viernes, 11 de julio de 2008

Uso de chimeneas: Alerta blanca

A inicios del siglo XXI, casi no existían casas que no tuviesen una chimenea como aliado para paliar las bajas temperaturas que venían de la mano con el periodo invernal. Los materiales utilizados para la edificación de las viviendas, especialmente el abobe y la madera, relativizaban la calefacción al lugar del país donde se viviera. Sin embargo, en cualquiera de ellos, esta estructura humeante lograba el objetivo para el cual había sido creada.
Con el paso de las décadas, la chimenea se convirtió en una suerte de adorno con la llegada al mercado de alternativas para mantener el calor, tales como los braseros y posteriormente las estufas a parafina, gas y electricidad. Asimismo, el aislamiento y la calefacción de las nuevas edificaciones confabularon para prescindir de ellas como objeto de primera necesidad.
Hoy en día su uso se zonificó en los sectores más acomodados (ABC1 y C2), las que la poseen a nivel nacional en un 54%. Esto puso en una encrucijada a las autoridades, toda vez que están al tanto de que un uso inadecuado puede generar un alto grado de material particulado en el aire.
Y si contextualizamos su incremento de uso al periodo de julio y agosto, donde se producen históricamente las mayores precipitaciones y también los fríos más intensos, han surgido voces ciudadanas que temen que los limpios cielos de la región se vean empañados por una mayor actividad de combustión.
No obstante, tampoco hay que olvidar la condición climática que nos rige y que habla de buenas vías de ventilación, lo que mermaría los efectos, gracias a los vientos provenientes del mar, los que dispersarían los agentes patógenos. Eso sí, esa misma realidad no se hace extensiva a todos los sectores. Uno de los casos más emblemáticos es en barrios ubicados en altura como San Joaquín o El Milagro y donde su emplazamiento más alto, ayudaría a retener los fluidos.

SAN JOAQUÍN EN OBSERVACIÓN
De acuerdo a las estimaciones que han hecho expertos del Centro de Nacional de Medio Ambiente (CENMA), la zona céntrica de La Serena no tendría mayores inconvenientes, porque estarían bajo un área de protección costera que esparciría el material particulado, mitigando su efecto nocivo en las personas.
Si bien el meteorólogo Claudio Cortes, reconoce que las chimeneas provocan altas dosis de contaminación, es muy poco factible que en La Serena se produzca una incidencia considerable. “No lo veo probable, porque las condiciones de ventilación en La Serena son muy buenas. Los vientos provenientes del océano realizan un efecto disipador que merma las potenciales consecuencias dañinas para el organismo”, precisó este experto en Modelación del Laboratorio de Meteorología y Análisis Atmosférico del CENMA.
El director regional (s) de la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), Christian Peralta, coincide con Cortes, pues la dispersión del humo es bastante alta. “En caso de que se midiera la contaminación de las chimeneas, ésta no superaría la norma”, aseveró.
Eso sí, hizo saber que en zonas elevadas podría ocurrir otro tipo de fenómeno, ya que al estar situadas sobre el nivel del mar, los gases tenderían a subir, aunque al mismo tiempo a estacionarse también. “Lugares como San Joaquín, que se encuentra ubicados en altura, podrían registrar leves estacionamientos en sus emisiones”, indicó.
Esta luz de alerta para uno de los espacios urbanos más acomodados de la región, encuentra relación, debido a la gran cantidad de chimeneas que existen. En todo caso, una de las dudas es efectivamente si utilizan para calefaccionar el hogar o sólo posee una orientación ornamental.
Un habitante del barrio, quien prefirió mantener bajo reserva su identidad, aseveró que el margen de uso es bastante marginal, porque si bien la mayoría de estos conductos estaba habilitado, el índice de manejo apenas se empinaba por el 20%.
“Las chimeneas se usan como adorno, porque les da un toque arquitectónico, pero hay que hacer la salvedad de que todas estas casas, las que son de más de 4 mil UF, se les puede instalar un sistema de calefacción”, sentenció.

PELIGRO EN EL VALLE
Una realidad diametralmente opuesta es la que se vive al interior de la región. Valles fecundos en vegetación y colores son “adecuados” para mantener viva una fuente contaminante, aunque es un factor natural el que se queda con el mayor protagonismo: La Cordillera de la Costa. Esto porque a este cordón montañoso se le sindica como el responsable de propiciar este escenario de vulnerabilidad.
“Hay que reconocer que en los lugares interiores habría problemas si se incrementara la ocupación de chimeneas, ya que la Cordillera de la Costa tapa el flujo de vientos que se originan en las zonas contiguas al mar”, aseveró Claudio Cortes.
No es casual que en zonas alejadas donde se encarece el transporte de otros insumos energéticos como el gas o la electricidad, la leña, adquiera un protagonismo esencial. Ello más aún si es que establece en una tabla de valores, donde su costo es 5,4 veces menor que la calefacción eléctrica y 4,7 veces más económica que el gas.
Cortés agregó que los patrones culturales iban a ser los principales obstáculos a doblar, porque existe una “institucionalidad” del uso de este recurso. “Es un elemento que se implementa para uso combustible y que, además, se obtiene de manera gratuita en la calle”, señaló el meteorólogo.

FRONTERA URBANA
“Valparaíso sufre de problemas con el material particulado que se estaciona en el aire y termina siendo respirado por sus habitantes”. La afirmación anterior no obedece a problemas un problema de redacción o recopilación de datos, sino que a una realidad que toca a varias ciudades costeras que tienen como principal enemigo a su propio ordenamiento urbano, argumento que es avalado por el CENMA.
No es apresurado hacer un diagnóstico al respecto, pues resulta evidente que Valparaíso, debido al entorno que cubre su casco histórico, hace posible un “encasillamiento” de los altos edificios, los que se encuentran instalados de forma paralela a la franja marina.
“Con respecto a la situación de Valparaíso, hay que hacer un análisis más adecuado, pues por el simple hecho de ser una ciudad emplazada a orilla de mar, no implica un abandono de los efectos de los gases contaminantes”, advirtió Claudio Cortes.

RECOMENDACIONES
Los expertos han establecido una serie de recomendaciones para cuando se requiera de una chimenea. Esto porque habitualmente se desconoce que la leña mojada emana un 50% más de humo nocivo que una seca. Ante ello se establece como prioridad instalar el tubo a lo menos 1,5 metros de altura por sobre el techo para no “ensuciar” el ambiente cercano a las personas. También se debe poner atención para no atochar el espacio de combustión, además, de mantener siempre limpio el conducto, pues la acumulación de hollín transmite impurezas al humo. Por último siempre tener presente que para avivar el fuego se debe disponer de papel y jamás de ceras o parafinas.

viernes, 4 de julio de 2008

El casino de Ovalle en su punto más bajo

Podríamos decir que la crisis subprime tocó con fuerza el poder de inversión de la comuna de Ovalle. Esto porque el pasado 22 de mayo la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) anunció que uno de los proyectos en competencia, Inversiones Sotaquí, vinculado al grupo Citigroup Venture Capital Internacional –el mayor banco de Estados Unidos- desistió de su propuesta de recinto de azar, debido a las pérdidas por sobre el 60% (más de US$5 mil millones) provocadas por los serios problemas hipotecarios ocurridos en el país del norte.
Sin embargo, para los habitantes de la capital de la provincia del Limarí, aún quedaba otra oportunidad que no estaban dispuestos a perder: Casinos Gran Ovalle S.A., relacionado a Inversiones Austria y la que levantaría una iniciativa cercana a los US$18 millones de dólares con un hotel cuatro estrellas, cuatro restaurantes, centros de convenciones, salas de cine y senderos acuáticos entre otras.
Prueba de la importancia que genera en el dinamismo comunal, provincial y regional la oportunidad de instalar un recinto de azar en pleno corazón de la zona más productiva de la Región de Coquimbo, es que en el periodo de evaluación de los proyectos por parte de las entidades locales, la propuesta sacó el máximo de los puntajes. Vale decir, los 300 puntos otorgados por el Gobierno Regional y los 150 de la Municipalidad de Ovalle, dieron una base para entusiasmarse.
En todo caso, el círculo se cierra con las disposiciones del Sernatur (0-150), el Ministerio del Interior (0-100) y la Superintendencia de Casinos (0-1.200). Una vez asignados esos puntajes que suman 2.000 unidades, el titular de la SCJ, Francisco Javier Leiva, estaría en condiciones de nombrar las dos plazas que se adjudicarán esta temporada.
Asumiendo que falta poco menos de dos meses para que se sepa si Ovalle, Curicó, Castro o Coyhaique se quedarán con el ansiado cupo, la decisión de la dirección nacional de Sernatur, dada a conocer esta semana, bajó las perspectivas que se tenían sobre la iniciativa regional, toda vez que resultó ser la peor evaluada.
Esta situación levantó de inmediato conjeturas acerca de que se habría hipotecada la opción local, aunque en honor al proceso vogente, aún resta más del 70% del puntaje.

LOS DARDOS CONTRA ALCAYAGA
Tuvo un jueves de locos. Y no era para menos, ya que el director regional de Sernatur, Juan Alcayaga, tuvo que hacer frente a la ola de críticas que se generó sobre su persona tras conocerse los resultados. Sin embargo, él, optimista como siempre, explicó que el proceso no estaba en sus manos, sino que obedecía a un procedimiento nacional avalado por rígidos puntos de transparencia.
“Se confeccionó una carta de orden técnico que se llena a nivel nacional y donde los parámetros son comunes para todos. Sólo así no se perjudica a ninguno de los oferentes que se encuentran compitiendo”, aclaró.
Eso sí, no todos creen que la responsabilidad es absoluta de Santiago, porque –comentan- alguna incidencia o consulta debió haberse aplicado a partir de los criterios emanados de la repartición que dirige Alcayaga.
Uno de los más críticos fue el consejero regional y presidente de la Cámara de Comercio de Ovalle, Washington Altamirano. El personero no escondió su desazón con el puntaje dispuesto por Sernatur, pues los avances en infraestructura serían evidentes.
“Nos causó una ingrata sorpresa el hecho que la comuna tuviese ese puntaje, porque esperábamos estar mejor posicionados”, sentenció.
Uno de los argumentos que mencionó Altamirano tiene relación con las obras de infraestructura que se están generando a partir de la plataforma turística y de desarrollo que implicará una inversión de US$17,9 millones.
La construcción de un hotel de cuatro estrellas fue el ejemplo en común que replicaron Juan Alcayaga y Washington Altamirano. “Es una de las ciudades que más ha avanzado en turismo en los últimos años, posee una infraestructura moderna y buena, además que ha consolidado circuitos culturales, agrícolas y vitivinícolas”, dijo el primero. Mientras tanto, el core agregó que “poco a poco hemos dejado de ser el patio trasero de La Serena y Coquimbo, por lo que ya nos estamos preparando para dar ese salto de la mano del casino”.
Ambos coincidieron en el turismo de negocios que se ha dado en la zona y que se replica todo el año, rompiendo así la estacionalidad.
Lo cierto es que desde la cabeza de Sernatur, que encabeza desde el periodo de Ricardo Lagos (2000-2006) Óscar Santelices, se asestó un duro golpe a la moral de los ovallinos, pues se evaluó la consistencia de la ciudad en cuanto a oferta turística, hotelera, conectividad y potencialidad.
Ante esa situación, Altamirano no descartó pedir explicaciones al director regional, Juan Alcayaga, porque considera que “alguna injerencia tuvo”. “Él (Juan Alcayaga) debe hacerse responsable, porque los informes no se hacen solos y menos si lo realiza una entidad a nivel nacional a la que él pertenece. Algo tuvo que haber dicho”, remató.
Para mañana lunes se espera que se reúnan los cuatro consejeros regionales que representan a Limarí –Rubén Pino, Gary Valenzuela, Alfredo Villagrán y el propio Washington Altamirano- para analizar los pasos a seguir. “Ahí veremos qué pasa”, manifestó el también dirigente del comercio ovallino.

LAS OBSERVACIONES
Cuesta simplificar la dura y explícita crítica que emana desde el informe técnico, pues en él -más que hallar deficiencias superficiales- pareciera haber una indisposición de la ciudad a albergar una inversión de este tipo (ver recuadros). Pero, los habitantes y autoridades de Ovalle concuerdan en que varios de los criterios utilizados por la Superintendencia se estarían revirtiendo y optimizando.
La alcaldesa Marta Lobos, es una de las convencidas de que el análisis que se realizó no representa el desarrollo actual de la comuna. “Las cifras que se han dado a conocer sólo toman en consideración el impacto del turismo en la zona y nosotros estamos desarrollando esta área, por lo tanto, esperamos revertir esta situación en las próximas instancias”, sentenció optimista.
Otro de los puntos que fue considerado como deficiente y sacó ronchas, es la escasa cercanía de comunas con potencialidad turística y gran afluencia de visitantes. Es así como Monte Patria, Río Hurtado y Punitaqui, son ciudades que no sobrepasan los cinco mil habitantes, lo que de alguna manera fue considerado como una desventaja al momento de evaluar.
Juan Alcayaga no elude la opción de aclarar que Sernatur está promoviendo una política de colaboración con las ciudades emergentes. Entonces, ¿por qué se castigó al resto de las comunas del Limarí? “Ojalá se considerara a Ovalle como una ciudad emergente, porque es una alternativa turística relevante dentro del valle de Limarí”, agregó.

EL FACTOR ENJOY
Dentro de las disposiciones que construyen el marco legal en el que se basa la ley de casinos, se establece una distancia mínima entre uno y otro recinto de azar. Ésta es 70 kilómetros, por lo que la referencia de algunos agoreros que culpaban el emplazamiento del centro de apuestas que posee Enjoy en el sector de Peñuelas en Coquimbo, no habría tenido incidencia alguna. Pero esa máxima sólo corre para la decisión que dará la SCJ a fines de agosto.
Para el servicio que dirige a nivel nacional Óscar Santelices, este factor habría tenido una relevancia mayor. Esos 80 kilómetros no habrían pasado desapercibidos, pues si se contrasta con el resto de las propuestas, la diferencia varía entre los 200 y los 350 kilómetros. “La cercanía con otro casino, que se encuentra a 80 kilómetros, fue un dato que se incluyó dentro de la ficha técnica”, sinceró Alcayaga.
Este escenario no es nuevo para Enjoy, porque no sería la primera vez que tendría una competencia dentro de una misma región. Tal es el caso de la Región de Valparaíso, donde posee su “casa matriz” en Viña del Mar. Allí convivirá con dos centros de apuestas a partir del 2009: En San Antonio, a sólo 117 kilómetros, Ivisa construye un proyecto de US$28,9 millones y en Rinconada (131 kilómetros), Salgueros Hotels, hace lo mismo con un monto de US$16 millones.
“Dos casinos en la zona son absolutamente compatibles, porque habrá públicos distintos. Acá lo que importa es sumar”, precisó Juan Alcayaga, quien descartó que exista un lobby público y privado para “bajar” la apuesta de Gran Casino Ovalle S.A. “No lo creo, lo desconozco. Me extrañaría que una autoridad u otro personero estuviera intercediendo en contra, ya que evidenciaría mucha miopía”, agregó.

EL ÚLTIMO AVENTÓN
La siguiente etapa que viene dentro del proceso de adjudicación es la decisión del consejo resolutivo. “Es necesario dejar en claro que la dirección regional de Sernatur apoya 100% la postulación de Ovalle, porque tiene una propuesta lógica y meritoria. Debemos formar un movimiento transversal para que se construya el casino”, aseveró Juan Alcayaga.
La jefa comunal, Marta Lobos, mostró su postura más optimista y lanzó un vaticinio: “Confío plenamente en que Ovalle tendrá un casino, porque aún falta mucho y todavía están en juego 1.300 puntos”, señaló.

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