra fauna: La rana grande chilena o Caudiverbera caudiverbera.
Poco a poco el choque de ambas en los charcos de la Región del Bío Bío, Los Lagos y también de Coquimbo, hicieron disminuir el número del ejemplar nacional, lo que encendió la luz de alerta dentro de la comunidad científica. El último lustro no ha sido fácil para la rana chilena, la que poco a poco ha ido perdiendo espacio.
Pero definitivamente cuando la comunidad de investigadores de fenómenos de la naturaleza se dio cuenta que se estaba dentro de una crónica de una muerte anunciada para esta especie endémica, fue la información publicada en el Libro Rojo de los Vertebrados que exponía el peligro de desaparición.
Ello no pasó desapercibido para el productor de ranas local Claudio Vásquez, quien no dudó en tomar cartas en el asunto. Eso sí, lejos de luchar contra la corriente, tuvo una mejor idea, donar cerca de 250 huevos de rana al colegio donde iba uno de sus hijos, el Francis School de Coquimbo.
Lo primero que hizo Vásquez fue hablar con la joven profesora de Biología, Marcela Flores, quien de inmediato se interesó en la idea. Nacía así la intención de trabajar bajo modelos científicos e investigativos a una de las especies más reconocidas en el mundo.
“Rápidamente se conversó con la dirección del establecimiento, la que gentilmente nos prestó la infraestructura para comenzar con la conservación y posterior crianza de los huevos”, manifestó la profesora Marcela Flores.
La pedagoga no perdió tiempo e informó a todos los cursos donde hacía clases de que iniciaría un taller donde se analizaría las etapas de crecimiento de la Caudiverbera caudiverbera. Era diciembre del 2004 y las vacaciones de verano interrumpían las ganas, pero no las apagaban.
De vuelta de la temporada estival, ya se mostraban los primeros interesados. Uno de ellos, y quien hasta hoy goza con el estandarte de ser uno de los pioneros, es José Espinoza, quien cursa actualmente el cuarto medio B. “Me pareció muy interesante el poder hacer algo por las ranas, ya que no quería que se extinguieran. La idea era sacarlos de ese estado de vulnerabilidad”, precisó el estudiante.
Con el pasar de las semanas, más niños llegaban hasta el laboratorio ubicado en el sector oriente del establecimiento. Ya a mediados del 2005 eran cerca de 40 los alumnos que decían presenta cada vez que la profesora Marcela Flores llegaba con nuevas ideas. Se formaba así el Club Explora del colegio Francis School.

EL GRAN PASO
Durante tres años estuvieron dos días a la semana, lunes y martes, interactuando con la especie que ya comenzaba a tomar forma. “Es impresionante la evolución que ha habido, desde que comenzaron los huevitos hasta ahora. Haber formado parte del desarrollo de la especie es muy gratificante”, confesó José.
Sin embargo, desde fines del 2007 se comenzó a gestar el paso más importante de este grupo de noveles investigadores, pues impulsados por el interés de miss Marcela, decidieron postilar al programa Club Explora de Conicyt. De tal factura fue la presentación que se adjudicaron inapelablemente un millón de pesos para ahondar en los conocimientos que ya habían adquirido. “Este fondo nos ha permitido desplazarnos por distintos lugares de la zona. Por eso mismo ayer fuimos a un ranario en Río Hurtado donde conocimos de cerca las labores de producción comercial”, agregó Flores.
Actualmente cuentan con 17 ejemplares de los cuales 10 están entrando a la etapa de adultez por lo que se espera que de aquí a enero puedan reproducirse. Si bien la cifra total con la que cuentan no es mucha, sí están concientes del gran tranco que han avanzado en el conocimiento de este ser vertebrado. “No estimamos obtener una gran cantidad porque al ser la primera generación es más complejo el proceso. Más aún si sumamos que hay parentales de la misma especie que tendrán un cruzamiento consanguíneo, donde las crías pueden salir defectuosas”, estipuló la profesora.
Daniel Ugalde, quien hace más de diez minutos se encuentra jugando con una de sus ranas favoritas en la piscina, aseguró que “ayudar a cuidarlas y a mantenerla en un constante estado de crecimiento, ha sido su principal incentivo”, acotó este estudiante de primero medio B.
Si bien la colaboración financiera de Conicyt sólo dura esta temporada, se está evaluando el poder postular nuevamente, de tal modo de preservar los estudios. Alejandra Araya, del primero medio B, es una de las más entusiastas al momento de cautelar por la preservación de la especie, pues ha logrado tener una relación más allá de un simple pasatiempo. “Encuentro muy lindo el poder aportar con un granito de arena, porque más allá de la pasión por ayudar a los animales, lo que me motiva es que esta especie es chilena y única, por lo que debemos protegerla”, comentó, no sin antes agregar que “para muchos de quienes participaban del taller, las ranas ya parecen nuestros hijos porque las hemos visto crecer y desarrollarse”, aseveró antes de tomar sus cosas porque las ranas deben descansar.

LA NOCIVA MANO HUMANA
A pesar que el ingreso de la rana africana ha incidido en que el ejemplar nacional haya recortado en más de un 50% su presencia en el país, el siempre temible factor de incidencia humano sigue haciendo de las suyas. Y es que dentro de esta operación que arroja más restas que sumas, la cotizada piel de la Caudiverbera caudiverbera ha sido el principal factor para cazarla. “Su piel tiene una cotización muy alta en el mercado, además de sus ancas, las que representan un plato exclusivo y exótico, además de caro”, precisó la profesora Marcela Flores.
Pero no sólo el fantasma del consumo suntuario se hace plausible, sino que también el medicinal, ya que una de las cualidades de su piel es que posee componentes capaces de curar enfermedades como la artritis. “Estos factores nos muestran que debemos redoblar nuestros esfuerzos para poder mantener a la rana chilena, porque hay muchos cazadores que les quieren hacer daño”, sostuvo Alonso Salgado, alumno de sexto básico B.

Casino: una duda existencial

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El sueño se aleja como un as de póker