viernes, 30 de mayo de 2008

Los nombres que ponen en jaque al Gobierno


Tanto fue el cántaro al agua que terminó por romperse. La explosiva alza que ha tenido el petróleo durante los últimos meses ha significado que vuelvan a la agenda pública esos oscuros pasajes de movilizaciones e interrupciones de caminos ocurridos entre el 17 y 19 de octubre del 2000 cuando el dirigente Héctor Moya no respetó el derecho a diálogo y puso en jaque al recién asumido Presidente Ricardo Lagos Escobar.
Y es que si se toma en cuenta el poder del transporte de carga, son muchas las administraciones que han sufrido con sus decisiones de “paralizar al país”. Ello porque 36 años antes (1972), y en pleno periodo de Salvador Allende, nuevamente octubre fue el mes escogido para sacar a la calle los pesados vehículos y protestar por la defensa de la propiedad, acción que tuvo carácter nacional y fue liderada por León Vilarín Marín.
Meses antes del Golpe de Estado (1973), fue la misma Confederación Nacional de Dueños de Camiones (CNDC), la que llevó a cabo un nuevo paro, esta vez apoyado por otras entidades gremiales y de la pequeña y mediana empresa.
Cuando Chile se acerca a celebrar el Bicentenario (2010) la turbulencia que azota a los mercados internacionales y la inestabilidad en cuanto a la producción de insumos energéticos pone en ascuas a las economías, una nueva movilización nacional se situó en la agenda y desde ya se anuncian serios trastornos a la productividad y conectividad.
Esto porque no sólo los camioneros han dado su anuencia para participar de la actividad, sino que también ya se escuchan las voces de los microbuseros y los colectiveros.
Pero ¿quiénes son los tres líderes regionales que han puesto en jaque el poder de negociación del Ejecutivo? ¿Cuánto poder tienen? Interrogantes que ya forman parte de la carpeta de antecedentes que tiene sobre su mesa el equipo económico de La Moneda, y que tendrán que sopesar de cara a la decisión que deberán presentarle a la Presidenta Bachelet este lunes.

UN FILÓSOFO AL VOLANTE
Quienes han tenido la oportunidad de conversar con Jorge Castex, presidente de la Federación Regional de Transporte Mayor de Pasajeros (FERENOR), se habrán dado cuenta que cada una de sus palabras proviene desde lo más hondo de su alma. Es que sus pensamientos toman forma cada vez que quiere y necesita defender a su sector. Es así como en innumerables veces evitó enfrentarse con las autoridades y prefirió llegar a consenso.
No obstante, esa actitud pasiva le significó severas críticas por parte de sus mismos asociados quienes en noviembre del 2007 lo habían elegido como el mandamás regional. “A veces me han dicho que debo ser más duro”, reconoció el dirigente.
En todo caso es su estilo y quienes lo conocen de cerca manifiestan que es un caballero que sabe poner sobre la mesa los argumentos en el instante preciso donde los ánimos se caldean.
“Dirige muy bien y es un líder que posee mucha experiencia y que al momento de buscar acuerdos, resulta muy decidor. Como no es confrontacional varios de sus asociados lo trataron de blando, sin embargo, ello no ha impedido que sea un interlocutor válido”, aseguró una fuente que lo conoce hace bastante tiempo.
Silvia Rivera, presidenta de Lisanco y vicepresidenta de FERENOR, no duda en hacer saber su admiración por Jorge Castex, a quien conoce hace más de una década cuando asistían juntos a los congresos de la Confederación Nacional (CONABUS).
“Es un buen dirigente y un gran gremialista. Nos ha representado muy bien en las distintas instancias donde le ha tocado participar”, acotó la timonel de Lisanco.
Esa buena llegada con las bases y alejada de aspiraciones de poder, le permitió asegurar un cupo en la cúpula directiva de CONABUS. Esto porque desde el año pasado es el vicepresidente de esta confederación, siendo el segundo hombre tras el presidente José Muñoz Retamal, quien dirige los movimientos desde Talca.
Activa fue su participación en el XV Congreso Nacional de la Confederación Nacional de Transporte Mayor Regional de Pasajeros que se celebró entre el 8 y 10 de mayo en el hotel La Serena Club Resort de la capital regional. “Creo que mi discurso inaugural fue muy elocuente e hizo recapacitar a los personeros de Gobierno y parlamentarios que se encontraban en el salón”, indicó sin pecar de soberbia, aunque orgulloso de la defensa que hizo del gremio ante quienes “debían” escuchar las prerrogativas del sector.
Capaz de adicionar más que restar, fue uno de los interlocutores válidos que negoció este fin de semana con la Confederación Nacional de Dueños de Camiones (CNDC) y a la que le comprometió el apoyo de más de 600 máquinas de la Región de Coquimbo y de 1.100 personas. “Es que no podemos soportar más, es hora de movilizarnos”, formuló el jueves pasado antes de partir hasta Santiago para afinar detalles del frente amplio que se movilizará –en principio entre martes y miércoles- a lo largo del territorio nacional.

UN DURO CON PASADO MINERO
Es quizás el hombre más poderoso en la región. A pesar de acatar las decisiones que dicte la directiva de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones (CNDC), Juan Carlos Aguirre sabe que es hora de demostrar el poder que tiene el transporte de carga.
Cuentan quienes lo conocen que no es raro verlo en las negociaciones con un tono enérgico, aunque nunca ofensivo al momento de poner sobre la mesa sus argumentos de debate. Fue el mismo que anunció -cuando nadie lo creía- un paro. “El gremio se aprestaba a realizar una movilización no sólo regional, sino que también incluya toda la zona norte y el sur”, subrayó hace unas semanas.
Dentro de sus principales atributos, radica el aunar criterios y negociar con distintas entidades gremiales con la intención de sumar fuerzas que posicionen a los camioneros. Es así como una de sus últimas estrategias ha sido incorporar a este frente de protesta al Transporte Minero (Transmin), el que opera principalmente en la mina Panulcillo de Ovalle y cuenta con 120 máquinas.
Como botón de muestra de su poder de convocatoria, él mismo aseguró que Transmin se hará parte de la protesta de este martes, lo que representa un pequeño triunfo, debido a que él sabe lo que implica para la región la actividad extractiva de minerales y sus carencias.
“Una de ellas es la seguridad, pues durante la semana pasada, 10 camiones fueron desvalijados en Panulcillo. Ante esa situación, no nos podemos quedar de brazos cruzados”, explicó sabiendo que su defensa de Transmin se podría traducir en un apoyo al paro nacional, lo que finalmente consiguió.
Su pasado en ese tipo de faenas también le permite poner sobre la balanza una “presión” productiva ante una de abastecimiento en tan sólo dos días. “No es lo mismo hacer ruido con los procesos de producción donde las pérdidas diarias son millonarias. El resto de los rubros pueden esperar”, explica un personero que ha trabajo con él.
Pero Aguirre sabe que la primera batalla será este martes, por lo que mientras más fuerte sea el movimiento en la región, mayor consolidación en las cúpulas tendrá. Una de las personas que lo conoce, aunque no desea que se sepa su identidad, precisó que su próximo objetivo se situaba en “invitar” a Asoducam, otra organización camionera de Ovalle, la que posee 60 vehículos de carga a su haber, a participar del cese de actividades.
Si cuantificamos que su área de influencia llega a 800 camiones, no es pretencioso hacer mención que en la zona gran parte de los logros pasarían por su gestión.

ENTRE LAS RUEDAS Y LA POLÍTICA
Manuel Letelier, presidente de la Federación de Taxis Colectivos de Coquimbo reconoce que un partido político del cual no quiere revelar su nombre, le ofreció un cupo para competir por la concejalía de la ciudad puerto en las elecciones de octubre próximo. Su respuesta, extendida durante la semana pasada, fue negativa. Su corazón todavía late, y fuerte, por el transporte menor, actividad que ha desarrollado por más de veinte años. “Aún me quedan muchas cosas por hacer por los colectivos, así es que permaneceré ligado por un buen tiempo más”.
Pero la vida al frente de este gremio no ha sido fácil. Y es que el transporte menor es el que presenta las mayores divisiones internas. Prueba de ello es que en el 2007 se creó un consejo regional que es presidido por Neftalí Vicencio el que deslegitimó a la entidad dirigida por Letelier. Su “colega” Vicencio fue claro en su postura: “A pesar de lo que digan de mí, soy yo quien posee el apoyo de las bases”, aseguró.
Pero con su tono conciliador que lo ha hecho presente en cada uno de los encuentros en las mesas de trabajo con la Seremía de Transportes y Telecomunicaciones, su mesura es su mejor aliada. “Más allá de las diferencias, el transporte menor debe ver cómo aúna criterios para poder hacer frente a las alzas que nos están perjudicando”, sentenció.
A pesar de esa impronta que lo ha caracterizado, no ha parado de sumar adversarios. El último fue Juan Hidalgo, mandamás del consejo comunal de Coquimbo, quien si bien no comparte del todo con la proclamación el año pasado de Vicencio de inaugurar el consejo regional, no se alineó con Letelier.
Y es que la línea entre la política y el transporte menor es muy delgada. A sólo meses de haber asumido, el consejo regional de Vicencio tuvo acercamientos con la senadora Evelyn Matthei (UDI) con la hicieron patente la molestia que existía con la seremi de Transportes Claudia Bravo. Ello llevó a la parlamentaria a iniciar gestiones con la entonces subsecretaria de Transportes, Elinett Wolf, para sacarla del cargo, lo que hasta la fecha no ha ocurrido.
Quienes conocen desde cerca los roces que han surgido entre la seremi Claudia Bravo y los colectiveros liderados por Neftalí Vicencio, acotan que la guerra es a muerte. A tanto ha llegado la disputa que este sector ya no considera dentro de los canales formales a la autoridad regional.

viernes, 23 de mayo de 2008

El enemigo silencioso nos acecha


Durante los últimos dos años, los distintos medios de comunicación y revistas especializadas han pregonado un apocalíptico y selecto grupo de palabras: El cambio climático global. Y es que sólo basta darse cuenta de las elocuentes imágenes que llegan hasta nuestra mesa para reconocer que algo está pasando y de manera muy veloz.
Cuesta no conmoverse al ver a un oso polar en el Polo Norte sobre un témpano de hielo que no supera el metro cuadrado, clamando por ayuda para no caer a las gélidas aguas. O bien asumir la pérdida de masa glaciar de algunas grandes cumbres, donde en los casos más críticos se ha llegado a perder el 60% de su extensión durante los últimos cincuenta años.
Pero esa percepción de “terror” parece no tener asidero en algunos países como el nuestro donde se nota un poco menos ese efecto, ya que simplemente no se está cerca de un entorno donde haya una incidencia directa.
Esta “ceguera” mediática contrasta con los movimientos que se han formado en algunos países de Europa donde se hace patente que los inviernos se están haciendo cada vez más cálidos y los veranos más fríos. Porque dentro de esta paradoja, donde no existe un error de redacción, están insertos los más de seis mil millones de habitantes que posee el planeta Tierra.
Nuestra región no ha quedado ajena a ese “algo está ocurriendo”. Prueba de ello es que en un año hemos pasado a tener temperaturas mínimas y máximas récord (8º Celsius y 25º Celsius, respectivamente), además de disminuciones considerables en las lluvias, las que en algunos lugares ha llegado al 80% (50 mm. promedio). Incluso, resulta pertinente revelar un dato decidor: En esta zona hay pequeños glaciares que han perdido el 75% de su masa de hielo. Lo que en otras palabras se logra entender como que están a punto de desaparecer.

MENOS AGUA
Durante los meses de enero y febrero, la región afrontó una de sus más cruentas sequías, la que contrastó con la temporada anterior donde la disminución de las temperaturas le pasó la cuenta a miles de agricultores. Lo cierto es que las predicciones meteorológicas estimaron a principios del 2008, reducciones del orden del 50%, lo que finalmente se concretó, toda vez que aún no se producen precipitaciones importantes en ninguna de las provincias. Sólo los sectores cordilleranos se han mantenido con un índice de agua caída constante.
“Está lloviendo más en la zona cordillerana, cayendo menos agua en forma de nieve y, por ende, las aguas que caen, escurren”, explicó el director del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), Pablo Álvarez.
Él mismo agregó que los máximos y mínimos también se distancian. “Los mínimos de precipitaciones han disminuido y los máximos han bajado un poco. La diferencia entre ellos es más amplia”.
En todo caso, el investigador pone acento en que estas afecciones hídricas se producen con o sin el fenómeno de cambio climático, por lo que no es pertinente concluir, por ahora, que estas acciones obedecen a ese factor.

GLACIARES EN APRIETOS
Una de las características que tienen las regiones de Atacama y Coquimbo es que no poseen glaciares de grandes dimensiones como sí los hay en el sur de Chile. Además de su tamaño, se encuentran ubicados en las altas cumbres (sobre 5.200 metros de altura), por lo que no alteran a su entorno de suelo, plantación o aire. Por eso su contracción ha pasado casi inadvertida.
Una de las razones para que la zona norte del país sólo tenga 116 km2 de hielo, se debe a la falta de precipitaciones. En todo caso desde este año, el CEAZA ha puesto como uno de sus objetivos primordiales, el poder determinar el número de glaciares que existen, su composición y evolución a través de las décadas.
Si bien aún es prematuro precisar algunas conclusiones, debido a que los científicos aún se encuentran barajando y analizando variables, ya hay algunos datos decidores a tener en cuenta.
El glaciólogo francés Antoine Rabatel, deja en claro que el aporte de estas estructuras de nieve no son tan significativas para la superficie de las cuencas o la cordillera, ya que su superficie no alcanza a incidir en la composición de los terrenos. “Lo que sí representa una relevancia es cómo pueden llegar a constituirse en una cobertura de nieve para las altas cumbres”, aseveró el estudioso.
En todo caso, por el hecho que en la zona norte no existan glaciares de dimensiones, como sí los hay en el extremo sur (hasta 13 mil km2 existen en Campos de Hielo Sur), ello no obsta a que se produzcan fenómenos interesantes de investigar.
Y es que de acuerdo a la percepción de Rabatel, hay que clasificar el tamaño del glaciar para determinar su pérdida de volumen. “Los más grandes han retrocedido en los últimos 50 años entre 25% y 40%, mientras que los pequeños hasta en 75% de su superficie”, aseveró.
A veces, el escurrimiento de ese recurso no alcanza a ser embalsado por ningún medio, representando una pérdida que la naturaleza puede –caprichosamente- encargarse de no devolvernos jamás.

DURMIENDO CON EL ENEMIGO
Más que propiciar un panorama crítico y abismal, los investigadores del CEAZA se toman con calma estos cambios en la composición natural del mundo. Y es que la región sabe lo que son los contrastes y donde por siglos ha debido hacer frente a las condiciones desérticas de una estructura climática que no han permitido frenar la desertificación. A vista de todos, la condición de ser la frontera sur del desierto de Atacama, el más árido del mundo, se deja sentir.
Eso sí, desde el ámbito académico se destacan algunas conductas tendientes a afrontar estas condiciones extremas como una realidad. “Tenemos arraigada la costumbre de la cultura de manejo y gestión del agua, sabiendo que hay que administrar pobreza y riqueza hídrica de manera intermitente”, sentenció Pablo Álvarez.
La carencia hídrica, además de causar estragos puntuales, representa una tremenda oportunidad de explotar eficientemente la utilización del vital elemento. Prueba de ello es el aumento de la superficie cultivada que ha habido en la zona (20%) y donde destacan los frutales, los que demandan permanentemente agua.
De acuerdo a Pablo Álvarez, ha sido fundamental la aplicación de tecnología de riego, la que ya se implementó en el 40% de la superficie cultivable de la región. “Se ha creado la conciencia de distribución ejemplar del recurso mediante el riego tecnificado”, dijo. Es así como la cuenca de Limarí es la que lleva la delantera con un 50% de sus predios, a los que la siguen Elqui (30%) y Choapa (20%).
Por su parte, el experto en Calidad y Gestión de Recursos Hídricos del CEAZA, Francisco Meza, valoró que los habitantes asumieran una “cultura de la conservación”, mientras que las autoridades debían estar al tanto de determinar aquellas áreas donde se pierde más agua.
“La sequía es parte de nuestro entorno por lo que se deben fomentar planes estructurales y no tan sólo de mitigación. Asimismo, promover el uso de alertas tempranas, utilización de información climática y apoyo en la toma de decisiones de los agricultores”, manifestó.Y es que más que temerle al cambio climático, hay que saber convivir con estos cambios, pues no hay peor resfrío que el que, aunque suene paradójico, se adquiere por no tener un paraguas ante una lluvia.

lunes, 19 de mayo de 2008

A la conquista del mundo


Hace rato que la industria pisquera está mirando con ansias los mercados internacionales, los que –de alguna manera- se han mantenido alejados de los vaivenes del sector, el que por décadas se ha concentrado en target nacionales.
Tomando en cuenta que los principales mercados han sido Estados Unidos (26,5%), Argentina (12,3%), Bolivia (10,6%), Japón (7,6%), Alemania (7,5%), España (5,2%) y Canadá (4,2%), la apuesta es a fortalecer esos lazos y explorar otros para paliar el déficit que se ha producido en el consumo local, donde se pasó de un 80% a principios de los noventa al 65% actual.
Sin embargo, hay un nicho en particular que atrae mucho a los productores. La Unión Europea. “Nuestra nueva meta deben ser los mercados internacionales. Cada empresa maneja sus estrategias, pero es el momento de salir a flote con la denominación de origen, que es la que nos da el vehículo para movernos a otros países como la UE”, planteó Fernando Herrera, gerente de la Asociación de Productores Pisqueros.
“Una opción más que necesaria es la exportación y aprovechar la experiencia lograda estos últimos años mediante la apertura de nuevos mercados y tratar al pisco como un producto prioritario, partiendo de la base que existe conocimiento básico del producto en algunos países, ahora se debe ser más agresivo y salir al mundo para darlo a conocer”, acotó el gerente de Andes Wines, el ingeniero agrónomo Maximiliano Morales

LAS EMPRESAS
La visión de la industria concuerda con la de Herrera. Toda vez que los cócteles y premium han sorteado la barrera de países como Alemania, Francia, Italia o España.
En Capel ya tienen trazado su entrada al mercado centro – europeo, donde se le asigna un interés especial a los licores dulces, a diferencia de los más “duros” que se consumen en la parte oriental y del este del Viejo Continente.
“No podemos cerrarnos ante esa posibilidad, ya que dentro de nuestra planificación y consecución de metas está darle realce a nuestras exportaciones, aunque sin descuidar el abastecimiento interno. Haremos un esfuerzo importante para saltar la barrera del 1% de nuestra producción que se destina a los envíos al extranjero”, explicó Roberto Salinas.
En la Compañía Pisquera de Chile no se quedan atrás y mediante sus productos “estrella”, los cócteles Mango Sour y Pisco Sour, esperan obtener la puerta de entrada para posicionar el pisco natural.
“Vemos una oportunidad muy grande en los cócteles Mango Sour y Pisco Sour, porque son la puesta de entrada del pisco solo”, aseveró Álvaro Fernández.
Eso sí, una de las desventajas tiene que ver que el actual marco regulatorio que no permite que en los cócteles se ponga la denominación “pisco”, jugando en contra de un posicionamiento del nombre.
Maximiliano Morales, instó al sector público – privado a hacer campañas de marketing para insertarse efectivamente en nuevos mercados. “Más allá del pisco argentino o peruano, el chileno no ha desarrollado una campaña de marketing que sea recordada y que haya tenido un impacto en el contexto internacional, entre los consumidores y la prensa especializada. Al tener esa debilidad, el canal de comercialización no se interesa por productos que no invierten en su imagen o desarrollo de marca al largo plazo”, señaló.

LA PIEDRA DE TOPE
Para el experto portugués avecindado en la comuna de L´Hérault en Francia, Alfredo Coelho, que el pisco no sea un licor reconocido en Europa, como sí lo es el tequila, el ron o el whisky, no es ninguna novedad. Lo que sí le llama la atención es que este producto no cuente con un consejo regulador, que según su propia confesión, “representa todo para el pisco”.
Ante este hecho, este catedrático de la Escuela Superior de Agricultura de L´Hérault, instó a que se plasme en la discusión la denominación de origen y el consiguiente consejo regulador. “Antes no se tenía la noción de la importancia de un consejo, incluso dentro de la misma industria había reparos, pero después de ir a Europa, hubo un cambio de perspectiva”, dijo.
Y es que la importancia de una entidad como ésta, más allá de entregar colaboraciones técnicas, asigna un valor intrínseco al producto. “Se asegura una denominación, porque compro calidad, adquiero un producto que respeta las normas. Se protege la tradición y la cultura y a nivel internacional se protege de una potencial copia”, agregó Coelho.

La fortaleza de los valles


La productividad de los valles de las regiones de Atacama y Coquimbo son a toda prueba. Sólo basta ver las cantidades de frutas que exportan cada año para que juntas “compitan” con otros generosos de la zona central como lo son el de Casablanca y Lo Abarca, ambos en la Región de Valparaíso.
Pero si tomamos en cuenta que el “refugio” que han elegido los agricultores para cosechar uvas, salta a la vista que unos son más productivos que otros. Y es allí donde la región saca bastantes ventajas.

COPIAPÓ (5%): Uno de sus fuertes es la uva de mesa y entendiendo las condiciones de cosecha que posee, sale con un mes de anticipación que en el resto de los valles de Norte Chico. No obstante, esta vez hubo un retraso de un mes, lo que provocó un efecto dominó en el resto de los predios y un encarecimiento de la mano de obra.

HUASCO (5%): A pesar de tener el mismo rango de participación que Copiapó, posee una injerencia mayor, pues sus temperaturas no son tan altas. Capel posee una pequeña planta, la que se complementa con 280 productores que trabajan en 657 hectáreas.

ELQUI (20%): La provincia más nortina de la región fue la cuna del pisco hace más de cuatro siglos, lo que la ha izado como el punto de encuentro de este destilado por excelencia. No obstante a su riqueza productiva, ha diversificado sus cultivos, llegando a producir uva de mesa y papayas.

LIMARÍ (50%): Ha sido declarada por algunos expertos como la zona con mayor potencial de la región, pues no deja de llamar la atención su relevancia minera y energética. Además, es la que aporta con la mitad de la producción anual de uva vinera para ser destilada (110 millones de kilos anuales).

CHOAPA (20%): A pesar de tener como principal limitante la falta de agua para el riego, que no supera los 80 mm al año, Choapa reúne en sus cuencas interiores importantes condiciones agronómicas que la hacen posicionar un cultivo de alta calidad. Eso sí, aún no desarrolla este segmento por la preponderancia que ha alcanzado algunos productos con valor agregado como el aceite de oliva.

La arremetida de los cócteles


Si hay un aspecto que caracterizó a la temporada 2007 – 2008 de la agricultura fue la baja que tuvo el precio del dólar, el que vio cómo en seis meses perdió el 21% de su valor (noviembre 2007 a $522 y en marzo 2008 a $430). Esta coyuntura que se puede explicar por la debilidad del mercado estadounidense, el que ha sido tachado por prestigiosos economistas como ad portas de una recesión, también tuvo injerencia en la industria del pisco.
Haciendo un rápido repaso a la teoría económica, al momento de disminuir el valor de la divisa, se incentiva las importaciones a territorio nacional, debido a que sale más barato traer algunos artículos y también ser adquiridos por los consumidores. Ante ello, hubo un boom de electrodomésticos, televisores, computadores y equipos de audio y video, los que tuvieron una rebaja de casi un 20% durante este “veranito de san juan”.
Pero no hay que olvidar que no sólo pueden llegar aquellos productos que no son elaborados en Chile, sino que también potenciales competidores de recursos que sí tienen una estructura nacional. Tal fue el caso de las bebidas alcohólicas.
A muy buen precio se podía apreciar el tequila, el whisky, el ron y la cerveza en las estanterías de botillerías y supermercados donde definitivamente el pisco perdió terreno ante esta “rebaja” inducida por el mercado.
Si bien resulta muy sesgado echarle la culpa sólo al bajo dólar por la disminución de la presencia de este destilado, sí fue un factor fundamental para que hoy tenga el 60% de participación entre los consumidores, cuando a principio de los noventa su rango era de 80%. “Estamos en un escenario de mucha competencia y donde deberemos hacer frente a los desafíos que se nos presenten”, precisó Fernando Herrera, gerente de la Asociación de Productores de Pisco.

EL CAMBIO DE SWITCH
Capel y la Compañía Pisquera de Chile, las empresas que controlan casi el 100% del mercado nacional del destilado no quisieron quedarse atrás y pronto le dieron con “el palo al gato”: Mezclar varios sabores y reinventar el concepto ligado al pisco.
“Lo que se está haciendo es muy interesante, ya que los productos cóctel son muy bien recibidos por los consumidores”, precisó el gerente de la Asociación de Productores Pisqueros, Fernando Herrera.
Pero gran parte de este “fenómeno” se gestó al interior de Capel y Compañía Pisquera de Chile, las que apostaron por un trago más suave y “ambiguo” que tentara no sólo a los hombres –históricamente los mayores consumidores de pisco- sino que también a las mujeres y a los jóvenes.
El 2007 significó la innovación en ese aspecto, lo que se vio corroborado con la salida al mercado de Caipiriña, Berries, Frutos del Bosque, Piña Colada y Capel Dorado. “Este proceso ha sido coherente con el desarrollo que ha tenido la industria en términos de posicionar al pisco como un licor noble y de muy alta calidad frente al mercado nacional e internacional”, acotó Roberto Salinas, gerente general de Capel.
Álvaro Fernández, gerente general de la Compañía Pisquera de Chile también concuerda en que el avance de este tipo de bebidas alcohólicas siguen captando más adherentes. “La demanda por el consumo de pisco se ha ido hacia los cócteles y los premium, los que a pesar de tener un costo más alto que el pisco corriente, se están ajustando a los volúmenes que requiere el mercado y han mejorado sustantivamente sus ventas”, indicó.
Y entendiendo el dinamismo que requiere esta industria para poder “reconquistar” a los paladares nacionales y extranjeros, ya existen planes de potenciar un nuevo producto, el que habría recibido muy buenas críticas en el taller de catadores que se realizó en Burdeos, Francia, el pasado 18 de abril.
“Es un pisco envejecido que gustó mucho, por lo que estimamos que podría tener una muy buena llegada en el consumo nacional y también en Europa”, manifestó Fernando Herrera.
Una de sus cualidades es que puede ser preparado on the rock, es decir, con hielo, tal como el whisky scotch (escocés) o el bourbon que se produce en Estados Unidos. “Funciona muy bien y es muy competitivo”, dijo Herrera.
En todo caso, el consumo del pisco también ha tenido una alta injerencia, toda vez que uno de los derivados que mejor recepción ha tenido, ha sido la piscola.

El cambio climático: El enemigo silencioso del pisco


Regularmente cuando uno era pequeño y veía al papá o la mamá viendo la programación de trasnoche que la televisión abierta les presentaba, había un comercial que llamaba profundamente la atención: El de pisco.
Y es que más allá de comprender a qué se refería, era el entorno de presentación, la fotografía, la música, el montaje y la edición, lo que cautivaba a grandes y chicos, a pesar que jamás alguno de ellos hubiese probado un sorbo del destilado.
Era el magnetismo del Valle de Elqui, el que nos trasladaba a las calurosas mañanas de cosecha y donde un trago de agua era el pago perfecto por el sacrificio de estar de espalda al sol durante una jornada larga, muy larga.
Ver cómo el astro rey emergía detrás de una montaña gigantesca –ajena a la realidad de las zonas costeras- implicaba que algo estaba naciendo, que algo bueno se estaba presentando y que la fuente mágica del interior de la Región de Coquimbo recorría nuestro interior.
¿Por qué se nos presentaba siempre el Valle de Elqui? ¿Cuál era su simbolismo con el pisco? Para contestar esas preguntas, sólo basta echar un vistazo a los censos agrícolas y forestales que ha realizado el Ministerio de Agricultura durante los últimos años.
Particularmente en uno (Séptimo) queda de manifiesto cuál es el verdadero significado de esta región, la que aporta con nada menos que el 95% de las hectáreas de uva a nivel nacional que se destinan para la elaboración de pisco. En otras palabras de las 10.500 que existen a nivel nacional, 9.975 pertenecen a esta zona de Chile. Y es que en materia de presencia de uva, la región no tiene competidores.
“Acá se resiente la producción de uva y sentimos un fuerte remezón productivo”, aseguró el presidente de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), Eugenio Munizaga.
Por eso mismo, la disminución en las exportaciones que hubo esta temporada de la uva de mesa en Estados Unidos, marcó un magro precedente para la industria local.
“En Estados Unidos hubo un recorte de 11%, es decir, se dejaron de comercializar 46 millones de cajas. Mientras tanto, en los países de Latinoamérica la pérdida fue aún mayor, pues llegó a un 44%, o sea, 31 millones de cajas”, explicó Ema Budinich, gerenta de Estudios de la SNA. Sólo el mercado europeo arrojó saldo positivo, toda vez que se incrementó la cantidad en un 22% (43 millones de cajas).
Sin embargo, los agricultores están confiados en que se logre revertir esta situación y que durante el próximo año sea mucho más mayor la entrada en el mercado estadounidense –por lejos el mayor destino con 80 millones de cajas- y que se incrementen los retornos.
“En esta actividad también hay que ser optimistas y no podemos siempre tener un horizonte oscuro. Esperamos que esta temporada haya una mayor productividad, de la mano de las ayudas tecnológicas que se han implementado en los campos de esta región”, sostuvo Luis Schmidt, timonel de la SNA.

CAMBIO EN EL CLIMA
Durante la última década ha existido un severo recorte del agua lluvia que ha caído en la región. Si bien ningún investigador ha querido culpabilizar directamente al cambio climático, lo cierto es que algo está pasando, ya que hay que recordar que el 2007 se caracterizó por temperaturas muy bajas (heladas) y con casi con 5º Celsius menos de lo habitual, este 2008 atraviesa por una sequía que llegó en su minuto a amenazar el consumo humano.
De acuerdo a las estadísticas entregadas por el Centro Regional Intihuasi del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), el 2007 precipitó en Vicuña 17, 8 mm cuando su promedio era de 95.2 mm (81% de déficit). Algo similar ha ocurrido en La Serena donde sólo hubo lluvias en torno a los 32 mm, cuando se debió tener 81.8 mm (60% de merma) y en Ovalle donde el agua caída alcanzó los 41,7 mm y no los 103.3 mm promedio de años anteriores (60% menos).
A pesar de ello, el investigador del INIA, Leoncio Martínez, manifestó que “estamos mejor preparados que hace diez años, especialmente por la capacidad de almacenaje de los embalses (Santa Juana en Huasco y Puclaro en Elqui)”.
Pero la industria del pisco se ha preparado por su cuenta y para ello ha destinado una gran cantidad de dinero para enfrentar a este enemigo silencioso. Una de las estrategias utilizadas tiene que ver con la incorporación de riego tecnificado en sus predios.
De acuerdo al gerente de la Asociación de Productores Pisqueros, Fernando Herrera, la agroindustria se ha debido acostumbrar a convivir con esta falta de agua. “En esas condiciones se ha desarrollado el pisco, por lo que el productor sabe que éste es el clima y su realidad”.
Para ello, prosigue Herrera, se han implementado alta tecnología de riego que existe. “Si antes para regar se necesitaban 100 mil m3, ahora sólo se utilizan 5 mil m3. El sistema de riego tecnificado, permite paliar esas circunstancias de sequía eventuales que tenemos”, aseveró.

Pisco Elqui: Desarrollo con identidad propia


En el siglo XVIII y cuando Chile comenzaba a izarse como uno de los países emergentes del concierto latinoamericano, en la actual Región de Coquimbo, (600 kilómetros al norte de la capital Santiago), existía un pequeño pueblo denominado La Greda, el que debía su nombre a su particular ubicación, enclavada en la Quebrada la Greda, a 180 kilómetros al este de La Serena.
Por muchos años, este pueblito agrícola dedicó sus labores a los incipientes predios que por esos años crecían rápidamente, debido a las características especiales del clima. Altas temperaturas con toques desérticos, pero donde la fertilidad de la tierra permitía que la uva de mesa, tuviera su espacio de crecimiento y “alimentara” las ansias de desarrollo de sus habitantes.
Recordadas eran las reuniones patronales a las que asistía la aristocracia serenense y donde el aguardiente era el brebaje que transversalmente unía a las clases sociales. Para qué hablar de las reuniones sociales donde los largos trajes y los anchos sombreros caracterizaban a cada una de las mujeres del lugar. Los niños corrían y se ensuciaban en busca de los racimos de uvas más deliciosos. Los hombres trabajaban la tierra, aunque no descuidaban a sus mujeres y cada vez que podían las acompañaban a hacer las compras a los almacenes.
No había abundancia, pero eran felices, muy felices bajo los fuertes rayos de sol que hacía fermentar las uvas y las convertía en un vino que alegraba las veladas donde cada uno contaba historias de apariciones y de cuentos que había escuchado de un pariente que venía llegando de Europa.
Pero la vida a veces se encarga de poner a prueba a aquellos que con muy poco forjan el futuro de las próximas generaciones y sientan las bases para crear una identidad en un lugar físico determinado. Eso sí, aún falta para las malas noticias.
Con la llegada del siglo XIX, el arribo de nuevos “emprendedores” de campo junto a sus numerosas familias, iba engrosando el panorama de La Greda y haciendo más estrechas sus callecitas de tierra que regularmente debían ser regadas por los parroquianos. Esto porque a pesar que el factor climático regularmente se cargaba a una menor cantidad de agua caída, la que no superaba los 400 milímetros, siempre había espacio para que no entrara polvos a las casitas.
Con el inicio del periodo del decenio conservador al mando del país (1931 – 1961), los habitantes de La Greda sólo se enteraban de las noticias cuando uno de los suyos iba a La Serena y después de cuatro días a caballo, lograba retornar y comentar algunas “cositas” que había escuchado en la ciudad.
Sin embargo, fue 1873 el año que marcaría –paradójicamente- el fin de este asentamiento agrícola del interior. Una cruenta y devastadora epidemia de viruela se apoderó de La Greda, sometiéndola a uno de sus pasajes más oscuros, pues murió cerca del 15% de su población, que en aquellos años apenas no superaban las 200.

LLEGA LA UNIÓN
Una de las características endémicas que había acuñado La Greda había sido la interrelación entre sus contertulios, quienes regularmente se saludaban cada vez que se topaban en la botica o en el almacén. Ahora era el momento de afrontar su prueba de fuego.
La solidaridad se “adueñó” de cada uno de los corazones de los sobrevivientes, quienes recibieron ayuda médica y sanitaria de ciudades más grandes como La Serena y Santiago. Así, aquellos niños que quedaron huérfanos fueron recibidos por otras familias y tratados como integrantes de su nuevo clan. Aquellas casas que fueron abandonadas por el miedo al contagio, vieron cómo sus residentes eran llevados hasta hogares vecinos.
Debido a ese síntoma endémico de colaboración, una vez que la enfermedad pasó, los pocos que quedaron en pie y en condiciones de poder vislumbrar un futuro con aquel esplendor que los marcó hasta la primera mitad del siglo XIX, decidieron cambiar el nombre del pueblo. No hubo mucho debate, ya que desde ahora, La Greda “mutaba” a La Unión, el que fue oficializado con el decreto con fuerza de ley del 20 de marzo 1873.

NUEVA ORIENTACIÓN
Poco a poco se fue rearmando la estructura social de La Unión, la que en todo caso, estaba lejos de quedarse estática, pues nuevos hechos propiciarían una readecuación.
En 1875, Chile había dado el gran paso a la industrialización, la que provocó que algunos procesos se hicieran en serie y de manera masiva. La fuerza de la modernidad había llegado al país y La Unión no podía quedarse atrás.
Pero desde fuera de las fronteras regionales, e incluso nacionales, se izaba una bandera de lucha. Perú, que desde los tiempos de su virreinato en 1613, se había empeñado en patentar un licor que contenía gran concentrado de alcohol y que era muy bueno para hacer frente a las bajas temperaturas. Este era nada menos que el pisco, el mismo que desde el año 1600, es decir, 13 años antes, ya había comenzado con su proceso de destilado en lo que hoy conocemos como Coquimbo.
La ofensiva peruana por hacer de este producto algo propio, no gustó a la administración de Federico Errázuriz Zañartu (1971 – 1976), quien llamó a potenciar la producción de pisco en los terrenos de la actual Región de Coquimbo.
Mucha gente apostó por potenciar esa actividad económica y se trasladó hacia el Valle de Elqui, formando los primeros destiladores y acrecentando la producción de uva pisquera. La “guerra” ya se había desatado.
Pero no fue hasta el 15 de mayo 1931, cuando efectivamente se sentaron las bases para luchar por una identidad que por más de cuatro siglos pertenece a esta zona del país. Ese día y bajo el mandato de Presidente Carlos Ibáñez del Campo, se emitió un decreto con fuerza de ley que cambiaba el nombre a La Unión y se le llamaba Pisco Elqui, con la seria intención de medir fuerza con el puerto de Pisco en Perú.
“Se modificaron las actas de nacimiento, las personas tuvieron que abandonar su identidad para ponerlos a disposición del decreto, por lo que la celebración de este 15 de mayo como Día Nacional del Pisco en la localidad de Pisco Equi, cobra mayor simbolismo histórico”, sentenció el seremi de Agricultura Cristián Sáez.
Actualmente más de 60 mil personas están relacionadas con esta actividad de manera directa e indirecta, a lo que se debe sumar los 2.600 cooperados que posee las dos empresas más relevantes del concierto nacional del pisco: Capel y Compañía Pisquera de Chile.

El mejor respiro de Andacollo

Decepcionados quedaron los andacollinos luego que el miércoles 23 de abril, el Consejo Regional decidiera postergar en una semana la aprobación del paquete que comprendía el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). Y es que en esa partida tenían varios intereses en juego.
Dentro del programa de inversiones que el Gobierno Regional había dispuesto para el periodo 2008 – 2009, saltaban a la vista dos proyectos largamente anhelados por la comunidad andacollina y las autoridades de salud: Estaciones de monitoreos que fueran capaces de medir de manera objetiva el material particulado que diariamente respiraban los habitantes.
Para ello habían dos iniciativas que apuntaban a lo mismo, siendo la única diferencia el titular de la iniciativa. Por una parte había uno que estaba siendo impulsado por la Seremía de Salud por $37 millones y por otro por la municipalidad de Andacollo por $65 millones.
Lo cierto es que sólo se aprobó uno, el último, aunque ello no mermó la felicidad de los 10.288 habitantes que sabían que las autoridades les estaban dando un “respiro”.

MOVIMIENTO CIUDADANO
A pesar de que la iniciativa, “Diagnóstico de la calidad del aire y medidas de descontaminación de Andacollo” fue propiciado por la corporación edilicia, el core andacollino René Olivarez (RN) sostiene que esa inquietud por mejorar la calidad de vida nació desde el seno de la comunidad.
“Acá no hubo una movilización ni un interés por parte del alcalde (Jorge Órdenes), sino que respondió a un interés ciudadano, por eso esta es una victoria de ellos y no de la institución comunal”, dijo.
A pesar de este emplazamiento, el alcalde Jorge Órdenes aportó con una cuota de voluntad política al instar a agilizar el proceso de aprobación al pleno del Core dos semanas antes de que se votara. Con esa orientación, tuvo reuniones con jefes de servicio y autoridades medioambientales.
Actualmente y con la estación de monitoreo ya aprobada, en el gobierno comunal esperan poder cuantificar cuánta incidencia o superación de la norma tiene el aire de la comuna.

¿DE QUIÉN ES LA CULPA?
Resulta muy ambicioso asignar responsabilidades sin tener aún sobre la mesa los resultados que arrojará el primer análisis de este plan de monitoreo que tiene la particularidad de contar con modernas técnicas de medición.
Sin embargo, esta tecnología no es nueva en Andacollo, ya que existen cinco más. ¿Entonces para qué quieren otra? Se preguntarán muchos. Lo cierto es que los otros cinco equipos pertenecen a las compañías mineras Carmen y Dayton, las que están en el ojo del huracán de las autoridades y de la comunidad, pues las sindican como las responsables de emitir material tóxico que ha provocado enfermedades respiratorias a un alto porcentaje de la población.
No obstante, desde la vereda privada han insistido en que jamás han vulnerado la normativa, la que se mide por el PM 10 (material particulado respirable). Eso sí, las autoridades de salud poseen otra versión, pues cuando han llevado sus equipos de medición hasta Andacollo, han pesquisado hasta ocho infracciones por sobrepasar ese indicador.
Ello llevó a la seremi de Salud, Anita Bonell, a pedir en enero de este año ante la Comisión Regional de Medio Ambiente (COREMA) que se declarase a Andacollo como zona saturada, tras una serie de contaminaciones ocurridas a fines del 2007.
Sin embargo, desde las empresas insisten en su postura de no contaminación. “Tenemos modelos con los que estimamos cuánto se contaminará”, acotó a fines del 2007 Liliana Pastén, supervisora ambiental de Dayton, quien aclaró en esa oportunidad que emiten 50 microgramos por metro cúbico y donde el máximo es 150.
En todo caso, la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) ya ha puesto en duda la veracidad de esas muestras. La población por su parte, acusa a las entidades privadas de “esconder” los verdaderos resultados.
A tal ha llegado el tema que incluso se han llevado a cabo investigaciones en centros de estudios superiores. Uno de ellos es la Universidad Católica del Norte, la que por medio del doctor Daniel Moraga, llegó a la conclusión que la principal causa de muerte de los habitantes de Andacollo se relacionaba con enfermedades respiratorias.
“El perfil de mortalidad por causa respiratoria en la comuna refleja, en parte, la historia de la situación de salud de la población. Cada tronadura de las mineras levanta una nube de polvo que genera una patología aguda tipo bronquitis”, sentenció.

MANO DURA
El presidente de la Comisión de Educación, Cultura y Salud del Consejo Regional, José Montoya (DC), enfatizó que si se obtenían resultados de contaminación por parte de alguna entidad productiva, habría mano dura.
“En Chile el que contamina tiene que pagar y cuando se repite y permanece en el tiempo, existen los mecanismos necesarios para que no continúe así. Esta iniciativa permitirá poner en alerta y solucionar el problema ambiental de Andacollo”, sentenció.
Mientras tanto, René Olivarez (RN), valoró que desde ahora se pueda analizar con mayor propiedad cómo se opera en la comuna.“Cuando hay datos objetivos se plantea una situación explícita bajo instrumentos objetivos”, finalizó.

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