viernes, 20 de febrero de 2009

El agitado retorno del intendente: El expreso laboral


El intendente Ricardo Cifuentes es un hombre especial. Con un semblante que lo hace acogedor con sus cercanos y crítico con sus enemigos políticos, debe ser uno de los pocos personeros de confianza de la Presidenta Michelle Bachelet que no se encuentra en La Moneda. Y es que más allá de su cercanía con el senador Jorge Pizarro, el hecho de haber sacado adelante una región que por años estuvo más cerca del final de la tabla que de los lugares de protagonismo, le ha hecho ganar puntos extras.
Si se trata de sacar cuentas, la calculadora de las inversiones ha permitido que la Región de Coquimbo lidere varios ámbitos. Sin dudas, y quizás el más reconocido, sea la atracción por la energía en base al viento. Sólo en proyectos eólicos, el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental ya contempla 11 iniciativas que suman US$2.330 millones y que al 2012 entregarán 1.070 megavatios al SIC. Todo un logro que ninguna zona de Chile ha podido equiparar. También hay que consignar la instalación de termoeléctricas donde en menos de 10 kilómetros existe la opción de contar con dos centrales que superan los US$3 mil millones y generarán 2 mil empleos en caso de dárseles luz verde.
Para qué decir de los recursos asignados al riego que en sólo un año casi se doblaron. De $4 mil millones en 2007, el año pasado se apalancaron $7.800 millones. Lo mismo en Obras Públicas donde de los $21 mil millones con los que comenzó a operar en la primera parte de su administración, pasó a $51 mil millones el año pasado y éste ya contempla una suma superior a los $80 mil millones. En todos estos tópicos Cifuentes ha estado de cerca trabajando con sus equipos técnicos de manera de hacer rodar el andamiaje local.
Cuando en enero del año pasado La Moneda realizó la más fuerte de sus estructuraciones al cambiar casi a la mitad de los intendentes del país, tras la asunción de Edmundo Pérez Yoma como ministro del Interior, muchos en vez de preocuparse que Cifuentes podría ser removido, lo veían con un cupo dentro del equipo de secretarios de Estado de Bachelet. El diputado por el Octavo Distrito, Patricio Walker, aseguró en aquella oportunidad que “nuestro intendente perfectamente podría desarrollar una labor en algún ministerio porque tiene las capacidades y el liderazgo para ello”.
Su pasado por la Secretaría Regional Ministerial de Planificación hace una década le daba las herramientas para pelear palmo a palmo esa investidura de Mideplan que finalmente recayó en la socialista Paula Quintana, también ex seremi de la cartera en la Región de Valparaíso.
No era el momento de Cifuentes, quien tuvo un 2008 para no olvidar. Posiblemente sea el intendente mejor evaluado de Chile, no por nada la mandataria reconoció hace poco que uno de los pocos miembros del Ejecutivo con quien ha cerrado importantes acuerdos arriba del helicóptero presidencial había sido precisamente él. “No saben cuántos tratos se han logrado arriba del helicóptero, o sino pregúntenle al intendente de la Cuarta Región, con quien hemos llegado a varios acuerdos”, señaló hace algunos meses.
Para qué decir de las más de 15 visitas que ha hecho a la región. Si eso no es respaldar a Cifuentes, está muy cerca de serlo.

MONITOREO PLAYERO
A mediados de enero y sorprendiendo a varios, este profesor de Historia y Geografía experto en Ciencias Políticas, hizo las maletas y se fue de vacaciones. La razón no era otra que llegar en el momento adecuado para preparar la agenda que marcará esta temporada que se visualiza compleja por el ultra anunciado coletazo de la crisis económica planetaria.
No obstante y atendiendo su cualidad ejecutiva, sus cercanos precisan que siguió de cerca el desarrollo de las estadísticas del empleo y especialmente las cifras de crecimiento que fueron entregadas la semana antes de que volviera de sus vacaciones.
Y qué mejor espaldarazo que retornar al ruedo siendo el responsable de uno de los mayores crecimientos registrados en la historia y sólo comparable cuando comenzó a operar Minera Los Pelambres en Salamanca.
Fue precisamente al enterarse de esos números cuando no dejó espacio para la crítica “política” que según él se había introducido por parte del empresariado al deslegitimar el 12,1% que logró expandirse la región en 2008, siendo la más dinámica de Chile y casi doblando a Aysén, su perseguidora, que terminó con 6,9%.
“Para cualquier intendente es una gratificación que la región que administra crezca y que lo haga teniendo un liderazgo nacional. Esas dos cosas quedaron establecidas en el 2008 que fue un año formidable para la región, ya que crecimos económicamente y más que cualquier otra zona de Chile”, sentenció el sábado pasado en algún punto de la región donde disfrutaba de sus últimos días de vacaciones.
Allí mismo no escatimó en responder al presidente de la Delegación La Serena de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Marcelo Castagneto, a quien acusó sin nombrarlo de tener una crítica político – partidista y no objetiva de las cifras entregadas por el Índice de Actividad Económica Regional (Inacer), pues el representante había estipulado que a partir de marzo se revelarían las verdaderas estadísticas.
“No comprendo las críticas que se hacen, pues me parecen antojadizas y que rayan más en los intereses políticos que en los propios números. Si durante todo el 2008 se creció más que el resto del país, no entiendo qué buscan con esa crítica, no sé si no entienden las cifras económica, porque si no lo saben nosotros podríamos explicárselas”, aseguró sarcástico.

TRABAJO, TRABAJO, TRABAJO
Sus primeros siete días fueron a full, pues no escatimó esfuerzos por reunirse con organizaciones sociales y empresariales para imbuirse de los alcances que tendrían las turbulencias financieras. “Queríamos conocer una expresión directa de quienes participan, para estar al tanto de las diferentes realidades que hay en la región, por eso esta semana estuvimos en Limarí y Elqui para la próxima estar en Choapa”, señaló a la salida de su encuentro con los sindicatos.
Según uno de los miembros de su gabinete, fue el propio Cifuentes quien lo hizo terminar abruptamente sus vacaciones para que no perdiera de vista casos emblemáticos como el cierre de la Minera Punitaqui y que aún mantiene en vilo a más de 500 operarios. “El intendente ya nos definió las prioridades y acá no se habla otra cosa que de trabajo, trabajo y trabajo”, sentenció la fuente.
Por eso no han sorprendido sus extensas reuniones con las seremías claves dentro del proceso de generación de mano de obra, tome nota: Trabajo, Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo, Economía y Minería.
Uno de los ejemplos más evidentes fue la seremi de Obras Públicas, Hanne Utreras, quien apenas se bajó del avión que la traía desde Tailandia, se sintonizó con los requerimientos de la zona y anunció la creación de entre 800 y mil empleos mensuales con faenas de cauce, caminos y reparaciones. Y es que dentro del esquema 2009 de Cifuentes no cabe malgastar el tiempo, pues por cada día perdido, son cientos los puestos de trabajo que se recortan y miles las especulaciones que rondan.
Por eso antes de salir de vacaciones logró consensuar criterios con los titulares de Obras Públicas y Vivienda y Urbanismo, de manera de lograr recursos adicionales. Fiel a su estilo mesurado y con una experiencia de años se guardó esa cartita bajo la manga, depositando entre libros y toallas el anuncio que la zona disponía de más de $29 mil millones adicionales que permitirán ofertar 2.700 nuevos puestos de aquí a julio.
Cuando las críticas comenzaban a ocurrir echó mano a esa mochila y de inmediato calmó los ánimos pesimistas. “Hoy, nadie puede decir que el Gobierno no enfrenta las turbulencias de los mercados”, sostuvo a mediados de semana.
Pero este año no será fácil, sus cercanos lo reconocen y él mismo ha tomado como punto de inflexión la pérdida de trabajo, pues sabe que no puede echar por la borda una de las mejores gestiones regionales desde el retorno a la democracia.
Pero tal como ha sido a lo largo de su administración, su control de la región no ha dejado espacio para la improvisación, pues quien quiera seguirle el ritmo debe saber que no hay opción de equivocarse. Y es que desde el segundo piso el rastreo laboral ya empezó y no cesará hasta que pase el chaparrón.

SU RELACIÓN CON LOS NEGOCIOS
Al principio costó que Ricardo Cifuentes entrara en sintonía con el mundo empresarial de la región al momento de asumir la máxima investidura de la Intendencia, ya que la mayoría de los hombres de negocios había construido un lenguaje técnico con Felipe del Río, con quien encontraron a un par. Respetuoso de las decisiones privadas, no le tiembla la voz cada vez que advierte alguna irregularidad. Pero a la distancia que había en un principio se pasó a una relación directa, lo que por cierto quedó demostrado el viernes cuando asistieron más de 30 empresarios a la cita del Gobierno con los privados. Uno de quienes ha notado una evolución y ha cambiado su percepción hacia él ha sido Daniel Mas Valdés, presidente de Cidere. A fines de 2007 Mas no escatimó en catalogar la gestión de Cifuentes como “lenta y que le había faltado celeridad al momento de generar inversión”. Casi como una vuelta de mano, el 2008 fue el año donde más se desembolsaron de recursos privados y públicos. Y eso Mas lo reconoció. “El papel que ha jugado el intendente ha sido el correcto, especialmente en la facilitación de inversión, por lo que creemos que lo ha hecho muy bien”, precisó en la última cena anual de la entidad industrial.

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