viernes, 20 de febrero de 2009

El agitado retorno del intendente: El expreso laboral


El intendente Ricardo Cifuentes es un hombre especial. Con un semblante que lo hace acogedor con sus cercanos y crítico con sus enemigos políticos, debe ser uno de los pocos personeros de confianza de la Presidenta Michelle Bachelet que no se encuentra en La Moneda. Y es que más allá de su cercanía con el senador Jorge Pizarro, el hecho de haber sacado adelante una región que por años estuvo más cerca del final de la tabla que de los lugares de protagonismo, le ha hecho ganar puntos extras.
Si se trata de sacar cuentas, la calculadora de las inversiones ha permitido que la Región de Coquimbo lidere varios ámbitos. Sin dudas, y quizás el más reconocido, sea la atracción por la energía en base al viento. Sólo en proyectos eólicos, el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental ya contempla 11 iniciativas que suman US$2.330 millones y que al 2012 entregarán 1.070 megavatios al SIC. Todo un logro que ninguna zona de Chile ha podido equiparar. También hay que consignar la instalación de termoeléctricas donde en menos de 10 kilómetros existe la opción de contar con dos centrales que superan los US$3 mil millones y generarán 2 mil empleos en caso de dárseles luz verde.
Para qué decir de los recursos asignados al riego que en sólo un año casi se doblaron. De $4 mil millones en 2007, el año pasado se apalancaron $7.800 millones. Lo mismo en Obras Públicas donde de los $21 mil millones con los que comenzó a operar en la primera parte de su administración, pasó a $51 mil millones el año pasado y éste ya contempla una suma superior a los $80 mil millones. En todos estos tópicos Cifuentes ha estado de cerca trabajando con sus equipos técnicos de manera de hacer rodar el andamiaje local.
Cuando en enero del año pasado La Moneda realizó la más fuerte de sus estructuraciones al cambiar casi a la mitad de los intendentes del país, tras la asunción de Edmundo Pérez Yoma como ministro del Interior, muchos en vez de preocuparse que Cifuentes podría ser removido, lo veían con un cupo dentro del equipo de secretarios de Estado de Bachelet. El diputado por el Octavo Distrito, Patricio Walker, aseguró en aquella oportunidad que “nuestro intendente perfectamente podría desarrollar una labor en algún ministerio porque tiene las capacidades y el liderazgo para ello”.
Su pasado por la Secretaría Regional Ministerial de Planificación hace una década le daba las herramientas para pelear palmo a palmo esa investidura de Mideplan que finalmente recayó en la socialista Paula Quintana, también ex seremi de la cartera en la Región de Valparaíso.
No era el momento de Cifuentes, quien tuvo un 2008 para no olvidar. Posiblemente sea el intendente mejor evaluado de Chile, no por nada la mandataria reconoció hace poco que uno de los pocos miembros del Ejecutivo con quien ha cerrado importantes acuerdos arriba del helicóptero presidencial había sido precisamente él. “No saben cuántos tratos se han logrado arriba del helicóptero, o sino pregúntenle al intendente de la Cuarta Región, con quien hemos llegado a varios acuerdos”, señaló hace algunos meses.
Para qué decir de las más de 15 visitas que ha hecho a la región. Si eso no es respaldar a Cifuentes, está muy cerca de serlo.

MONITOREO PLAYERO
A mediados de enero y sorprendiendo a varios, este profesor de Historia y Geografía experto en Ciencias Políticas, hizo las maletas y se fue de vacaciones. La razón no era otra que llegar en el momento adecuado para preparar la agenda que marcará esta temporada que se visualiza compleja por el ultra anunciado coletazo de la crisis económica planetaria.
No obstante y atendiendo su cualidad ejecutiva, sus cercanos precisan que siguió de cerca el desarrollo de las estadísticas del empleo y especialmente las cifras de crecimiento que fueron entregadas la semana antes de que volviera de sus vacaciones.
Y qué mejor espaldarazo que retornar al ruedo siendo el responsable de uno de los mayores crecimientos registrados en la historia y sólo comparable cuando comenzó a operar Minera Los Pelambres en Salamanca.
Fue precisamente al enterarse de esos números cuando no dejó espacio para la crítica “política” que según él se había introducido por parte del empresariado al deslegitimar el 12,1% que logró expandirse la región en 2008, siendo la más dinámica de Chile y casi doblando a Aysén, su perseguidora, que terminó con 6,9%.
“Para cualquier intendente es una gratificación que la región que administra crezca y que lo haga teniendo un liderazgo nacional. Esas dos cosas quedaron establecidas en el 2008 que fue un año formidable para la región, ya que crecimos económicamente y más que cualquier otra zona de Chile”, sentenció el sábado pasado en algún punto de la región donde disfrutaba de sus últimos días de vacaciones.
Allí mismo no escatimó en responder al presidente de la Delegación La Serena de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Marcelo Castagneto, a quien acusó sin nombrarlo de tener una crítica político – partidista y no objetiva de las cifras entregadas por el Índice de Actividad Económica Regional (Inacer), pues el representante había estipulado que a partir de marzo se revelarían las verdaderas estadísticas.
“No comprendo las críticas que se hacen, pues me parecen antojadizas y que rayan más en los intereses políticos que en los propios números. Si durante todo el 2008 se creció más que el resto del país, no entiendo qué buscan con esa crítica, no sé si no entienden las cifras económica, porque si no lo saben nosotros podríamos explicárselas”, aseguró sarcástico.

TRABAJO, TRABAJO, TRABAJO
Sus primeros siete días fueron a full, pues no escatimó esfuerzos por reunirse con organizaciones sociales y empresariales para imbuirse de los alcances que tendrían las turbulencias financieras. “Queríamos conocer una expresión directa de quienes participan, para estar al tanto de las diferentes realidades que hay en la región, por eso esta semana estuvimos en Limarí y Elqui para la próxima estar en Choapa”, señaló a la salida de su encuentro con los sindicatos.
Según uno de los miembros de su gabinete, fue el propio Cifuentes quien lo hizo terminar abruptamente sus vacaciones para que no perdiera de vista casos emblemáticos como el cierre de la Minera Punitaqui y que aún mantiene en vilo a más de 500 operarios. “El intendente ya nos definió las prioridades y acá no se habla otra cosa que de trabajo, trabajo y trabajo”, sentenció la fuente.
Por eso no han sorprendido sus extensas reuniones con las seremías claves dentro del proceso de generación de mano de obra, tome nota: Trabajo, Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo, Economía y Minería.
Uno de los ejemplos más evidentes fue la seremi de Obras Públicas, Hanne Utreras, quien apenas se bajó del avión que la traía desde Tailandia, se sintonizó con los requerimientos de la zona y anunció la creación de entre 800 y mil empleos mensuales con faenas de cauce, caminos y reparaciones. Y es que dentro del esquema 2009 de Cifuentes no cabe malgastar el tiempo, pues por cada día perdido, son cientos los puestos de trabajo que se recortan y miles las especulaciones que rondan.
Por eso antes de salir de vacaciones logró consensuar criterios con los titulares de Obras Públicas y Vivienda y Urbanismo, de manera de lograr recursos adicionales. Fiel a su estilo mesurado y con una experiencia de años se guardó esa cartita bajo la manga, depositando entre libros y toallas el anuncio que la zona disponía de más de $29 mil millones adicionales que permitirán ofertar 2.700 nuevos puestos de aquí a julio.
Cuando las críticas comenzaban a ocurrir echó mano a esa mochila y de inmediato calmó los ánimos pesimistas. “Hoy, nadie puede decir que el Gobierno no enfrenta las turbulencias de los mercados”, sostuvo a mediados de semana.
Pero este año no será fácil, sus cercanos lo reconocen y él mismo ha tomado como punto de inflexión la pérdida de trabajo, pues sabe que no puede echar por la borda una de las mejores gestiones regionales desde el retorno a la democracia.
Pero tal como ha sido a lo largo de su administración, su control de la región no ha dejado espacio para la improvisación, pues quien quiera seguirle el ritmo debe saber que no hay opción de equivocarse. Y es que desde el segundo piso el rastreo laboral ya empezó y no cesará hasta que pase el chaparrón.

SU RELACIÓN CON LOS NEGOCIOS
Al principio costó que Ricardo Cifuentes entrara en sintonía con el mundo empresarial de la región al momento de asumir la máxima investidura de la Intendencia, ya que la mayoría de los hombres de negocios había construido un lenguaje técnico con Felipe del Río, con quien encontraron a un par. Respetuoso de las decisiones privadas, no le tiembla la voz cada vez que advierte alguna irregularidad. Pero a la distancia que había en un principio se pasó a una relación directa, lo que por cierto quedó demostrado el viernes cuando asistieron más de 30 empresarios a la cita del Gobierno con los privados. Uno de quienes ha notado una evolución y ha cambiado su percepción hacia él ha sido Daniel Mas Valdés, presidente de Cidere. A fines de 2007 Mas no escatimó en catalogar la gestión de Cifuentes como “lenta y que le había faltado celeridad al momento de generar inversión”. Casi como una vuelta de mano, el 2008 fue el año donde más se desembolsaron de recursos privados y públicos. Y eso Mas lo reconoció. “El papel que ha jugado el intendente ha sido el correcto, especialmente en la facilitación de inversión, por lo que creemos que lo ha hecho muy bien”, precisó en la última cena anual de la entidad industrial.

viernes, 13 de febrero de 2009

Capel abre su corazón al valle de Elqui


Todavía recuerdo cuando desperté aquella madrugada a inicios de los noventa. Durante la noche había estado viendo una película en algún canal nacional y en vista de mi pesado sueño yacía durmiendo sin que siquiera un el volumen del aparato pudiese mermar mi letargo. Pero era tarde, bien tarde en realidad y el calor de verano me comenzó a sofocar.
Abrí un ojo y percibí a través de él una imagen cobriza que se mezclaba con tonos muy verdosos para dar paso después a un rojo intenso que me hizo abrir el otro ojo. La música era la mejor de las acompañantes para aquel spot publicitario que me marcó y que recuerdo como si fuera ayer.
La noche siguiente intenté no dormirme para poder ver completo de qué se trataba. No fue fácil vencer el cansancio de un agitado día en la calle, pero lo logré. Creo que pocas veces me ha marcado tanto un comercial. Por lo general no me gusta mucho la publicidad, pero éste me deslumbró.
¿Cómo olvidar ese imponente cerro café claro que ni siquiera era capaz de hacerle mella a un sol radiante que impactaba en un suelo pastoso? Después me di cuenta que se trataba de viñas. Sí, las mismas que tenía en el patio de mi casa en San Antonio, aunque más grandes, frondosas y productivas.
No necesité preguntarle a mi mamá de qué se trataba el spot ni menos a dónde apuntaba. Sin ser bebedor, aquella frase “Capel, el auténtico pisco del valle de Elqui”, me trastocó. Cómo era posible que a más de 700 kilómetros me identificara con un lugar que no había conocido jamás. Pero era mi lugar, mi espacio, aunque todavía no era mi tiempo de conocerlo.
Desde ese instante, cada vez que veía después de las noticias de medianoche aquellas imágenes, entendía que la conjunción de tonos me maravillaba. Así como a muchos.

LA LLEGADA
Debo ser sincero, físicamente jamás estuve cerca de conocer el enigmático valle de Elqui o parte de esta región acogedora, cálida, de oportunidades y con mucho potencial. Pero espiritualmente, dentro de mi sensibilidad y mis anhelos, siempre se me pasaba por la mente y especialmente por el corazón, estar acá.
Debo reconocer que llevo sólo 14 meses en este suelo que me atrapa y no deja irme por mucho tiempo. Pero gran parte de esos intensos lazos los creé sin saber jamás que estaría acá.
Pero sigamos con el interesante valle de Elqui, aquel de las parras lindas, de las uvas escondidas, del agua cristalina de un enjuto río Elqui que alimenta extensos terrenos y de un embalse Puclaro que me sobrecoge.
Como les decía sólo tengo un año y dos meses en La Serena y la semana pasada conocí uno de los sitios con el que soñé muchas veces. Y es que Vicuña no sólo debe jactarse de haber tenido a una Premio Nobel, sino que también a una de las empresas que mayor impacto ha generado en la región.
Aquella Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada (Capel) me abrió sus puertas para conocer su historia, aquella que yo imaginaba cada vez que veía ese comercial maravilloso que busco y busco en internet, pero aún no lo encuentro. O que quizás, no deseo encontrar.
Poder dimensionar el color rojo intenso con el que me crié me resultó muy difícil. Y es que cada rincón está hecho para que recordemos y llevemos para siempre un pedazo de esa historia que hizo único a este valle.
Mientras avanzo ya me siento un vicuñense más -o elquino como les gustan que les digan-, orgulloso de su empresa querida que enlaza sus procesos con más de 1.300 productores. Resulta peculiar ver cavas gigantes que han sido dadas de baja, pero que hoy albergan la creatividad de cinco artesanos. Cuando entro a uno de ellos, siento inmediatamente ese olor a madera que condensa aquel brebaje que ha hecho soñar a algunos, inspirarse a muchos y pasar vergüenza a otros.
Rápidamente la guía nos lleva en dirección a la planta que luce inmensa y esperando los primeros racimos de uva para ser molidas en lo que se denomina la primera etapa.

LOS SECRETOS
Antes de interiorizarnos en el tema, Angélica, nuestra guía, nos devela parte de los secretos de esta empresa que se constituyó como cooperativa en 1938. “Son tres: El sol, la falta de agua y el rizotrón”. ¿Qué cosa?, le pregunto. Sin responderme verbalmente saca unas tapas que están justo debajo de un patronal que contiene las más importantes variedades de uva, principalmente Moscatel (de Alejandría y Austria), Pedro Jiménez y Torontel.
“El rizotrón es una cámara que contempla la raíz de la parra y permite ver en qué condiciones se encuentra el suelo. Mientras más seco sea, mejor calidad tendrá la uva”, dice con su voz parsimoniosa. Lo ideal es que el sol no llegue a la raíz, sino que sólo se concentre en la parra, me explica más tarde.
Tras eso pasamos a la primera de las fases productivas donde Capel elabora su pisco. Partimos por la etapa de recepción y molienda, donde surge imponente una especie de taladro gigante que determina el nivel y calidad de la uva. Es la prueba de calidad.
La idea es que la fruta esté entre 10 y 15 días fermentándose, para ello se deposita en cubas, cuya capacidad oscila entre 50 a 100 mil litros. He aquí el segundo paso.
La tercera consiste en el destilado. Me detengo y aflora mi inquietud periodística. Angélica me enseña el alambique, una especie de tubo donde se hierve el vino hasta los 85º. Curiosamente, aquí me doy cuenta de la importancia del cobre, pues de no ser por este metal, sería imposible hervir hasta esa temperatura. Además en este proceso, la agricultura y la minería se hermanan, por lo menos durante las 10 horas que demora en llegar hasta su punto de ebullición.
Después de eso se obtiene pisco puro, pues se separa el alcohol que hierve.

ENVEJECIMIENTO
La cuarta fase productiva del vino se da con las cavas o barriles, los que permiten que el licor envejezca y adquiera ese olor y sabor a madera. Pero dependerá de qué tipo de madera sea, pues no da lo mismo. Angélica me repite una y otra vez que hay dos tipos: Raulí y roble americano. Y vaya que tienen diferencias.
En esta etapa de guarda, Capel espera para sus piscos puros cerca de 4 meses antes de pasarlos al siguiente paso, mientras que Artesanos del Cochiguaz, empresa asociada, lo hace en seis. La razón es que este último tiene un mayor grado de elaboración, lo que permite que su valor en el mercado sea un poco más alto.
Es así como Capel prefiere para sus productos sabores más duros, menos aromáticos y ostensiblemente más blancos. Por lo que su inclinación es por el raulí, a diferencia de otros licores más oscuros que necesitan del roble americano.
A esa altura ese olor ya había impregnado mi espíritu, era el auténtico olor del valle del Elqui y yo era parte de él.

EL ÚLTIMO PASO
Después de pasearme por cada una de los grandes salones, no pasa desapercibida la importancia de dar consistencia a un estilo de vida, en este caso de producción y turismo. Cada centímetro de piso, de muralla y de escala es de madera. ¿Y adivinen de dónde la obtienen? Exacto, de las barricas que ya cumplieron con su vida útil. Este reservorio del pisco ha logrado trastocar mi visión de industria donde abundaba el fierro, el acero y el plástico.
Llegar al área de embotellado, la última fase de elaboración, es la conjunción de la modernidad con un estilo único de trabajo. De aquellos pisqueros artesanales que depositaban el líquido en cada botellita de menos de 300 cc. Hoy son más de 18 mil cajas de Capel que salen al día y 5 mil de Artesanos del Cochiguaz.
Si bien el recorrido de una hora terminó, falta conocer cómo se formó la cooperativa. Para ello, el museo es el lugar ideal. Pero atentos. Antes de bajar respiren muy bien porque en el lugar el olor a alcohol impregna la nariz, recomienda Angélica.
Antes de entrar, el salón de eventos alberga diez pinturas que serán parte de una exhibición que comenzará el 17 de febrero. “Será una muestra que durará hasta el 9 de diciembre”, comenta Sonia Alfaro, supervisora del parque.
Ella misma reconoce que los $200 millones que a empresa invirtió en remodelar el lugar, ampliar los servicios sanitarios e instalar una cafetería, han permitido que 500 personas al día lleguen en enero y 600 cada 24 horas en febrero. “Ha sido todo un éxito la recepción de la gente, hemos tenido un peak de 749 visitas (…) Les gusta impregnarse de esta historia”, dice.
Historia que comienzo a conocer en un lugar lúgubre, pero que con las luces me devuelven a las estancias y bares parisinos de fines del 1800, donde una copa de vino representaba el mejor de los acompañamientos en aquellas madrugadas de acordeón y luna llena.
Resulta conmovedor darse cuenta que el modelo artesanal sentó las bases de lo que hoy es nuestro licor nacional. El embotellado se hacía manual y con surte lograban hacer dos. Distinta tarea era el compresor que sacaba el aire. Para qué decir del etiquetado.
El descender al museo permite que aquellos sueños, esfuerzos y largas jornadas lleguen como el mejor de los obsequios.Salgo revitalizado porque retrocedí en el tiempo. Aquel cerro inmenso que veía en la televisión, ahora me parece diminuto, el verdor no logra ser tan fuerte como el que tengo frente a mis ojos o aquellas parras no tiene ese color rosado tratando de ganarle espacio a la madera. No, porque es otro mundo y lo pude percibir. Creo que el comercial sólo quedó como un lindo recuerdo, pues debo estar satisfecho porque, al fin, conocí el auténtico valle de Elqui.

jueves, 5 de febrero de 2009

La resurrección de los canelos de El Bato


Fue una de las polémicas que se perpetuó en los corazones de los illapelinos. Y es que trastoca sus conciencias, especialmente porque el remedio causó una contraindicación que aún pena en los ambientalistas y audaces visitantes que se internaban en el bosque de canelos de El Bato. Sí, el mismo que lleva el nombre del embalse que dará seguridad a más de mil pequeños agricultores y sustento de riego a 4.130 hectáreas.
No obstante, hace unos días, la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) selló un convenio con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) para relocalizar el otrora frondoso boscaje que tenía 20 hectáreas de superficie y donde su condición de relicto, es decir, que mantiene la genética de miles de año, lo hacían un tesoro invaluable para la humanidad.
Sin embargo, esta historia tiene su génesis el 22 de noviembre de 1999 cuando el Ministerio de Obras Públicas (MOP) ingresó un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para materializar un centro de almacenaje de 25,5 millones de m3 que permitiría dar una lucha más enconada contra la desertificación en la capital del Choapa.
Tomando en cuenta la localización estratégica del bosque, a los pies del río Illapel, su permanencia era impedimento para el emplazamiento de losas, cortinas y murallas impermeabilizadoras que darían forma al tranque. Por ello, dentro del EIA que debió realizar el MOP se contemplaron medidas de mitigación donde uno de los acuerdos más relevantes tuvo que ver con reposicionar estas especies.
Pero la situación no fue fácil, pues el rechazo no tardó en llegar. Fue la Coordinadora Ambiental de la Región de Coquimbo y el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), quienes se opusieron tenazmente a perder este paraíso verde de nombre científico Drimys winteri.
Para ello, adujeron irregularidades en el proceso de presentación de los antecedentes, pues dentro de él no sólo se contemplaba la pérdida del ecosistema, sino que también se hacían restrictivos los beneficios de uso de agua, puesto que con la posterior concesión del embalse, el vital elemento podría triplicar su precio actual, haciendo prohibitiva su utilización. A la organización ambientalista se le sumó el SAG, CONAF y la propia dirección regional de la Comisión Nacional de Medio Ambiente (Conama).
Para hacer más valedera la posición, OLCA decidió recurrir a la Corte de Apelaciones de La Serena para interponer un recurso de protección que fue acogido a trámite en primera instancia, no obstante, fue rechazado posteriormente. Después de ello, los reclamos fueron a dar hasta la misma Conama nacional.
En todo caso, cada vez que fueron consultados sobre su posición, los ambientalistas jamás dijeron estar en contra del proyecto de tranque, sino que sólo advertían que el cuidado del entorno y especialmente de este centro genético natural era de vital relevancia, pues no sólo había milenarios canelos, sino que lo acompañaban otras especies relictas como arrayanes, chiquenes, lumas, guayacanes y algarrobos.
Fue así como el 30 de octubre del 2000 y tras casi un año de tratativas, la Comisión Regional de Medio Ambiente (COREMA) decide aprobar el proyecto que en ese instante superaba los US$35 millones (hoy ya está en US$50 millones).

EL TRASLADO SE HACE SÍ O SÍ
La actual seremi de Obras Públicas de la Región de Atacama y ex directora regional de la DOH durante 16 años, Mirtha Meléndez, recuerda la animadversión que había contra la iniciativa, toda vez que la sensibilidad por los canelos era evidente, pues los illapelinos lo consideraban un lugar de esparcimiento, encuentro y característico de la comuna.
“Si nos remontamos antes del 2000, este proyecto fue polémico porque el embalse inundaba el bosque El Bato. Por ello debimos esforzarnos aún más para presentar medidas de mitigación, compensaciones y reparaciones”, recuerda la profesional.
Por ello, una de las primeras acciones fue contactarse con un organismo técnico como CONAF, que además de su pertinencia en el área, había planteado reparos al EIA presentado por el MOP a la Corema. Fueron los profesionales de la repartición quienes recomendaron los primeros acercamientos con el centro regional Intihuasi del INIA, de manera de buscar la preservación del árbol. Se daban así los primeros pasos para la sobrevivencia de los relictos.
La coordinación de la comisión ejecutora del traslado sería el botánico del INIA, Pedro León, quien hoy en día y tras nueve años de investigación, se muestra satisfecho por mantener vigente a una especie que contiene en su genética miles de años de historia.
“Es relevante rescatar las poblaciones de canelos porque dentro del rango de distribución, son las que se ubican más al norte de Chile. Por ende, es vital salvaguardar esta diversidad genética que no está más allá de nuestras fronteras”, precisa.
Actualmente el INIA ha rescatado cerca de 3 mil semillas de canelos que se encuentran en su centro de germoplasma que permitirá “perpetuar su existencia”. Carlos Quiroz, director regional del INIA, asegura que se guarda un tesoro. “Estos canelos son únicos, son relicto de lo que hubo hace miles de años y que soportaron cambios en sus condiciones de humedad y temperatura (…) Esto permite que persistan en el tiempo y, quizás en 20 años más nuevas generaciones puedan forestar otros lugares con estas semillas”, dice confiado.
Pero no fue hasta el viernes 30 de enero cuando el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Agricultura, a través de la Dirección de Obras Hidráulicas y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias respectivamente, sellaron el acuerdo que permite dar un nuevo respiro a los canelos.
“Como Estado estamos dando señal que cumplimos con las medidas que se nos solicitó, además que este convenio permite la conservación de especies valiosísimas”, señaló Mirtha Meléndez.
Por su parte Carlos Quiroz no quiso ser menos y aprovechó de enfatizar que las especies se mantendrán vivas. “Sacaremos las estructuras reproductivas para llevarlas a viverizar para que se mantengan vivas y se desarrollen. Después, se trasladan hasta donde quedarán de manera definitiva para así mantener las condiciones ecológicas que tenían en un principio”, indica.

HUINTIL VUELVE AL RUEDO
Si bien la intención de OLCA y de algunos organismos asociados era interponer un recurso de apelación a la Corte Suprema, nada cambió el veredicto de la Corema, dando luz verde a una obra que no estuvo exenta de polémicas (ver recuadro).
Y es que desde la presentación a la comunidad y al Sistema de Impacto Ambiental del tranque de Illapel, hoy El Bato, los entes sociales propusieron su emplazamiento en el sector de Huintil, ubicado unos kilómetros más abajo de la actual cortina. Esto porque si bien contaba con algunas hectáreas de canelos, éstas eran ínfimas comparados las existentes aguas arriba. Eso sí, el MOP rechazó tajantemente esa alternativa, ya que implicaría un mayor desembolso, en primera instancia, para la cartera, y posteriormente para los concesionarios.
Por ende, la mitigación focalizada en la restauración del bosque relicto en otro sitio fue la única salida para dar comienzo a las obras.
Nueve años después y habiéndose firmado el convenio entre la DOH y el INIA la comisión ejecutora de la reposición del bosque, determinó que Huintil, era el mejor sitio para comenzar con la forestación. “Efectivamente el sector elegido es el de Huintil que queda un poco más abajo donde quedará la cortina. El lugar tiene una cuenca de agua subsuperficial, por lo que es un sitio ideal para la restauración”, sentencia Carlos Quiroz.
Pero la restauración no sólo trae aparejado la plantación de canelos, sino que también de aquellas especies que acompañaron por siglos a estos árboles. “Si bien el convenio con la DOH se enmarca sólo en el canelo, hay otras especies que debemos analizar su abundancia y potencial genética. Creemos que una de ellas será el arrayán”, confirma Pedro León.
Lo cierto es que este esfuerzo, nuevamente levantará un espacio verde abierto para los illapelinos, de manera de revivir aquellos pasajes que fueron testigos privilegiados de la historia de este comuna que, tras la finalización de las obras de El Bato, pasará a estar cientos de metros bajo agua, aunque su imponente figura e imagen frondosa quedará de manera imborrable en los recuerdos de quienes lo conocieron.

QUIEBRAS Y RETRASOS
La materialización del tranque El Bato no ha sido fácil. Al rechazo por la inundación de las 20 hectáreas que albergaban el bosque de canelos, se sumó una serie de retrasos en el inicio de las obras, lo que supuso una maldición. La empresa que se adjudicó la licitación fue Mendes Junior, la que a poco andar, tuvo que declararse en quiebra, lo que retrasó en varios meses la construcción, debiendo llamar nuevamente a un proceso licitatorio. Pero eso no era todo, porque después de ese impasse tributario no se supo definir bajo qué normativa se regiría el embalse, si la antigua 1.123 o la moderna ley de concesiones. Fue el propio Presidente Ricardo Lagos quien tuvo que dirimir el asunto imponiendo la ley 1.123 como la ganadora. Después de tanta problemática administrativa fue el 15 de julio de 2007 cuando el consorcio Besalco y Ferrovial Agroman comenzó a remover el terreno de este centro de almacenaje hídrico que lleva más del 70% de avance y espera ser inaugurado en diciembre por la Presidenta Michelle Bachelet.

domingo, 1 de febrero de 2009

El aterrizaje del Limarí en el retail


El sello del valle de Elqui a nivel nacional y extranjero es su preeminencia pisquera de siglos, el ambiente místico de sus cerros, su cercanía con las estrellas, sus cielos limpios, su marcado turismo de temporada y su clima. Asimismo, destacan sus obras de riego, su cercanía con La Serena y su gastronomía, generalmente relacionado con los derivados de la leche y carne de cabra. Pero qué tal si le contáramos que en materia de cantidad hay una zona mucho más abundante y que sostiene la producción a nivel regional.
Lejos de querer entrar en una confrontación, pero sí haciendo honor a la verdad y al conocimiento de muchos, el valle de Limarí hace rato que se vistió con pantalones largos y sigilosamente comienza a tomar fuerza de la mano de uno de los nodos territoriales más importantes del país: Limarí Emprende. Y es que algo está pasando detrás de la frontera natural de Las Cardas.
Basta sólo recurrir a los números para darse cuenta que la potencia del Limarí está fuertemente relacionada con el turismo, la gastronomía y los servicios. Si bien la Cooperativa Agrícola Pisquera de Elqui (Capel) tiene su centro de operaciones en Vicuña, sus predios de uva sólo representan el 30% del total de fruta procesada, mientras que el Choapa, se le acerca al 20%. Imagínese usted quién lidera este ítem. Sí, adivinó, Limarí ostenta el 50% de la producción.
En el caso de la cabra, la supremacía también es evidente. Elqui sólo posee 87 mil cabezas, Choapa 114 mil y Limarí, como no, lejos con 203 mil. O sea, más de la mitad de las 404 mil que a nivel regional se contabilizan y que representan el 57% en Chile.
Por ello no es casual que dentro de los márgenes de atracción, hayan sido los propios empresarios del retail, específicamente el grupo Rendic que controla Supermercados Deca y que hoy operan aliados a Álvaro Saieh (Unimarc), Enrique Bravo (Bryc) y la familia Korlaet (Korlaet), quienes implementaron el modelo de distribución masiva de los encantos culinarios de la provincia.

PATÉS Y HAMBURGUESAS
Hace unos años, la carne de avestruz dejó de ser un alimento desconocido tras la llegada a la zona de la Sociedad Agrícolas Las Cañas, que actualmente opera en Punitaqui, ya que la empresa logró insertarla dentro de la dieta de muchos consumidores. Fue así como tomaron el relevo de anteriores apuestas que no fructificaron, aunque la idea esta vez era asignarle un valor distinto.
“Quisimos darle valor agregado y vender un producto final de calidad. Con esto hemos podido posicionarnos en el mercado una apuesta sana, novedosa y que cumple con los más altos estándares de calidad”, señala Luis Alfonso Sánchez, gerente de la compañía.
Pero evidentemente que la posibilidad de producir 10 toneladas anuales los ha llevado a pensar en traspasar las fronteras regionales. Unimarc – Deca avizoró que las terminaciones del producto les reportarían muy buenas ventas.
Dentro de la gama de variedades que posee Las Cañas para la avestruz, se cuenta un paté que se expende a $2 mil, hamburguesas que con tan sólo $500 de costo las hacen muy competitivas y carpachos laminados a $3.500 el sachet. “Tiene el mismo precio que el vacuno que es punta de ganso, pero éste es filete exótico”, especifica el ejecutivo.
Hoy en día, son 170 las salas supermercadistas en diez regiones de Chile que poseen en sus vitrinas alguna de estas variedades. “El 95% de los consumidores cree que la carne es blanca, por lo que gracias a las cadenas de retail hemos ido posicionándonos”, enfatiza Sánchez.
Dentro de los próximos días, habrá una nueva degustación de la carne de avestruz, que entre sus cualidades presenta un 98% menos de grasa que las otras carnes, ya que Las Cañas lanzará al mercado un salame. “Ha pasado todas las pruebas de calidad y su valor será de $2.900 por los 250 gramos”, reconoce el empresario.

LAS BOLSITAS DE DON AMABLE
Siempre quiso ser criancero, aunque nunca se dedicó por completo a esta esforzada actividad. Mientas sus familiares y conocidos recorrían los parajes cordilleranos durante la temporada estival, él trataba de vender uno que otro producto en la feria. Fue precisamente ese contacto con la gente el que le dio la gran oportunidad de su vida: Dedicarse a vender productos típicos. Y qué mejor que el charqui, pero de cabra.
Amable Castillo reconoce que al principio le costó decidirse y dio sus primeros pasos en la carne de avestruz, pero no le resultó como preveía. “Traté de insertarme en el mercado de la avestruz, pero después me di cuenta de los potenciales que tenía la carne de cabra. Y hoy está resultando”, comenta.
Y claro que le ha ido bien, si de pasar de vender un par de bolsitas, hoy goza de un reconocido respaldo en la elaboración de 300 kilos cada 365 días. Con esa “espalda” no pasó mucho tiempo para que los supermercados se pelearan su producto.
Actualmente abastece con más de 200 saquitos de 50 gramos a la semana a Deca. “Una de las características que tiene al verlas en el supermercado es que la gente no puede elegir, ya que son todas iguales”, dice orgulloso don Amable.
Esta base de venta le ha permitido proyectarse para este 2009, pues ni siquiera los anuncios de turbulencias financieras asustan a este hombre. Tal como muchos de los asociados a Limarí Emprende, hoy Valle de Limarí, la crisis está lejos de tocar sus puertas. “Quiero comprar más cabras para llegar a enviar a los supermercados 3 mil a 4 mil envases de charqui de cabra. Espero concretar este anhelo en junio”, precisa.
Añade que “no le voy a decir de dónde voy a sacar la plata, pues si usted tiene plata puede ser parte del negocio como socio”, nos emplaza con su tradicional humor.

ESPERANDO EL GRAN PASO
Dentro de la oferta gastronómica y de emprendimiento de Valle de Limarí, hay muchos que están a la espera de poder ser parte de las más importantes cadenas, de manera de poder llegar a los más lejanos territorios de nuestro país. Eso sí, ello no ha impedido que promuevan sus propias redes con hoteles y empresas locales.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Margarita Yáñez, quien hace sólo dos meses comenzó con la preparación de alfajores en base a manjar de leche de cabra. “Ha sido todo un éxito la recepción del público, ya que les ha gustado bastante”, explica, aunque de todas maneras aclara que se vende más el tradicional, es decir, de leche de vaca, pues es $100 más barato. “Tengo el normal a $200 y el de leche de cabra a $300. Pruébelo, son muy ricos”, nos ofrece.
Sus centros de distribución son dos lugares de hospedaje, el hotel Limarí y el hotel Altos de Tuquí, ambos en Ovalle. En todo caso, doña Margarita ya está haciendo los trámites para venderlos en vitrinas de vidrio y ante la mirada de miles de usuarios que cada día llegan hasta algún retailer. “Estamos esperando la autorización sanitaria para entrar a algún supermercado, así es que nos falta poquito”, indica.
Esos mismos sueños tiene María Cristina Aguirre, quien no esconde su talento culinario y ha explorado en una serie de nuevas técnicas de mezcla de sabores y texturas en sus mermeladas. Son 23 las variedades exóticas con las que ha deleitado en innumerables ferias interprovinciales y regionales.
“Tengo de chirimoya, plátano y arándano, donde el frasco de 450 gramos lo vendo a $1.500 y el de kilo a $3.500”, manifiesta. Aunque deja de inmediato en claro que su favorita es la de zanahoria, que corresponde al secreto mejor guardado de su abuelita. “Se sazona con frutos y coco rayado”, comenta antes de detenerse y advertirnos que el resto de la recete es secreta.
En 2007, esta emprendedora vivió uno de sus momentos más crudos, pues con las heladas de mediados de ese año, se quemaron grandes plantaciones de chirimoyos, lo que disminuyó su materia prima. A pesar de aquella amarga experiencia, se emociona al contar que las mermeladas le han cambiado la vida.
Pero la vida parece sonreírle. “En el 2010 contaré con una ayudita muy importante, pues agrandaré mi microempresa de 2 a 5 personas. La idea es llegar a algún supermercado”, añade.
Las historias de Margarita Yáñez y de María Cristina Aguirre, tienen espacios muy parecidos a los de Benilda Henott, quien cuando empezó con la venta de frutos secos, sólo los ofrecía en su casa de Ovalle. Hoy en día, Deca ya le abrió espacio dentro de su oferta diaria. “La gente ve de otra forma a los frutos secos, pues los mismos médicos han dicho que son muy buenos para controlar los problemas cardiacos. Tienen mucha fibra, por ejemplo el higo posee gran cantidad de calcio al igual que la almendra igual”, sostiene Benilda.
Así como hombres y mujeres han sabido romper la barrera del tiempo y la distancia para deleitar a miles de personas que cada vez que disfrutan de algún producto sienten la calidad y el sabor de una etiqueta que luce con orgullo la procedencia del Valle de Limarí.

Casino: una duda existencial

Casino: una duda existencial
El sueño se aleja como un as de póker