martes, 21 de agosto de 2007

Tercera Profecía de Fátima: ¿Auguraría el fin del Catolicismo?



En el apogeo de los enfrentamientos de la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) y con la Revolución bolchevique en Rusia a punto de concretarse, Portugal, por su carácter de abstención de los enfrentamientos, se había librado de las más duras batallas que acechan a Europa.

Si bien la hambruna, la escasez, la pobreza y las enfermedades no hacían excepción con ningún país del Viejo Continente, el cariz rural del estado luso hizo que la autosuficiencia y el autosustento mermara las carencias propias de la época.

Sin embargo, Portugal no quedaría al margen de los acontecimientos más importantes de la primera quincena del siglo XX, especialmente aquellos relacionados con la espiritualidad. Fue así como tres niños de la escondida y modesta localidad de Fátima ubicada a 107 kilómetros al norte de la capital Lisboa, serán testigos de uno de los hechos católicos más significativos del último siglo.

No era raro ver a Lucía Santos y sus primos, los hermanos Francisco y Jacinta Marto, pastorear junto a sus rebaños de ovejas por los verdes y pedregosos parajes de Fátima durante los soleados días de la primavera europea.

Y fue precisamente esa casualidad o esa elección de ir justo a su lugar favorito en el momento indicado, los montes de Aljustrel, donde la vida de estos tres pastorcillos cambiaría para siempre.

El 13 de mayo de 1916 en un campo cercano llamado Loca do Cabeco (Lugar de Cabeza) y la Cova da Iria (Ensenada de Irene), una extraña mensajera haría patente el deseo de hablar con los menores.

Eran cerca de las 10 de la mañana y mientras llovía profusamente, algo inusual para la fecha y más aún conociendo el clima meditarráneo de Portugal, un ángel celestial se les aparece a los pastorcitos, quienes impresionados le oyen decir: ”No tengan miedo. Soy el ángel de la paz. Oren conmigo”.

Según los relatos posteriores de Lucía, la mayor del grupo, y sus primos Francisco y Jacinta, la sensación que los invadió una vez que hicieron contacto con el ente divino, fue de una felicidad interna, de gozo y tranquilidad y lejos de sentirse prisioneros de sus emociones, lograron infundirse expansión y libertad.

La propia Lucía Santos, quien escribió un libro llamado Lucia Racconta Fatima, publicado el 12 de septiembre de 1932, precisó acerca de la visitante que “sus palabras se sumieron tan profundamente en nuestras mentes que nunca las olvidamos, hasta el punto en que pasábamos largos ratos de rodillas repitiéndolas, a veces hasta que nos caíamos exhaustos”.

La segunda aparición de este enviado de Dios se produjo el mismo año, pero esta vez en verano. Hacía calor y los primos estaban en el jardín cerca del pozo de detrás de la casa de Lucía en Aljustrel.

El Mensajero les replicó el hecho de que no estuvieran rezando, pues adujo que “los corazones de Jesús y María tienen designios misericordiosos para ustedes. Deben ofrecer sus oraciones y sacrificios al Señor, el Altísimo”.

La mayor de los primos, Lucía, fue sin duda quien captó de mejor manera los mensajes del ente, ya que Francisco sólo podía ver la imagen, pero no escucharla, en tanto Jacinta, debido a su corta edad era incapaz de asimilar, a pesar de entender las palabras.

La propia Lucía Santos rescata en su texto el segundo encuentro: “Las palabras del ángel se sumieron en lo profundo de nuestras almas como llamas ardientes, mostrándonos quién es Dios, cuál es su amor por nosotros y cómo Él quiere que nosotros le amemos también. El valor del sacrificio y cuanto le agrada, cómo lo recibe para la conversión de los pecadores. Es por eso que a partir de ese momento comenzamos a ofrecerle aquello que nos mortificaba”.

Si bien la tercera y última aparición no se tiene una certeza de la fecha, se estipula que se produjo entre fines de septiembre y principios de octubre, aunque se ha dejado en claro que fue la más relevante por el contenido que le fue revelado a Lucía, Jacinta y Francisco.

Los niños se encontraba rezando en Cabeco cuando una potente luz brilló sobre sus cuerpos. De inmediato levantan sus cabezas y ven al ángel que tiene en su mano izquierda un cáliz y sobre él, en el aire, una hostia de donde caían gotas de sangre.

Luego de rezar unas oraciones, el espectro se levantó y tomó en sus manos la hostia, la que finalmente se la dio a Lucía, y luego el cáliz, cuyo contenido se los dio a los otros dos.

Fue de esta forma en la que fueron catequizados en oración, sufrimiento por reparación y en la doctrina de la Santa Eucaristía. Fortalecidos por el Pan de Ángeles que los niños de Fátima fueron preparados para la visita de la Reina de Portugal, la Inmaculada Virgen María.


Las Profecías de Fátima

No sólo a la historia del catolicismo pasaron las tres apariciones de la Virgen de Fátima ante los tres pastorcitos portugueses, sino que el misterio que rodea los antecedentes entregados por la enviada de Dios. De acuerdo a lo aseverado por la Iglesia, habrían sido tres las profecías que se habrían proyectado y que se dieron a conocer a los fieles en 1941.

La primera de ellas tuvo que ver con la epidemia de gripe que azotó a Europa en 1918 y que quitó la vida a millones de personas, entre las que se encontraron los hermanos Francisco y Jacinta Marto. Sí, los mismos que vieron a la Virgen y que recibieron el contenido del cáliz en el último encuentro.

El segundo misterio se contextualiza con la belicosidad del hombre y el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945). Allí más de 10 millones de humanos murieron en los enfrentamientos y los métodos de exterminio.

No obstante a que eran tres los secretos o profecías que la Virgen de Fátima había elaborado para el mundo mediante los tres niños portugueses, el último no ha querido ser dado a conocer por el contenido que tendría éste.

A tal ha llegado la obstinación de la cúpula del catolicismo que cuando en 1960, el Papa Juan XXIII abrió y leyó el contenido de mismo, quedó tan asombrado que lo mandó inmediatamente a guardar bajo llave y con estricta prohibición que se hiciera público. Tres años más tarde el Sumo Pontífice moría en extrañas circunstancias en su habitación de la Basílica de San Pedro en El Vaticano.

Durante cuarenta años el mundo debió conformarse con ignorar qué decía el tercer misterio de Fátima. Tanta fue la presión por saberlo que el año 2000, el propio Juan Pablo II señaló que la tercera profecía no era más que el atentado que sufrió él mismo el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, luego de que un turco llamado Alí Agca, miembro del grupo extremista “Los Lobos Grises”, lo hiriera con un arma de fuego en el vientre y la mano izquierda.

Casualidad o no, lo cierto es que el atentado del Papa Viajero fue exactamente 65 años después de que la enviada de Dios hiciera el primer contacto con Lucía, Francisco y Jacinta.

A pesar de que la Iglesia Católica ya cerró el capítulo de los secretos de Fátima, han surgido dudas con respecto a si se estaría en presencia de la verdad por parte de la institución cristiana.

Ello porque no son pocos quienes especulan que habrá un fuerte decaimiento de la fe católica y el desmoronamiento de lo que se entiende por Iglesia Católica. Prueba de ello han sido los trabajos audiovisuales de distintos realizadores y productores que establecen que Jesús habría tenido familia junto a María Magdalena (“La Última Pasión de Cristo”, “El Evangelio según Judas” y “La Tumba de Jesús”).

Ante ello el clero no ha quedado ajeno y el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI, sentenció que “hay peligros que amenazan la fe y la vida del cristiano, y por lo tanto del mundo. Y entonces la importancia del 'novissimi' (los últimos acontecimientos a fines de tiempo)”.

Especulaciones hay muchas, lo cierto es que los misterios de Fátima, esos que fueron entregados por la Virgen María a tres humildes pastorcitos de Portugal en 1916, han sido una constante de debate en todos los ámbitos y lo seguirán siendo pues la única que podría haberlo dilucidado era precisamente quien los recibió: Lucía de Jesús Santos. Lamentablemente, ella murió en febrero del 2005 en una congregación de Coimbra en Portugal a los 97 años.

Sexto sentido de los animales: cualidades intrínsecas


No es raro percatarse que los animales tenemos ciertas características que nos distinguen del resto de las especies del Reino. Son aquellos matices los que nos hacen percibir algunas sensaciones que otros sencillamente no pueden.

Si algunos tienen la capacidad de escribir música, relatar hechos, dominar una especialidad deportiva o bien retratar una figura de la naturaleza, ¿por qué los otros animales no podrían hacer lo mismo?

Es por ello que cuando Oscar, el gato que reside en un centro de atención médica para ancianos de Providence, Rhoad Island, Estados Unidos, pronosticó sin equivocarse ni una sola vez la muerte de una veintena de enfermos terminales, surgió la interrogante de que si este tipo de especies son capaces de adelantarse a los hechos que vendrán más tarde.

Oscar, un felino de poco más de dos años y que fue adoptado por el personal de Steere House cuando era sólo un cachorro, ha sorprendido a todos en el hospital geriátrico y especialmente a los familiares de los internados de la tercera planta.

Ello porque el animal cada vez que uno de los pacientes está por morir, los visita y se da un par de vueltas por la cama que los alberga. Ello ocurrió cuando el felino llegó a la habitación 313. La puerta estaba abierta y entró.

La señora K. descansaba tranquilamente en la cama, con la respiración constante pero débil. Oscar salta sobre la cama y de nuevo huele el aire. Se detiene a considerar la situación y entonces gira sobre sí mismo dos veces antes de enroscarse junto a la señora K. Una enfermera entró en la habitación para examinar a la paciente.

Se detiene inmediatamente al notar la presencia de Oscar. Preocupada, deja apresuradamente la habitación y vuelve a su mesa. Coge el historial médico y comienza a hacer llamadas a los seres cercanos de la paciente. A la media hora, empiezan a llegar los familiares y un sacerdote alertados por la profesional. Poco después, la señora K. fallece.

Coincidencia o no, lo cierto es que esta caso despertó el interés de muchos investigadores, entre ellos el mismo director del geriátrico, David M. Dosa.

El facultativo manifestó que los animales son capaces de 'sentir' cosas que los humanos, no pueden percibir. Existen evidencias de animales que se utilizan para predecir terremotos y, desde luego, se han contado historias sobre animales que identifican infecciones y la intromisión de agentes patógenos en el organismo. “Mi idea es que Oscar es capaz de oler algo que nosotros no, quizás una feromona. Pero en última instancia, esto sólo es una suposición".


Sentidos más desarrollados que los de los humanos

Pero no es su percepción lo más llamativo del comportamiento animal. muchos de estos hechos tienen una explicación: Los sentidos de la mayoría de los animales están mucho más afinados que los del hombre, nuestro cómodo modo de vida no precisa de unos sentidos desarrollados y muchas veces no podemos oír u oler cosas que ellos pueden sentir con claridad, por dar algunos datos significativos:

Los perros tienen 40 veces más células olfativas y aunque su vista no le permite identificar un objeto inmóvil a más de 300 metros, si lo puede oler; su rango de sonidos audibles es mucho mayor, pudiendo además orientar sus orejas, lo que les permite una mejor captación de los sonidos.

Los gatos poseen unos sentidos sumamente agudos. Reaccionan a sonidos y vibraciones que nosotros somos incapaces de percibir, ya que están equipados de un oído sumamente agudo, capaces de escuchar sonidos inaudibles para el oído humano, una vista excepcional incluso en la oscuridad y un olfato muy desarrollado, siendo muy sensibles a los fenómenos eléctricos y barométricos, de modo que no es sorprendente que puedan sentir que va a llover o detectar un terremoto o una erupción volcánica.

Sin embargo existen testimonios y hechos probados que llevan este "Sexto Sentido" a otros niveles que escapan de toda explicación científica.
Un ejemplo histórico, es el comportamiento del gato de Sir Winston Churchill, quien se encontraba muy enfermo en cama, atendido por sus médicos. Una noche cuando ya parecía que estaba fuera de peligro, su gato empezó a maullar para salir de la habitación. Al día siguiente, Churchill amaneció muerto, habiendo presentido su gato su muerte, mejor que los doctores.

No es raro que un gato intente descolgar el teléfono que suena, sólo si es su amo el que llama, o el caso de felinos que han recorrido miles de kilómetros para encontrar a su amo. Algunos perros, saben cuando su amo está en peligro y se ponen tristes, o saben cuando su amo va a llegar a casa, incluso los días que llegan a horas distintas a la habituales.


Animales que detectan fantasmas

En ocasiones vemos animales como perros y gatos que se quedan ladrando o aullando a un punto fijo en la nada. Dicen que los animales tienen un sexto sentido, un sentido que les permite ver o percibir la presencia de seres espectrales, detectar si un fantasma esta en una habitación y desde luego su compañía no les gusta.

En una noche tranquila donde no se oye ningún ruido, ni parece haber ningún movimiento, repentinamente nuestro gato echa las orejas planas, hacia atrás, con las pupilas dilatadas, el dorso arqueado, el pelo erizado, moviendo el rabo, soplando, y mirando fijamente en dirección de aparentemente nada.

Aterrado, el felino parece prepararse para defenderse ¿Pero de qué? ¿Tal vez puede ver o intuir algo que nosotros no podemos? Y si es así ¿No parece escalofriante pensar que tiene un miedo tan irracional a lo que esta viendo?

La sensibilidad de los animales, especialmente de gatos y perros, hacia los fenómenos paranormales es inquietante. El parapsicólogo norteamericano doctor Robert Morris utilizó animales como «controles» en sus experimentos durante los años sesenta. En una ocasión estuvo estudiando una casa habitada por fantasmas, y concretamente una habitación en la que había ocurrido una tragedia.

Pero no sólo Oscar, el felino de Churchill u otros mininos han pasado a ser parte de los múltiples ejemplos que a diario se generan para validar las tesis de si algunas especies animales tendrían la capacidad para predecir sucesos, escuchar sonidos o ver imágenes que para el sentido humano es imposible.

Fue el propio conservador del Museo de San Antonio, José Luis Brito Montero quien hace un par de años le tocó estar en el puerto de nuestra ciudad, justo antes de que se iniciara un movimiento telúrico de proporciones en la zona.

Sin embargo, ese antecedente no pasó inadvertido para el investigador porque fue él mismo quien se dio tiempo para observar sesenta segundos antes cómo los peces saltaban un metro sobre la superficie del mar.

Fue esa acción la que predijo el sismo que se avecinaría. Sólo después del temblor José Luis Brito entendió el actuar de los peces.

Los animales poseen un extraordinario desarrollo de sus facultades perceptivas, que les permiten ver lo que los humanos ni siquiera intuyen. Con una capacidad premonitoria excepcional son capaces de detectar la proximidad de terremotos o incluso conocer si una persona está diciendo la verdad o está mintiendo.


¿Tienen los animales un sexto sentido para los terremotos?

Los Oficiales de la Reserva de Animales Salvajes en Sri Lanka han reportado que, a pesar de la enorme pérdida de vidas humanas en el desastre Asiático ocurrido el 26 de diciembre de 2004, no existen evidencias de muertes de animales.

Las olas del peor tsunami que se recuerda, enviaron la inundación del agua hasta 3.5 kilómetros tierra adentro hacia la mayor reserva de animales salvajes en la isla. Muchos turistas se ahogaron pero, para sorpresa de los organismos oficiales, no se han encontrado animales muertos.

Esto ha resaltado las pretensiones de que los animales poseen un sexto sentido relacionado con el peligro. El Parque Nacional de Yala en Sri Lanka es el hogar de elefantes, venados, chacales y cocodrilos.


Sensitivos al cambio

Alabados por su conservación, este parque también es considerado uno de los mejores lugares del mundo para observar a leopardos. Ahora se encuentra cerrado después de que las inundaciones dañaron los edificios y causaron la muerte de turistas y empleados del parque.

Aún así, sorprendentemente, ninguna de las diferentes variedades de vida salvaje se ha reportado como muerta. Debbie Martyr, quien trabaja en un programa de conservación de tigres en la Isla Indonesa de Sumatra, una de las peores áreas del desastre del Domingo, dijo que a ella no le ha causado sorpresa conocer que no hubo animales muertos. "Los animales salvajes en especial son extremadamente sensitivos”, dijo.

"Tienen un extraordinario buen oído y probablemente escucharían la onda viniendo de larga distancia”. "Habrá existido vibración y pueden haber ocurrido cambios en la presión del aire lo cual alertaría a los animales y los hizo moverse hacia lugares que ellos consideraron más seguros”.

Hay muchos testimonios de pájaros y animales que emigran antes de que ocurran los terremotos y las erupciones volcánicas. La evidencia científica de un sexto sentido no existe, pero si estos reportes se confirman, podrían agregarse al conocimiento del comportamiento animal y posiblemente hasta poder ser utilizados en el futuro como un sistema de alerta para los humanos.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Apariciones y contactos en alta mar: escenario espeluznante y único


San Antonio, desde sus inicios como puerto moderno de Chile ha estado muy ligado al fomento de las actividades marítimas y pesqueras. Fue así como en los primeros años del siglo XX ya destacaba como un potencial punto de desarrollo para la Zona Central del país.

Poco a poco y de acuerdo a las nuevas implementaciones tecnológicas que se hicieron, el terminal marítimo logró una solvencia que alcanzó a toda la ciudad. Por su parte la pesca artesanal no quedó atrás y por muchos años fue la actividad productiva que permitió a cientos de familias de nuestra ciudad, brindar un pasar relativamente cómodo.

Si bien hubo momentos de evidente prosperidad, las vacas flacas no aminoraron el ímpetu de estos hombres que se podían pasar semanas sin retornar a su hogar, porque no había tiempo que perder cuando el mar les daba una “ayudita”.

Hoy sin embargo, quedó atrás el boom de la pescada, del congrio y el jurel de los años sesenta. Y para qué hablar de la albacora de los ochenta que catapultó a la pesca como una alternativa a la falta de empleo de jóvenes y adultos que soñaban con una vida sin sobresaltos.

No obstante, la actividad pesquera no ha estado exenta de hechos que le infunden un matiz mucho más rico y potente que el ser un área de desarrollo, ya que son muchos los hechos que por años han sido mudos testigos de las travesías a bordo de una embarcación de no más de 12 tripulantes que se enfrentan a las tortuosas y sinuosas vicisitudes de alta mar.

Dentro de éstas se cuentan cómo no, los hechos sin explicación, sin lógica científica, sin asidero de la realidad y sin espacios dentro de un imaginario que ha recorrido miles y miles de kilómetros de agua salada.

Muy por el contrario de lo que se pudiera pensar, aquellas leyendas y mitos de sirenas, animales acuáticos, monstruos marinos o siluetas a la luz de la luna no dejan de ser suposiciones que por lo menos entre nuestra gente de mar no les ha toca experimentar.

Eso sí, embarcaciones fantasmas como el galeón del siglo XV que divisó Manuel Jesús Flores cuando sólo era un niño y las apariciones y desapariciones de otras frente a sus propios ojos no han dejado indiferente a este pescador que por más de 40 años ha sabido lo que es respetar el fondo marino.

A diferencia de lo que muchos pudieran considerar como una escena típica de mar, los osnis (objetos submarinos no identificados) no abundan por las aguas de nuestra provincia, pues al parecer son sus símiles aéreos quienes se han presentado en más ocasiones ante la estupefacta mirada de los hombres de mar.

El propio Manuel Flores hace dos décadas atrás y mientras tripulaba “Las Tres Nietas”, fue testigo de una potente luz que iluminó la embarcación en la que se encontraba a eso de las dos de la madrugada.

Fue tal la potencia del haz de luminosidad que incluso llegó a pensar que estaba soñando y que ya era de día. Por lo avanzado de la noche y preso del pánico, don Manuel y sus compañeros de ruta no se atrevieron a asomarse y ver de qué tipo de objeto de se trataba.

Similar situación nos relató Raúl Hernández, a quien en 1996 y mientras se dirigía en “El Delfín” hacia Talcahuano, otra luz se posó en el lanchón y los dejó pasmados a todos quienes permanecían allí.

Él mismo señala en todo caso que no podría asegurar que era un objeto volador o submarino no identificado, ya que no se atrevió a salir y no vio nada, aunque da fe de que la luminosidad los inundó frente a las costas de Santo Domingo.

Para los más escépticos, quienes les ha tocado vivir una experiencia como ésta se defienden aduciendo que cada vez que una luz se ha posado por sobre sus lanchas, los instrumentos de búsqueda, comunicación y orientación se han detenido sin explicación alguna.

Asimismo, cuando sólo la luz de la luna los acompaña y el fenómeno ha pasado, la embarcación se encuentra a cientos de millas desde el lugar exacto donde estaban antes del hecho.

MISTERIOSAS APARICIONES Y HECHOS PARANORMALES

Para ser pescador o marino hay que tener una fortaleza única y un coraje especial para hacer frente a los fenómenos que se producen a cientos o a veces miles de millas de tierra firme. No obstante entre sus compartimentos y cuartos de máquinas abundan insólitas apariciones espectrales que ha recorrido el mundo.

Esto porque no son escasos los relatos que dan cuenta de apariciones fantasmales de barcos que es posible divisar a simple vista, pero que cuando se trata de dar con ellos, han desaparecido misteriosamente sin dejar rastro alguno.

A continuación enumeraremos los más espeluznantes ejemplos que ha nutrido la historia naviera del mundo.

The USS Hornet: Este buque estadounidense ganó nueve medallas por sus servicios en la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) y después trasladó a los tripulantes de la nave espacial Apollo 11 cuando llegaron a la Tierra.

Testigos afirman haber escuchado misteriosos pasos y voces pesar de no haber nadie a bordo, así como del desvanecimientos de marineros y oficiales con su uniforme que son seguidos de gélidas corrientes en habitaciones completamente cerradas.

Actualmente el USS Hornet es un museo flotante que despierta el interés de miles de turistas alrededor del mundo cada año, pero que esconde secretos aún no develados. Alan McKean, trabajador de la muestra y quien por años no creyó en los sucesos paranormales, manifestó que un día vio a un oficial de marina vestido con un uniforme de principios del siglo XX, al que siguió luego de que éste subiera por la escaleras. Lamentablemente McKean lo perdió y no lo volvió a ver más.

Según datos recolectados por historiadores, durante el servicio activo de este barco, más de 300 personas murieron a bordo de él y sus almas perdidas jamás se han podido desprender de barco militar.

El Holandés Errante: Esta historia es una de las más famosas y quizá de las más antiguas leyendas del mar, ya que circula desde hace, por lo menos, 400 años. Su origen es incierto y guarda gran similitud con otros mitos que únicamente contienen algunas variantes lo que hace pensar que pueda ser incluso anterior a Cristo.

Lejanos antecedentes demuestran que en 1680 un barco holandés que hacía la travesía a las Indias Orientales, mandado por el capitán Hendrik van der Decken, navegaba desde Amsterdam a la colonia de Batavia, en las Indias Orientales holandesas.

Todo pareció ir bien para Van der Decken y su tripulación mientras navegaron hacia el sur por los soleados mares tropicales, pero cerca del cabo de Buena Esperanza un repentino temporal rompió las velas y destrozó el timón. Conforme pasaron los días y las semanas, el barco zigzagueaba una y otra vez, incapaz de avanzar frente al viento que soplaba en dirección sudeste. Según la leyenda, Van der Fiecken se enfureció cada vez más al ver que ninguna de sus habilidades y conocimientos de navegación le servían para bordear el cabo. No hacía otra cosa que proferir juramentos.

Aprovechando el desesperado ánimo de Van der Decken, el diablo le sugirió en sueños que desafiase el intento del Todopoderoso de impedirle bordear el cabo. Ciego de rabia, el capitán holandés profirió el reto: frenético lanzó el espantoso juramento, Gritando potentemente sobre el estruendo de la tempestad:

«Desafío al poder de Dios a detener el curso de mi destino y mi resuelta carrera. Ni el mismo diablo despertará mi temor. Aunque tenga que surcar los mares basta el día del juicio».
No se sabe quién citó por primera vez las palabras del capitán. Pero el castigo llegó rápidamente, cuando el Ángel del Señor ordenó que Van der Decken errase para siempre por los mares «hasta que las trompetas de Dios rasgasen los cielos».

El barco acabaría hundiéndose y la tripulación moriría, pero Van der Decken ha de proseguir su vigilia hasta el día del Juicio Final y seria condenado a vagar eternamente no dejando descansar su alma.

Van der Decken y su barco no llegaron nunca a Batavia. Desde 1680 son innumerables las gentes que han visto su barco. Se dice que cualquier buque que aviste al barco fantasma tendrá mala suerte.

Rescate en el mar: En 1895 Joshua Slocum, el primer hombre en dar la vuelta al mundo navegando solo, afirmó haber sido rescatado por un fantasma del siglo XVI. Todo ocurrió durante una feroz tormenta en las Islas Azores, el marinero americano se desmayó.

Cuando despertó, Slocum vio al timón de su barco a un marinero que decía que él era el timonel de la Pinta, una de las tres carabelas que acompañó a Cristóbal Colón en su expedición que descubrió América en 1492. Podría pensarse que todo fue una alucinación, pero el barco había permanecido en su rumbo exacto y a través de la tormenta durante más de noventa millas, lo que equivale a 144 kilómetros.

El Caleuche: Nuestro país no ha quedado al margen de embarcaciones que pululan entre la espesa niebla de alta mar, pues en la isla de Chiloé, al sur de Chile, una de las leyendas más impactantes y que se mantiene vívida aún es la del Caleuche.

Este barco fantasma habría sido tripulado por piratas en el siglo XVI y debido a fechorías cometidas al asaltar a otras embarcaciones y hacerlas naufragar, el destino los habría hecho perderse frente a las costas chilotas para después hundirse con todos los tesoros robados.

Es así como hoy en día son varios quien eluden toparse con el Caleuche y su tripulación ya que al momento de mirarlo de frente, cuenta el mito que la persona tendrá una horrorosa muerte.

En cambio, hay algunos que pueden tener un poco más de suerte y son ayudados por este buque espectral. Prueba de ello es que los “elegidos” son llevados hasta el fondo marino y se les muestra las abundantes riquezas, para luego disfrutarlas en tierra.

Eso sí, la condición es que no revelen jamás el secreto, porque de lo contrario vendrán los brujos del Caleuche y se lo llevarán con ellos para siempre.

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