jueves, 4 de octubre de 2007

Lestat el Vampiro: una razón de sobra para cuidarse de las criaturas de la noche


La eterna discusión acerca de que si las películas que se basan en un libro alcanzan la esencia, la fuerza o el impacto de estos últimos es casi tan veja como el hilo negro. Lo importante no es ponerlos en una balaza y decidir por uno, sino que disfrutar dos artes total y absolutamente diferentes que pueden, según el interés del individuo, complementarse a la perfección.

Pero la cita que convoca acá no es para hablar de un filme que haya tenido como argumento central el título de una novela, un cuento o un poema, sino que directamente comentar un gran libro que es Lestat El Vampiro de la escritora estadounidense Anne Rice (The Vampire Lestat).

Para quienes conocen a Anne Rice deben estar seguros que no existe nadie más en el planeta que haya basado su carrera literaria en retratar, revisionar o simplemente contar las anécdotas más impactantes e intrigantes de los seres succionadores de sangre.

Así, su trilogía denominada Crónicas Vampíricas comienza en 1976 con la publicación de Entrevista con el Vampiro (The Interview with The Vampire), continúa con Lestat El Vampiro (The Vampire Lestat) en 1985 y finaliza en 1988 con La Reina de los Condenados (The Queen of Damned).

Según el ordenamiento temporal se debería partir por la primera entrega, Entrevista con el Vampiro, pero he decidido comenzar por la segunda por un aspecto de comprensión histórica y narrativa del resto de los libros.

Lestat el Vampiro explica muy bien los inicios de Lestat de Lioncourt, un noble francés de fines del siglo XVIII que lucha contra los cambios que se avecinan en su país(revolución contra la monarquía absoluta de Luis XVI) y especialmente con los miedos, desafíos y letargos que le significa su existencia en su natal ciudad de la Auvernia.

Eso sí, el texto comienza dos siglos después, en la plena ciudad cosmopolita de San Francisco, en Estados Unidos, donde Lestat después de dormir por algunos años alimentándose de ratas de alcantarilla, despierta con los acordes y sonidos metálicos de una banda llamada La Noche Libre de Satán. Allí la trama se vuelve imprescindible y adictiva, pues de un momento a otro, cuando uno se imagina un escenario lleno de luces, fuegos artificiales y riffs, la historia nos traslada a finales del año 1700.

La Auvernia, el pequeño poblado donde vive Lestat junto a sus padres y hermanos es azotada por una manada de lobos que atemoriza a los campesinos del lugar. Como no existe nadie quien pueda hacerles frente, Lestat, un noble empobrecido, sin educación y con escasas posibilidades de desarrollar labores fuera de su palacio, se encamina a darle muerte a los lobos y salvar a su poblado.

Sin temer a la muerte, considerando sus pocas ganas de vivir por la simpleza de su existencia, sube a la montaña nevada. Después de una dura pelea, logra vencer a más de diez lobos quienes lo habían acorralado y dado muerte a sus dos perros mastines a quienes había criado desde su niñez.

El hito lo posiciona como héroe local, siendo reconocido por los incipientes burgueses, quienes en ese periodo ya luchaban por la supremacía del poder con la nobleza a la que pertenecía este joven de 20 años e hijo menor del Marqués d´ Auvernia.

Sin embargo, Lestat entiende que la trivialidad de su vida no se acaba con su figuración pública, además que ve con dolor cómo su madre, Gabrielle, comienza con el deterioro de su salud, su padre ciego cada día está más limitado y sus hermanos le hacen la vida imposible. Ello lo hace cambiar radicalmente su vida. Su próximo destino: París.

Su travesía antes de arribar a la ciudad luz se ve empañada por sus frustrados deseos de ser parte de algunas compañías italianas itinerantes de teatro que visitaban la Auvernia, pero que su familia le impide formar parte.

La decisión de irse de la comarca agrícola ya estaba tomada por parte de Lestat, sólo le bastaba un apoyo que, no obstante, jamás encontraría en miembros de su familia o entorno de clase. Es por ello que en una celebración en la plaza del pueblo recobra la amistad con el hijo de un acaudalado burgués, Nicolas de Lenfente.

Juntos emprenden un viaje sin retorno de su poblado natal. En París, la vida les da una oportunidad inmejorable: para Lestat trabajar en lo que tanto había deseado: como actor, en tanto Nicolas desarrollando su actividad favorita: interpretando piezas de Wolfgang Amadeus Mozart en su violín. Ambos en el Boulevard du Temple.

Los meses transcurren y por fin este empobrecido noble logra cierta estabilidad económica que le permite enviar sumas de dinero y cartas a su madre en la Auvernia. Pero habrá un vuelco que trastocará esta tranquilidad y que tendrá irreparables consecuencias en la vida de nuestro protagonista.

Como cada noche el espectáculo en el Boulevard du Temple transcurría con gran efervescencia para el público y con gran adrenalina para los artistas, especialmente para Lelio, el personaje que Lestat interpretaba en el montaje. Eso sí, había un condimento que alteraría dicho estado: la presencia de un misterioso hombre, quien durante varias noches se sentaba en el mismo lugar y llegaba a la misma hora para ver la misma presentación de la compañía.

Una noche cuando Lestat y Nicolas dormían en un lugar cercano al teatro, este ser despertó a Lestat y con una fuerza inusitada lo llevó al exterior de la pieza, convulsionado por el hecho, Lestat apenas podía zafarse de los brazos de un anciano canoso que no lo soltaría por esa noche.

Aún atado a las manos del viejo, éste lo condujo a un antiguo palacio donde le reveló su más íntimo secreto: ser miembro del mundo de las Tinieblas. La vida de Lestat jamás volvió a ser la misma luego que Magnus, el ente que lo había secuestrado, lo convirtiera en vampiro una vez que le dio de beber su sangre.

Tras ese paso desde la vida mortal a la de una donde nunca dejaría de existir, el joven de largos cabellos rubios de la Auvernia tuvo que dejar su pasado atrás y volcarse a adquirir los conocimientos, experiencias y costumbres de los seres de la noche. Para ello era necesario no volver nunca más al Boulevard du Temple, dejar de ver a su familia del poblado local y a su gran amigo Nicolas.

Fue duro para Lestat, sin embargo, debido a su contacto con Magnus, logró hacerse de una riqueza que ni en el mejor de sus sueño había imaginado. Con ello siguió ayudando a los artistas de la compañía pagándole las deudas que mantenían y posteriormente comprándoles el terreno donde emplazarían el Theatre des Vampires; le regaló un stradivarius a Nicolas y le envió dinero a su familia empobrecida.

Desde el momento en que entró al mundo de las Tinieblas, Lestat no sólo sería testigo de los cambios de su fisonomía, sino que de la forma de relacionarse y comunicarse con los demás. No sólo ya no se alimentaría de carne o papas, sino que sólo de sangre humana. No sólo tendría la fuerza de tres hombres juntos, sino que podría leer la mente de los demás. Cambios a los que el joven principiante de vampiro debió acostumbrarse, quisiese o no.

Sin embargo, una vez que su madre, enferma de tuberculosis, llega hasta París para despedirse de su hijo, Lestat debe tomar por primera vez la difícil decisión de dejarla morir o iniciarla en el Don Oscuro para darle la inmortalidad. Lo mismo le sucederá con Nicolas. Debido al amor que le profesaba, a ambos los convierte en criaturas de la noche

Dentro de la comunidad vampira existe un gran respeto por los antiguos seres que gobernaban a los actuales chupasangres. Prueba de ello fue la admiración que el propio Magnus le provocaba su creador Armand,

Pero para Lestat una vez que conoció a Armand, no le pareció más que un anticuado líder del aquellare parisino que por sobretodo aplacaba cualquier intento por modernizar la comunidad o seguir adquiriendo conocimiento. Es por esa razón que ambos entran en una dura disputa.

El ánimo de Lestat también estaba inspirado en poder conocer a las antiguas deidades vampiras que habitaban tierras lejanas. Fue así como durante largo tiempo se dedicó a buscar a Marius, el ente que había creado a Armand, pues había algo que le atraía de él. Para ello viajó a Egipto donde por fin se pudo comunicar con él, luego de dejarle mensajes en rocas por varios países.

Fue allí donde se dará cuenta que hace un par de siglos la raza vampira estuvo a punto de extinguirse luego de que inescrupulosos entes de la noche trataran de exponer al sol y posterioemente quemar a Los Que Deben Ser Guardados, o sea El Padre y la Madre. En mejores palabras, Enkil y Akasha, los máximos representantes de los bebedores de sangre. Los dioses egipcios de los vampiros.

Novela maravillosa, oscura, potente y por sobretodo muy detallada de la vida del joven Lestat, el ser que le da la vida a Louis, el hacendado de Nueva Orleáns que marca la trama de Entrevista con el Vampiro.

Texto con 797 páginas donde cada capítulo logra establecer una conexión precisa con la historia que teje Anne Rice. Recomendado para todos los amantes de las crónicas vampirescas y también muy interesante para aquellos que se inician en la lectura de terror. Y por sobretodo un argumento esencial para cuidarse de las criaturas que vagan sigilosamente por las frías y oscuras noches del siglo XXI.

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